Crecimiento demográfico y desarrollo urbano. A) El crecimiento de la población mundial.El siglo XIX asistíó a un crecimiento demográfico sin precedentes. Si en 1800 la población mundial era de unos 900 millones de personas, para 1900 ya ascendía a más de 1600 millones. Así, a inicios del Siglo XX, todos los continentes habían incrementado sus efectivos más de la mitad de la población vivía en Asía y uno de cada 4 habitantes en Europa.B) La reducción de la mortalidad.Durante el Siglo XIX, las poblaciones industrializadas abandonaron el régimen demográfico antiguo y emprendieron su transición hacia una fase caracterizada por el mantenimiento de altas tasas de natalidad, la significativa reducción de las tasas de mortalidad y un alto crecimiento vegetativo. Entre los adelantos médicos destacaron la vacuna de Pasteur contra la rabia, la de tuberculosis por Koch, el desarrollo de instrumental como la aguja hipodérmica y el estetoscopio etc. Estos avances permitieron aumentar la tasa de supervivencia quirúrgica y el control de endemias habituales como el tifus, la viruela o la gripe.C) La natalidad.En cuanto a las tasas de natalidad, durante buena parte del Siglo XIX se mantuvieron altas, sobre todo en aquellos países con menor desarrollo económico.D) La expansión de las ciudades.El abaratamiento y la rapidez de los medios de transporte y las oportunidades que se ofrecían desde los nuevos países industrializados intensificaron la partida de millones de migrantes hacia otros continentes. Este crecimiento de las ciudades comportó situaciones de desarraigo cultural, segregación suburbial y hacinamientos insalubres.2. La Segunda Revolución Industrial. A) Las nuevas fuentes de energía:Hasta bien entrado el Siglo XX, el carbón constituyó un recurso de primer orden en industrias y hogares. Pero su uso fue decreciendo con la llegada de dos nuevas fuentes de energía: El petróleo comenzó su explotación en Pensilvania y se empleó inicialmente para iluminación, calefacción y lubricantes. La energía eléctrica alcanzó un gran desarrollo gracias a las turbinas hidráulicas, transformadores, alternadores y cables de alta tensión, que permitían generación y traslado hasta puntos distantes. Su uso estimuló numerosos sectores, como los transportes, las telecomunicaciones e incluso el ocio. También transformó la iluminación de las calles. Y, por último, la difusión del motor eléctrico permitíó la mecanización total de los procesos de producción.B) Nuevas industrias y formas de organización industrial.La masiva oferta de productos agrícolas en los mercados internacionales provocó la fuerte caída de los precios, y originó la contracción del consumo y el cierre de numerosas empresas. Había comenzado la Gran Depresión, que estimularía la búsqueda de nuevas fórmulas que optimizaran la producción. En primer lugar, se apostó por la innovación. Además, se perfecciónó la siderurgia y gracias a la electrometalurgia se obtuvieron nuevos materiales. En segundo lugar, la creciente competencia y la necesidad de capitales estimuló la creación de sociedades anónimas y la concentración empresarial a través de diferentes fórmulas: El trust, el cártel y el hólding. En último lugar, surgieron nuevas formas de organización del trabajo como el taylorismo. C) La mundialización de la economía.A inicios del Siglo XX, pocas regiones quedaban al margen de la economía capitalista. El comercio internacional quintuplicó su volumen entre 1870 y 1913 y consolidó a Europa como el principal mercado de productos y capitales. Esta integración de mercados se vio favorecida por la revolución de los transportes y las comunicaciones y por el abaratamiento de productos. Por su parte, la generalización del patrón-oro que permitíó la articulación monetario internacional hasta 1914. 3. Las causas del imperialismo. A) Factores científico-técnico:Durante el Siglo XIX, se constituyeron numerosas sociedades científicas, como la Royal Geographical Society que promovieron expediciones. Un buen número de exploradores partieron entonces hacia los confines de África y los extremos polares que cartografiaron territorios desconocidos para la población occidental. La Segunda Revolución Industrial abastecíó los medios técnicos para la ocupación y dominio de los territorios coloniales: barcos de vapor que permitían el remonte de los ríos, armas de fuego, sistemas de comunicación y medicamentos que permitieron doblegar las enfermedades endémicas de los climas tropicales.B)Factores económicos.La crisis de 1873 y las políticas proteccionistas constituyeron el pistoletazo de salida en la búsqueda de colonias. Los países industrializados, que ahora competían con nuevos actores como Alemania o Estados Unidos, necesitaban nuevos mercados donde vender sus manufacturas e invertir los capitales acumulados en infraestructuras. Con ello obtuvieron, además, una mano de obra barata y explotaron las materias primas necesarias para su desarrollo industrial: oro, diamantes, algodón, maíz o cobre de África. Respecto a factores demográficos, si bien numerosas colonias acogieron población de la metrópoli, el grueso de la migración europea fue absorbida por los Estados Unidos.C) Factores geoestratégicos y políticos.Las colonias constituían enclaves estratégicos desde los que ejercer el control territorial de fronteras y rutas de navegación. El Canal de Suez, construido a instancias del gobierno egipcio para comunicar el Mediterráneo con el Mar Rojo. Por su parte, Estados Unidos obtuvo la administración del Canal de Panamá, que conectaba los océanos Atlántico y Pacífico. El nacionalismo
exacerbado del último tercio del Siglo XIX estimuló la posesión de colonias con las que las potencias podían obtener prestigio político en el contexto internacional y mayor apoyo interno en sus países.D) Factores ideológicos.En este contexto fraguaron una serie de discursos racistas que legitimaron la conquista imperial. Esta concepción racista justificó la misión civilizadora. Numerosos misioneros católicos y protestantes se establecieron en las colonias para desarrollar labores evangelizadoras y humanitarias. 4. Los imperios territoriales.Los nuevos imperios ocuparon ingentes cantidades de territorio en África, Asía y el Pacífico.África: Reino Unido implantó un protectorado en Egipto para ejercer el control sobre el Canal de Suez, y bajo las pretensiones de C. Rhodes trató de establecer un Imperio continuo entre El Cairo y El Cabo. Francia había establecido un protectorado en Argelia y dirigíó sus esfuerzos a la consecución de territorios entre el Atlántico y el Mar Rojo. Las apetencias francesas y británicas sobre los territorios del centro del continente y la necesidad de Alemania de incorporar territorios coloniales impulsaron al canciller Bismarck a convocar la Conferencia de Berlín, entre cuyas resoluciones destacaron: La creación del Estado Libre del Congo como Estado tapón, la libertad de comercio y navegación en los ríos Níger y Congo y la prohibición de la esclavitud.Asía: La presencia británica, donde la compañía británica de las Indias Orientales controlaba algunos enclaves. Tras la disolución de la compañía, la reina Victoria fue proclamada emperatriz de la India, se produjo la incorporación de Birmania, Malasia y Hong Kong, y Australia y Nueva Zelanda alcanzaron el estatus de dominio. Francia, establecíó la Uníón Indochina en 1887. Japón ocupó las islas Kuriles y la península de Corea. Rusia se expandíó hacia el Cáucaso, Alaska y Siberia, y culminó la construcción del tren Transiberiano. Otras potencias menores tuvieron presencia en Asía, como Holanda, Alemania o España.América: Durante la primera mitad del Siglo XIX, el expansionismo de Estados Unidos se produjo con la conquista del Oeste y la guerra contra México. El imperialismo estadounidense tuvo un fuerte componente ideológico y geoestratégico. Fue legitimado por: La doctrina Monroe, la doctrina del Destino Manifiesto y el Corolario Roosevelt.A) La administración de las colonias:La organización política y administrativa de las colonias no fue homogénea, pero en todos los casos, la metrópolis ejercía el control de los aspectos cruciales de la vida colonial. Según el tipo de gobierno, podemos distinguir: Colonia, territorio sin gobierno propio y total dependencia de la metrópoli. Protectorado, el territorio conservaba sus estructuras de gobierno tradicionales, pero el ejército, la política exterior y la economía dependían de la metrópolis. Dominio, colonia de poblamiento propia del Imperio británico. Concesión, cesión temporal de enclaves para su explotación por parte de una metrópoli.B) La resistencia de los territorios colonizados.La expansión colonial produjo numerosos enfrentamientos entre las potencias coloniales y las poblaciones locales, que se resistieron a la colonización. Destacaron las siguientes: En China se produjeron las guerras del opio. En 1857 se produjo en la India la revuelta de los cipayos. Las tribus zulúes se enfrentaron a los británicos llegando a obtener resonantes victorias. En el África del Sudoeste alemana, los hereros se rebelaron contra el dominio colonial alemán. La injerencia internacional en China provocó la revuelta de los bóxers. Italia ocupó Somalía y Eritrea, siendo derrotada en 1896 en la batalla de Adua.C) Los conflictos entre las potencias coloniales. Y La rivalidad entre potencias coloniales por extender sus dominios comportó numerosas confrontaciones: En el Sur de África se habían asentado granjeros holandeses, constituyendo las repúblicas de Orange y Transvaal. El descubrimiento de oro y diamantes desembocó en las guerras de los bóeres. En el Norte de África, el control de la zona del alto Nilo provocó la colisión de los intereses británicos y franceses, cuyos ejércitos se encontraron en Fachoda. Japón detuvo la expansión rusa por Manchuria y el Norte de Corea en la guerra ruso-japonesa, incorporando Corea como protectorado. La tensión entre Alemania y Francia en Marruecos desembocó en las crisis marroquíes.D) El impacto sobre los pueblos colonizados. Los territorios colonizados recibieron un profundo impacto, que trastocó por completo la economía y la sociedad tradicional, alteró el modo de vida de los pueblos indígenas y los sometíó a un intenso proceso de aculturación. En el ámbito económico, las colonias fueron obligadas a participar en el sistema económico internacional en términos de desigualdad. La rígida tutela de la metrópolis se tradujo en la dependencia económica. En las zonas mineras la población fue explotada en régimen de semiesclavitud, y se produjeron numerosas atrocidades. En el ámbito político, la administración occidental puso fin a las estructuras y jerarquías tribales e impuso una nueva élite dirigente europea. Por otra parte, el reparto colonial trazó fronteras artificiales que ignoraban las realidades de los territorios sometidos, en unos casos provocaron la fractura étnica de sociedades y en otros cosíó de forma artificial tribus tradicionalmente enfrentadas.