Qué implicación tiene la aceptación del sur sufragio universal para la burguesía

10.1.1. La proclamación y la instauración de la II República.  La Constitución de 1931


Tras conocerse el resultado de las elecciones municipales del 12 de Abril, el día 14, fue proclamada la República en diversas ciudades españolas. Alfonso XIII suspendíó la potestad real y partíó al exilio. El Comité Revolucionario republicano se convirtió en Gobierno Provisional de la República. La República fue recibida con un gran entusiasmo popular y con la esperanza de un cambio radical: crear un auténtico sistema democrático, iniciar amplias reformas económicas y sociales y desarrollar formas culturales más libres. Pero nacíó en circunstancias difíciles (crisis económica de los años 30 y ascenso del fascismo). En España, sus bases sociales eran amplias pero diversas. Apoyaron la República sectores de las clases medias de las ciudades más dinámicas y los obreros socialistas. En el Gobierno Provisional de la República, había ministros de la derecha republicana (Alcalá Zamora, presidente de gobierno)
, republicanos de centroderecha (Alejandro Lerroux, en Estado), republicanos de izquierda (Manuel Azaña, en Guerra), nacionalistas catalanes y republicanos galleguistas y del PSOE (Indalecio Prieto, Largo Caballero, en Trabajo). El Gobierno concedíó la amnistía política, restablecíó las libertades y convocó elecciones a Cortes constituyentes para el día 28 de Junio. Ganadas por la Conjunción republicano-

Socialista

Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931, de carácter democrático-
social, promulgada el 10 de Diciembre. La declaración de derechos del ciudadano era amplísima. Se declaraba que el Estado era integral (unidad de España), pero reconocía el derecho de autonomía de las regiones. Se creaban unas Cortes unicamerales, la base del sistema, como representantes de la Soberanía Nacional, con un amplio poder legislativo, elegidas por Sufragio Universal (incluyendo a las mujeres), por un periodo de 4 años. Tenían Diputación permanente y voto de censura al Gobierno. El poder ejecutivo se repartía entre el Gobierno (que necesitaba la doble confianza del Presidente de la República y de las Cortes) y el Presidente de la República (Jefe del Estado), que era elegido, por 6 años, por el voto conjunto de las Cortes y de unos compromisarios, iguales en número a los diputados, elegidos por Sufragio Universal. El Presidente era un poder moderador del sistema Con respecto al poder judicial, se establecían un Tribunal Supremo y un Tribunal de Garantías Constitucionales. Se declaraba que el Estado era laico, sin religión oficial y la libertad de conciencia y de cultos. La educación y la cultura eran una obligación del Estado que tenía que garantizarlas y extenderlas. Aprobada la Constitución, se eligió como Presidente de la República a Niceto Alcalá Zamora.


10.1.2. El Bienio Reformista (1931-33) Las principales reformas


La coalición republicano-socialista que proclamó la República y constituyó el Gobierno Provisional presidido por Alcalá-Zamora fue disminuyendo. Primero la abandonó la derecha republicana de Alcalá Zamora, que, al no apoyar los artículos constitucionales de carácter religioso, dimitíó como presidente de Gobierno Provisional y fue sustituido por Manuel Azaña (Octubre de 1931). Aprobada la Constitución (Diciembre 1931), el Partido Radical de Lerroux no quiso formar parte del primer Gobierno Constitucional de la República, por oponerse a la presencia de ministros socialistas. De Diciembre de 1931 a Septiembre de 1933, Manuel Azaña presidíó una serie de gobiernos reformistas que representaban una alianza más reducida que la que instauró la República, aunque más homogénea (republicanos de izquierda y socialistas). Los distintos gobiernos del Bienio Reformista emprendieron una serie de reformas que afectaban a todos los órdenes de la vida política y social y podrían conllevar cambios radicales en el Estado y en la sociedad española.
Se abordaron problemas que atenazaban el desarrollo de la sociedad española desde comienzos del s-XIX. Las principales reformas fueron:

1) La Ley de Reforma Agraria (1932), frente al predominio del latifundio en el sur de España, pretendía redistribuir las tierras para terminar con la miseria jornalera y con la escasa productividad. La Ley permitía expropiar 13 tipos de fincas (antiguos señoríos, deficientemente cultivadas). El Instituto de la Reforma Agraria (IRA) indemnizaba a los propietarios expropiados y facilitaba el asentamiento de los campesinos. La reforma se aplicó con muchas limitaciones (escasos recursos). Muchos propietarios, opuestos a la Reforma Agraria, se aliaron contra el régimen. Los campesinos, decepcionados por sus resultados, adoptaron posturas revolucionarias (ocupación de tierras).

