7.1jerarquía católica. Provénía de liberales moderados, unionistas y algunos progresistas. Defendían el autoritarismo, defensa del orden público y los valores morales de la Iglesia. Tras la muerte de Cánovas destacaron Silvela, Romero Robledo, Maura y Dato. El Partido Liberal fundado por Sagasta y formado por progresistas, demócratas y ex-republicanos moderados. Representaban a la burguésía industrial y comercial, las clases medias y funcionarios. Defendían reformas sociales, educación y un cierto laicismo. En 1903 murió Sagasta y se produjo una pugna entre Santiago Alba, el conde Romanones y Canalejas, para asumir la jefatura. Los otros partidos quedaron fuera del sistema político. Tras la Guerra Carlista y la de Cuba, la “Dictadura de Cánovas” ejercíó el poder hasta 1881. Se
intentó consolidar la defensa del orden social, la monarquía y la propiedad. Se aprobó la Ley
Electoral (1878) que establecía sufragio censitario del 5%, Ley de Imprenta (1879) que consideraba
delito cualquier crítica a la monarquía o al sistema de la Restauración, Nacimiento de la Institución
Libre de Enseñanza, Ley de Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos (1876) y Prohibición de
los sindicatos obreros.
En 1880 se fundó el Partido Liberal y en 1881 comenzó un gobierno presidido por Sagasta. Se
basó en la práctica del turnismo, la restauración de la libertad de imprenta y de cátedra, la
autorización para conmemorar el aniversario de la República y la supresión de los impuestos
sobre la sal y portazgos.
En verano de 1883, desórdenes en el campo andaluz e intentonas republicanas en Badajoz y Seo
de Urgell, urdidas desde la Asociación Militar Republicana, deterioraron la situación política.
En Enero de 1884 el rey llamó de nuevo a Cánovas como presidente. Alfonso XII murió en
Noviembre de 1885, y Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto de Ostende en el que ambos acordaron
el turnismo de forma pacífica. Cánovas cedíó el poder a Sagasta para seguir el sistema y ambos
acordaron respetar al Regente.
7.2El régimen de la Restauración, basado en la alternancia de los dos grandes partidos, marginó a
amplios sectores políticos y sociales (carlismo, republicanismo, movimiento obrero y nacionalismo)
.
Los movimientos nacionalistas surgieron como respuesta al centralismo y la uniformidad cultural
impulsados por la Restauración. Destacaban la petición de autonomía del nacionalismo catalán y de
independencia del nacionalismo vasco. Los nacionalismos periféricos se apoyaron en las clases
medias y populares.
Estos movimientos cuestionan la existencia de una única nacíón española en España. Los
argumentos nacionalistas afirman que Cataluña y País Vasco, como naciones, tienen derecho a
autogobierno, basándose en la existencia de unas realidades diferenciales: lengua, derechos
históricos (fueros), cultura y costumbres propias.
Cataluña y los demás reinos de la Corona de Aragón perdieron sus leyes y fueros particulares con los
Decretos de Nueva Planta, tras la guerra de Sucesión, y durante el Siglo XIX se reavivó el
nacionalismo. El regionalismo y el nacionalismo catalán se formaron en varias etapas:
● Década 1830, se inicia la Renaixença, movimiento intelectual, literario y apolítico, basado en
la recuperación de la lengua catalana.
● 1891, Prat de la Riba, fundó la Uníó Catalanista ( partido de ideología conservadora y católica)
que aprobó las Bases de Manresa, programa en el que se reclama el autogobierno y una división de
competencias entre el estado español y la autonomía catalana.
● 1901 nace la Lliga Regionalista, con Francesc Cambó y Prat de la Riba (partido conservador,
católico y burgués que buscaba la autonomía política e intereses económicos de industriales
catalanes.)
El nacionalismo catalán tenía su base en la burguésía catalana y defendía los intereses de esta clase
social, que convivía con un movimiento obrero anarquista, de origen no catalán y un campesinado
muy influido por el carlismo.
En la década de 1890 nacíó el nacionalismo vasco, ante la pérdida de fueros tras la derrota del
carlismo (1876), en defensa de la lengua vasca y las tradiciones. Se extendíó entre la pequeña y
media burguésía(mundo rural). Sabino Arana(carlista y ultra-católicó)fundó el Partido Nacionalista
VAsco (PNV)(1895) y formuló las bases ideológicas del nacionalismo vasco:
● Independencia de Euskadi y creación de un estado vasco independiente de siete
territorios(cuatro españoles (Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra) y tres franceses (Lapurdi,
Benafarroa y Zuberoa).)
● Radicalismo antiespañol y exaltación de la etnia vasca. Racismo contra matrimonios vascos
y maketos (habitantes vascos procedentes de otras zonas de España)
● Integrismo religioso católico: Arana afirmó la subordinación del Estado a la Iglesia. El lema
del PNV será “Dios y Leyes Viejas” (continuidad con el carlismo.)
● Euskaldunización de la sociedad y rechazo de la cultural española (extranjera y perniciosa)
En Galicia nacíó a finales del Siglo XIX, apoyado por la figura de Rosalía de Castro, tuvo dos focos
diferentes: A Coruña, de ideología progresista y base en la burguésía mercantil; y Santiago, donde
brillaba un carlismo muy conservador. En la última década del Siglo XIX, el nacionalismo se organizó
en la Asociación Regionalista Gallega y, desde 1898 contó con un partido político propio, la Liga
Gallega. El nacionalismo gallego tomó fuerza en las vísperas de la Segunda República, con el Partido
Galleguista de Rodríguez Castelao y la ORGA (Organización Regionalista Gallega Autónoma) de
Casares Quiroga. En Andalucía apreció un pequeño movimiento nacionalista burgués (finales del XX), muy minoritario,
con Blas Infante quien creó las Juntas Andaluzas de Liberación.
En Valencia, con Vicente Blasco Ibáñez, surgíó un regionalismo apoyado por clases medias que no
llegó a ser un movimiento abiertamente nacionalista
7.3Tras la batalla de Ayacucho (1824) en el reinado de Fernando VII, el Imperio español se redujo a
algunas islas repartidas en el Atlántico y el Pacífico. En 1868 comenzaron movimientos independentistas en Cuba que llevaron a una sublevación popular(Guerra de Cuba) que comenzó el 10 de Octubre de 1868 con el Grito de Yara de Céspedes y cesó con la Paz de Zanjón el 10 Febrero de 1878, que establecía: régimen de autogobierno para Cuba y un sistema de control contra abusos a los trabajadores indígenas por propietarios españoles. Los gobiernos incumplieron los acuerdos y la crisis económica (1891) hizo que el gobierno de Cánovas aprobara una ley arancelaria (prohibición comercio de Cuba y EEUU). José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano (1892) que defendía la independencia. Ese año en Filipinas, José Rizal fundó la Liga Filipina. El 24 Febrero de 1895 estalló la guerra en Cuba (Grito de Baire) en la zona oriental de la isla, en la que participaron los estadounidenses a favor de la independencia ( intereses de negocio del tabaco y azúcar). Al principio, el gobierno español intentó negociar, envió al general Martíne Campos pero fracasó en la negociación y fue sustituído por el general Weyler, que mandó a 200.000 soldados, ejecutó una dura política represiva, quemó campos y agrupó a los civiles en reconcentraciones(aseguradas con trochas, para evitar el apoyo a sublevados). Fue una guerra de guerrillas y de desgaste, con superioridad militar española pero dominio del terreno de los cubanos.
La guerra se hizo impopular en España por las múltiples bajas (enfermedades en el frente). El asesinaro de Cánovas (1897) devolvíó el gobierno a los liberales que sustituyeron a Weyler por el general Blanco, se dio una amnistía y se concedíó a la isla una autonomía política, igualando a los
cubanos en derechos con los peninsulares. Desde la Península todavía consideraban posible la paz. Algo semejante ocurríó en Filipinas, donde la presencia española era más débil y limitada a las órdenes religiosas, explotación de recursos naturales y uso como punto comercial con China. En 1896comenzó una insurrección. Tropas españolas dirigidas por el general Polavieja actuaron con dureza yejecutaron a José Rizal. Los estadounidenses intervinieron a favor de Filipinas y en 1897 la rebelión estaba controlada. En ambos conflictos fue crucial la intervención de EEUU, que buscaba la guerra contra España. EEUU acusó y entró en conflicto con
España tras el fortuito estallido del Maine (15-Febrero-1898) en la bahía de La Habana, que causó 254 muertos. Tras una propuesta de compra de la isla, EEUU exige la renuncia española a la soberanía. Ante la negativa española EE UU declara la guerra en Abril. El conflicto se desarrolló paralelamente en Cuba y Filipinas y en ambos casos se resolvíó en el mar, con superioridad de la flota estadounidense. La flota en Filipinas fue destrozada en Cavite (1 Mayo) y la del Caribe en Santiago de Cuba (3 Julio). El 14 de Agosto EEUU conquista Manila. España tuvo que pedir un armisticio (12 Agosto). Por el Tratado de París (10 de Diciembre de 1898) España reconocía la independencia de Cuba y cedía a Estados Unidos la soberanía sobre Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de veinte millones de dólares. Por el Tratado Hispano-Alemán(1899), España vendíó a Alemania, por 15 millones de dólares, las islas Carolinas, Marianas y Palaos. La guerra supuso a España la pérdida de unas 120.000 vidas, muchas por enfermedades infecciosas, y los mercados coloniales. La industria nacional se recuperó pronto y la repatriación de capitales americanos permitíó un gran desarrollo de la banca española. La derrota provocó un desprestigio de los militares, que no estaban preparados para luchar contra un ejército moderno. Supuso un cambio en la mentalidad de los militares, que se inclinaron por el autoritarismo, impulsado por una ola de antimilitarismo en España. Esto provocó la injerencia del ejército en política, que culpaban de la derrota a políticos y al parlamentarismo. Las repercusiones políticas del “desastre” fueron mínimas. Siguiendo el turnismo, en 1899 Silvela sustituyó a Sagasta. Se produjo un repunte de los movimientos nacionalistas. Que consideraron a los partidos dinásticos incapaces para afrontar los cambios del nuevo siglo. A nivel internacional, España dejó de tener presencia en América para lanzarse a por territorios del Norte de África. La estabilidad económica y política que siguió al “desastre” dejó claro que la crisis del 98 fue principalmente moral e ideológica de la población lo que impulsó el Regeneracionismo (movimiento ideológico) donde destacó Joaquín Costa.