Causas del fracaso del sexenio democrático

1. INTRODUCCIÓN:       La revolución de Septiembre de 1868, conocida como la “Gloriosa” significó el final del reinado de Isabel II. Esta tiene sus orígenes en las continuas crisis económicas y de subsistencia, en el malestar social por la falta de libertad y de verdadera democracia, en el favoritismo de la reina hacia los moderados, en la actitud personal poco ejemplar de la propia reina. Todo este descontento fue aglutinado por Prim en el Pacto de Ostende (1866), que junto a los sucesos de la Noche de San Daniel y del cuartel de San Gil, hacen que tenga lugar dicha revolución y con ella el fin de la monarquía.
Tras ella se suceden seis años de inestabilidad en los que hubo varios regíMenes políticos que buscaban un nuevo orden político y social, y en los que tuvieron un protagonismo especial el movimiento obrero y la pequeña burguésía. Por ello se le denomina Sexenio Democrático o Revolucionario.     Durante este periodo se suceden una serie de conflictos de tipo político como las guerras de Cuba y Carlista, social como las reivindicaciones obreras, o económicos como las luchas entre librecambistas y proteccionistas, conflictos que no supieron resolver la regencia de Serrano, la monarquía de Amadeo I o la I República.    Ante el fracaso del Sexenio, se impone de nuevo la solución monárquica, que nos lleva a la Restauración de los Borbones con Alfonso XII, hijo de Isabel II.    2.-TRIUNFO DE LA GLORIOSA Y GOBIERNO PROVISIONAL.- El origen del Sexenio Democrático fue la revolución de Septiembre de 1868, conocida como la Gloriosa o Septembrina. Aunque fue preparada en el exilio por progresistas y demócratas, se inició en Cádiz con el pronunciamiento del almirante Topete al grito de “VIVA ESPAÑA CON HONRA” y “ABAJO LOS BORBONES”. Fue dirigida por Prim y Serrano, extendíéndose con rapidez por el resto de España. Tuvo gran apoyo popular, creándose Juntas Revolucionarias por todo el territorio, las cuales asumieron el poder y armaron al pueblo a través de los Voluntarios de la Libertad. Por otro lado, las tropas leales a la reina dirigidas por el Marqués de Novaliches, fueron derrotadas en Alcolea (Córdoba) por las tropas revolucionarias del general Serrano, dejando a los sublevados el camino libre hacia Madrid y la reina, que se encontraba en San Sebastián, no tuvo más remedio que exiliarse en Francia. Una vez en Madrid, los líderes Prim, Serrano y Topete forman el primer gobierno provisional presidido por Serrano y cuyo primer objetivo fue eliminar las Juntas Revolucionarias y a continuación convocar a Cortes Constituyentes que se celebraron en Febrero de 1869 por primera vez por sufragio universal masculino.                              3.- CORTES CONSTITUYENTES.- En dichas cortes estuvieron representadas fuerzas políticas como los carlistas partidarios de la monarquía absoluta, los moderados que apoyan el regreso de los Borbones, siendo su líder Cánovas del Castillo, los partidos revolucionarios (progresistas, unionistas y demócratas) que eran partidarios de la monarquía democrática siendo liderados por Prim, los republicanos que obtuvieron una buena representación estando liderados por Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.    Estas cortes tuvieron como principal tarea la elaboración de una Constitución que diera respuesta a la nueva situación. Así nace la Constitución de 1869, la más democrática del XIX, aunque apenas tuvo efectividad en los cincos años de vigencia. Tenía 11 títulos y 112 artículos siendo sus principales carácterísticas la de soberanía nacional, monarquía constitucional, cortes bicamerales, separación de poderes, sufragio universal para mayores de 25 años. Amplios derechos y libertades (reuníón, asociación, imprenta), libertad de culto, aunque el estado estaba obligado a mantener el culto católico.     Esta Constitución frustraba las aspiraciones republicanas al establecer la monarquía como forma de gobierno, y las de los trabajadores al no reconocer el derecho a huelga. 4.- LA REGENCIA DE SERRANO.- Tras la aprobación de la Constitución y mientras se buscaba rey se nombró regente al General Serrano que tuvo que hacer frente a problemas como levantamientos republicanos que pedía justicia social, a las sublevaciones de Cuba y Puerto Rico en 1868, a la abolición de la esclavitud, que se limitó por el momento a la ley Moret (libertad de vientres), ya que la abolición total llegó en 1873 a Puerto Rico y en 1886 a Cuba.     