A. LA PRIMERA PARTE DEL REINADO DE Alfonso XIII Y LOS PROYECTOS DE REGENERACIONISMO POLÍTICO (1902-14).
1. Principales conflictos al inicio del reinado
En 1902 es reconocido mayor de edad Alfonso XIII por las Cortes con 16 años, pero de inmediato aparecen problemas graves en el panorama nacional que amenazan la continuidad del sistema de la Restauración: 1- Surge la necesidad d dar autenticidad y mayor apoyo social al sistema político.
Se intentó fomentar y favorecer a las clases medias urbanas y rurales para ampliar las bases y apoyos sociales al sistema, y superar el predominio de la burguésía. 2- Mejorar las condiciones legales y la vida de las clases populares. En 1903 se crea el Instituto de Reformas Sociales; en 1906 se publica el
Reglamento de Inspección de Trabajo; en 1907 se promulga la Ley de Emigración; en 1908 se crea el Instituto Nacional de Previsión; y en 1909 se promulga la Ley de Huelga. 3- El régimen intentó integrar a las nuevas fuerzas políticas en auge. Desde 1910, el PSOE logra su primer diputado y supera las trabas del sistema para obtener voz parlamentaria; desde 1901el catalanismo comienza a mostrar su éxito electoral a través de la Lliga Regionalista y en 1906 se funda Solidaritat Catalana, con mayor pluralismo político; en 1908 se funda el Partido Republicano Radical bajo la dirección de Alejandro Lerroux; en 1902 Melquiades Álvarez funda el Partido Republicano Reformista con apoyo de intelectuales de la talla de José Ortega y Gasset y Manuel Azaña.
Hasta el inicio de la I Guerra Mundial se mantuvo cierto espíritu regeneracionista y de cambio en la vida política del sistema, como mecanismo impulsor resultado de la profunda conmoción que provocó el Desastre del 98. Desde el poder político se habla de revisionismo, dado que lo que se pretendía era revisar el sistema, modificando lo necesario para superar losvicios y las disfunciones del sistema y adaptarlo a las nuevas demandas sociales y políticas.
Alfonso XIII se identificó con el sistema político del liberalismo moderado o doctrinario del Siglo XIX, reflejado en los postulados de la Constitución de 1876, en particular en lo referido a la soberanía compartida, la designación del Gobierno o la retirada de la confianza en éste (forzar la dimisión del Gobierno); según avance el reinado la responsabilidad política del monarca en el devenir de los acontecimientos será muy alta y la oposición al sistema de la Restauración acabará por afectar a la propia figura del rey. Cabe añadir que el rey, siempre se decantará por el Ejército cuando se sucedan conflictos entre el poder civil y el poder militar.
2. La situación de los partidos dinásticos
El cambio de siglo lleva a una renovación generacional en la dirección de los partidos dinásticos:
• Partido Conservador: tras la muerte de Cánovas, Francisco Silvela dirige y participa en los gobiernos conservadores (1902-05): pretende renovar la vida política del régimen.
Posteriormente, Antonio Maura, se convierte en el máximo exponente del regeneracionismo oficial, opuesto abiertamente al caciquismo imperante, Maura pretende realizar una “revolución desde arriba”, y busca la pureza efectiva de las elecciones. Maura va a presidir los gobiernos de 1903-04 y 1907-09, concediendo autonomía a los ayuntamientos y diputaciones, reconociendo las regiones (Cataluña, País Vasco) y llegando a acuerdos con los catalanistas.
Partido Liberal: sin líderes definidos tras la muerte de Sagasta (1903): Eugenio Montero Ríos, Segismundo Moret dirigen al partido, hasta que José Canalejas alcanza el liderazgo en el partido, como Maura, se ha formado dentro de la élite intelectual de la Institución Libre de Enseñanza. Preside el gobierno entre 1909-12, tras los sucesos de la Semana Trágica: aplica un programa de reformas, incluyendo la llamada cuestión religiosa, “la Ley del Candado”, que limita los privilegios de la Iglesia; reduce el servicio militar obligatorio, suprimiendo la redención en metálico; establece reglamentos laborales; lleva a cabo una política social de reducción de impuestos indirectos en favor de un impuesto progresivo sobre la renta; aprueba la Ley de Mancomunidades, que permite a las diputaciones gestionar servicios públicos,particularmente importante en Cataluña. Este programa de reformas pierde impulso al morir víctima de un atentado anarquista en Madrid en Noviembre de 1912. Hasta entonces, el sistema de la Restauración había superado el problema colonial marroquí, había logrado implicar al nacionalismo catalán dentro del régimen y había sometido por la fuerza los conflictos obreros.
3. Hacia un mayor pluralismo político
Los intentos de “revolución desde arriba” se basaban en la aplicación de propuestas regeneracionistas, comunes a todos los ámbitos del país desde la Crisis de 1898, para farantizar la supervivencia del sistema de la Restauración cada vez más desligado de la realidad social del país y evitar la “revolución desde abajo”. Los gobiernos conservadores de Maura, y los liberales de Canalejas buscaron esos objetivos, pero no más allá de sanear la vida política, sin alterar las bases de funcionamiento del sistema.
El turnismo bipartidista se mantuvo hasta 1917, pero a la vez los partidos dinásticos pierden representatividad en las Cortes en favor de otras fuerzas: