7.2.- LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE Felipe II. LA UNIDAD IBÉRICA
En 1556, Carlos I abdica en su hijo Felipe II que no recibe el Imperio Alemán al ser dejado a su tío Fernando. De este modo, Felipe II se encuentra con un Imperio claramente hispánico. Fija la corte en Madrid y actúa como un burócrata. Defiende la Contrarreforma, favorece la Inquisición y protege las letras y las artes. En su reinado tuvo que enfrentarse a numerosos problemas.
1.- Crisis con Francia
Carlos I había derrotado a Francia en numerosas ocasiones y ahora Felipe II debe hacer frente al rey Enrique II que vuelve a reclamar el reino de Nápoles. Felipe II une sus fuerzas con las de Inglaterra y derrotan a los franceses en la batalla de San Quintín (10 de Agosto de 1556). Francia firma la paz porque tiene problemas internos con los hugonotes. Es la paz de Câteau- Cambrésis de 1559 en la que Francia renuncia a sus ambiciones italianas y devuelve Saboyá a Piamonte.
2.- Rebelión de las Alpujarras (1568-70)
La política interior de Felipe II se basa en el absolutismo y la intolerancia religiosa. En 1567 se prohibíó a los moriscos de Granada usar su lengua, mantener sus costumbres y sus vestidos tradicionales, En 1568 se produce el levantamiento rural en Almeria, Málaga y Granada comenzando una guerra cruel que duró 2 años. En 1570, la intervención de D.Juan de Austria pone fin al conflicto con la muerte, cautividad o expulsión al norte de África o por otras regiones de 100 mil moriscos. Se intentó repoblar la zona con cristianos viejos pero no tuvo éxito.
3.- Enfrentamiento con los turcos (1571)
Los turcos asedian Malta, conquistan Chipre y expulsan al soberano de Túnez que había sido protegido por la Monarquía Hispánica. El Papa Pío V crea la Liga Santa con Venecia y la Monarquía Hispánica para enfrentarse a los turcos. En 1571, en la batalla de Lepanto, dirigida por D. Juan de Austria, la Liga Santa vence a los turcos. Es una victoria pero no es el fin de la amenaza turca en el Mediterráneo.
4.- Flandes (1568-1648)
Los territorios de Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Artois son herencia patrimonial y en ellos se entremezclan 3 problemas: – 1.- político: la población se resiste a un monarca autoritario que pretende gobernar desde la distancia; .-2- religioso: las provincias del sur son católicas y las del norte calvinistas y esto no podía aceptarlo Felipe II máximo defensor de la Contrarreforma; 3.- económico: la imposibilidad de mantener un ejército provoca amotinamientos de los tercios que protagonizan numerosos motines y saqueos.
Felipe II opta por la política de represión con el Duque de Alba que crea el Tribunal de Tumultos para juzgar a todos los opositores al régimen. Los sublevados, liderados por Guillermo de Orange, cuentan con el apoyo de los príncipes protestantes alemanes, de los hugonotes y de Inglaterra. La guerra fue larga y dura. A final del Siglo XVI se llega a una situación de compromiso: las 7 provincias del Norte, con el nombre de Provincias Unidas se independizan de hecho; y las 10 provincias del sur permanecen bajo la soberanía hispana. El conflicto se prolonga hasta 1648.
5.- Armada Invencible (1588)
El triunfo del anglicanismo durante el reinado de Isabel I pone fin a las buenas relaciones hispano-inglesas. Además Ingl en crecimiento demográfico y económico quiere participar en el mercado colonial en el que Felipe II tiene el monopolio. Ingl ayuda a los sublevados flamencos y concede patente de corso a sir Francis Drake para atacar a la flota hispana que iba y venía de América.
En 1588, Felipe II plantea la Armada Invencible para invadir Ingl. Fue un auténtico fracaso y la primera gran derrota de la hasta entonces invencible monarquía hispánica. La derrota se explica por la lejanía de las bases, la movilidad de la armada inglesa y por las tormentas.
6.- La unidad ibérica (1581-1648)
Las relaciones hispano-portuguesas han sido tensas durante el Siglo XV por la expansión por el Atlántico pero parecen normalizarse con el matrimonio de Carlos I con su prima Isabel de Portugal y con el de Felipe II con su prima María Manuela de Portugal.
En 1579. D.Sebastián, rey de Portugal, muere en Marruecos, en la batalla de Alcazarquivir, sin descendencia y se abre el período sucesorio. Felipe II participa alegando sus derechos como nieto del rey Manuel I e hijo de una infanta portuguesa. Pero los portugueses no ven clara esta candidatura al considerarla perjudicial para sus intereses económicos y coloniales ya que quedarían supeditados a un rey castellano.
Felipe II ordena al Duque de Alba la invasión de Portugal. Las Cortes portuguesas la proclaman rey en 1581 y él se compromete a respetar las leyes y costumbres portuguesas.
Entre 1581 y 1648 se mantiene la unidad ibérica que nunca satisfizo a los portugueses que van a intentar recuperar su independencia por todos los medios a su alcance.
Con esta uníón el Imperio de Felipe II se incrementa al incorporar también todo el Imperio portugués. Podía controlar el Atlántico frente a los avances ingleses pero no fue posible tras el fracaso de la Armada Invencible.