En el campo económico se establece la peseta como moneda nacional, se aplica el librecambismo en la economía a través del arancel Figueroa, se lleva a cabo una ley de minas para poder explotarlas a través de compañías extranjeras y se eliminan los consumos, siendo sustituidos por una contribución directa sobre la renta.     5.-. LA MONARQUÍA DE AMADEO DE Saboyá. (1871-73).- Una vez aprobada la Constitución de 1869 en la que se reconocía la monarquía como forma de gobierno, las diferentes fuerzas políticas buscan un rey para ocupar el trono, quedando claro que este no sería de la dinastía de los Borbones, medida rechazada por los republicanos, a la vez que tuvo una gran repercusión internacional ya que fue causa de la guerra francoprusiana.     De los posibles candidatos, Fernando Coburgo, Enrique de Borbón, Leopoldo de Hohenzllem o Amadeo de Saboyá, fue este último el elegido pasando a ser rey de España con el nombre de Amadeo I, hijo del rey de Italia Víctor Manuel II y el candidato de Prim, es aceptado por las Cortes en Noviembre de 1870 y jura la Constitución el 2 de Enero de 1871, siendo proclamado rey. Su reinado fue breve y lleno de obstáculos. A llegar a España, su gran apoyo, Prim, es asesinado y la inmensa mayoría de los españoles, (partidos político, republicanos. Iglesia, pueblo) no le apoyan. Amadeo I trató de agradar a todos y buscar fórmulas que propiciasen el gobierno de la nacíón, como la creación de un turno parlamentario (turnismo), con los dos partidos que le apoyaban, los constitucionales de Sagasta y los radicales de Ruiz Zorrilla, pero no supieron darle estabilidad política al país. Mientras tanto, los carlistas se habían levantado de nuevo en armas (Tercera Guerra Carlista), crecía el sentimiento republicano en el pueblo y continúa el conflicto colonial (Guerra de Cuba)     En este ambiente y tras el atentado sufrido en 1872, aprovecha un conflicto entre el gobierno de Ruiz Zorrilla y el ejército para redactar su abdicación, renunciando con ello a la corona de España, teniendo ésta lugar en Febrero de 1873. A partir de aquí solo queda el camino de la República.   


 6.-LA PRIMERA REPÚBLICA.- Las Cortes aceptaron su abdicación y, en la misma sesíón, Senado y Congreso votaron de forma conjunta la reforma de la Constitución para establecer la República. Esta duró tan solo 11 meses y tuvo cuatro presidentes Estanislao Figueras, Pi y Margall, Nícolás Salmerón y Emilio Castelar. La República tuvo que hacer frente a cuatro problemas fundamentales: el estallido de una tercera guerra carlista (dirigida por Carlos VII); las sublevaciones cantonalistas –rebeliones burguesas federalistas–; la guerra de Cuba; y las conspiraciones alfonsinas. A todo ello se sumaban las divisiones en el propio seno del partido republicano, la oposición monárquica y el descontento obrero. El primer presidente fue Estanislao Figueras, que tuvo que hacer frente a la decisión sobre el tipo de república que debería prevalecer. Para ello se eligen unas Cortes Constituyentes, que tras su formación, son mayoría los republicanos federales. Durante su gobierno se declaró en Cataluña el estado catalán.     Tras estas elecciones se formó el gobierno de Francisco Pi y Margall, que trato de satisfacer a la derecha (orden) y a la izquierda (federalismo), además tuvo que hacer frente a la guerra de Cuba y Carlista, a las aspiraciones alfonsinas lideradas por Cánovas del Castillo, a revueltas de obreros en Alcoy y Barcelona y al movimiento cantonal llevado a cabo por republicanos intransigentes. Málaga, Sevilla y Cádiz fueron las poblaciones más importantes en las que estallaron las agitaciones cantonalistas, siendo especialmente violentas en Alcoy y Cartagena. Esta insurrección cantonal precipitó su dimisión, por lo que fue elegido como presidente Nícolás Salmerón en 1873, con el apoyo de los monárquicos, el cual se dispuso a adoptar una actitud de mayor firmeza, sometiendo a los cantonalistas. El uso de la fuerza del ejército por parte de Salmerón y su negativa a firmar dos penas de muerte le hacen dimitir. Las Cortes confiaron la presidencia a Emilio Castelar (1873-1874), quien recuperó la confianza del ejército mediante una política represiva contra el cantonalismo, y promovíó una política claramente conservadora contra la crisis y la anarquía del país –que de nuevo no fue bien vista por los partidarios del federalismo–.    Se somete a una moción de censura que pierde y dimite. Cuando estaba a punto de nombrar a un quinto presidente, Eduardo Palanca, el general Pavía entra con las fuerzas de la Guardia Civil en las Cortes y las disuelve sin resistencia, entregando el poder al general Serrano, iniciándose con ello un gobierno provisional y autoritario que marcará el paso de la república a la restauración. Serrano se hace cargo de la presidencia y consigue acabar con el cantón de Cartagena, suspende la constitución de 1869, pero los conflictos carlista y cubano continúan.     En este ambiente de crisis política tomaron fuerza el partido restaurador liderado por Cánovas y partidarios de la vuelta de los Borbones al trono español a través de Alfonso XII, hijo de Isabel II.    El gobierno de Serrano, carente de ideas no pudo contrarrestar la hábil propaganda de Cánovas del Castillo a favor de Alfonso XVII, quien a través del manifiesto de Sandhurst, (redactado por el propio Cánovas, 1 de Diciembre de 1874) en el que el rey prometía a los españoles, paz, convivencia y respeto a la constitución.    Sin embargo, los acontecimientos se precipitaron ya que el general Martínez Campos llevó a cabo un pronunciamiento en Sagunto por el que proclama a Alfonso XII rey de España. La I República muere dejando paso a la Restauración. 7.-CONFLICTOS.- Durante el Sexenio democrático, los distintos gobiernos debieron de hacerle frente a varios conflictos bélicos:    a.- La guerra de Cuba.- Las aspiraciones autonomistas de Cuba llevaron a la llamada guerra Grande o de los 10 años (1868-78) iniciada con el grito de Yara, ante la falta de respuesta de las autoridades españolas a las demandas de los criollos. Entre las causas de esta guerra podemos destacar los altos cargos del gobierno cubano que estaban en manos de los peninsulares, marginando de ellos a los criollos. Cuba, gran productora de azúcar y tabaco, tenía como gran mercado a Estados Unidos, pero España no les dejaba libertad para comercializar con ellos. Una tercera causa fueron las grandes diferencias sociales entre los naturales de la isla y los peninsulares, a la vez que aún seguía existiendo la esclavitud en las plantaciones. Por último, podemos señalar la falta de autonomía. El conflicto duró 10 años por la poca atención que los españoles le dieron ya que controlaban los núcleos urbanos importantes, pero no el medio rural y la selva donde los rebeldes se hicieron fuertes. Tras la restauración de los Borbones, se le prestó más atención al problema que termina con la paz de Zanjón y con la promesa española de conceder más autonomía a la isla.     b.-La Tercera Guerra Carlista.- Se inicia con la monarquía de Amadeo I ya que los carlistas propusieron a Carlos VII para ocupar el trono. Tras el fracaso se lanzan a la guerra haciéndose fuertes en el País Vasco, Navarra y Cataluña. Durante la I República, muchos monárquicos isabelinos apoyan a los carlistas, más por oponerse a ella que por apoyar al carlismo, apoyos que les retiraron cuando Alfonso XII es proclamado rey. En 1876, las tropas alfonsinas mandadas por Martínez Campos ponen fin al conflicto con la toma de La Seu de Urgel. C.- El cantonalismo.- Los republicanos intransigentes promovieron un movimiento federalista, espontáneo y violento a partir de la proclamación de la república de Cataluña. Este se extendíó por todo el Mediterráneo apareciendo territorios independientes denominados cantones, destacando el de Málaga, Cádiz y Cartagena. Se trata de sublevaciones revolucionarias lideradas por las clases medias y apoyadas por los obreros. Pi y Margall intentó mantener el orden, pero al no conseguirlo dimitíó y le sustituyó Salmerón que optó por la intervención militar a través de los generales Martínez Campos y Pavía que las sofocaron todas menos la de Cartagena, que aguantó hasta que es sofocada por López Domínguez durante el gobierno de Serrano.  8.- CONCLUSIÓN.- A finales de 1874, después de haberse producido una revolución, una monarquía democrática, y una república que en su corta duración había atravesado por dos fases diferentes, el general Serrano se mostraba falto de perspectivas y de futuro. Ante esta situación, la monarquía borbónica aparecía como la única salida posible a tantos intentos frustrados por encontrar una solución política al país. La Restauración borbónica instauró un sistema de gobierno basado en una monarquía constitucional, fundamentada en la Constitución de 1876 y basada en la alternancia pacífica de los dos principales partidos, Conservador y Liberal, que duraría hasta la proclamación de la II República Española, en Abril de 1931 –con el paréntesis de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)–. Por lo tanto, podemos considerar que, con el golpe de Martínez Campos, culminaba la construcción del estado liberal en la España del Siglo XIX. 

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