2) Las reformas laborales del Ministerio de Trabajo de Largo Caballero. Se establecíó la obligación del contrato de trabajo y la jornada de 8 horas. Se crearon los jurados mixtos (nombrados de forma paritaria por las asociaciones obreras y patronales), encargados de elaborar las
bases de trabajo. Esta legislación laboral provocó la oposición de la patronal y de la CNT.



3) La reforma del Ejército. El problema militar estribaba en un ejército con excesivos oficiales, mal dotado y organizado. Azaña, como Ministro de la Guerra, el 23 de Abril, establecíó el juramento de fidelidad de los militares hacia la República. Quienes no lo hicieran causarían baja en el Ejército. El día 25, se publicaba el decreto de retiros que permitía pasar al retiro a los militares que lo pidieran, conservando el sueldo. Estas reformas no crearon un Ejército adepto a la República.  Al contrario, la revisión de los ascensos por méritos de guerra en África creó gran malestar.

4) Las reformas religiosas. La Constitución declaró la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto de culto y clero. Se permitíó el divorcio y el matrimonio civil. Se prohibíó la enseñanza y las actividades económicas a todas las órdenes. La jerarquía católica se opuso a estas medidas y movilizó a la opinión católica en su contra. NOTA: (la Iglesia seguía teniendo gran influencia entre las clases medias rurales y sectores de la burguésía urbana provinciana).

5) La reforma educativa. Se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. Se promovíó el desarrollo cultural de sectores sociales populares (las Misiones Pedagógicas encaminadas a difundir la cultura en las zonas rurales (bibliotecas, cines, teatro); las Universidades Populares, que ligaban la enseñanza con los ámbitos obreros). 

6) La Constitución reconocía la personalidad de las regiones y el derecho a la autonomía. En 1932, se aprobó el Estatuto de Cataluña, con gobierno y parlamento propios, con competencias económicas, sociales, educativas y culturales, y se reconocía la cooficialidad del catalán. Las primeras elecciones autonómicas las ganó ERC y Maciá fue elegido presidente de la Generalitat. En el País Vasco, hasta Octubre de 1936, en plena Guerra Civil, no se aprobó el estatuto de autonomía.


10.1.3. Adversarios del reformismo y conflictividad social. El fin del Bienio Reformador


El régimen republicano encontró la oposición de los sectores más afectados por las reformas (Iglesia, Ejército, propietarios agrarios, organizaciones patronales). Se crearon nuevas organizaciones políticas en la derecha no republicana: 1) la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), coalición de la derecha católica, dirigida por Gil Robles. 2) Los monárquicos alfonsinos, fundaron Renovación Española, liderada, desde la vuelta de su exilio, en 1934, por José Calvo Sotelo. 3) Los carlistas se agrupaban en Comunión Tradicionalista. 4) Los grupos fascistas: las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. 1931), unidas, en 1934, a Falange Española (creada en1933), dirigida por José Antonio Primo de Rivera, formándose FE de las JONS.  La oligarquía de la Restauración (aristocracia y gran burguésía), fue el grupo social más perjudicado por las reformas republicanas. Pero, en su oposición a la República, encontró el apoyo de sectores de las clases medias rurales y de ciudades provincianas (temerosas de la transformación de la propiedad y de la política religiosa del primer bienio de la República). Un sector del ejército, dirigido por el general Sanjurjo protagonizó un Golpe de Estado para forzar el viraje de la República hacia la derecha (Agosto 1932), pero fracasó. En 1933 se creó la UME (Uníón Militar Española), organización clandestina de militares derechistas y antirreformistas. La lentitud de las reformas provocó una gran conflictividad social. La CNT y la FAI protagonizaron las sublevaciones anarquistas (en el Alto Llobregat (1932) y en Andalucía (Casas Viejas, 1933)). A lo largo de 1933, fue cada vez mayor la crisis de la coalición republicano-socialista y el desgaste del gobierno Azaña, desacreditado por la dura represión en Casas Viejas. Alcalá Zamora retiró su confianza a Azaña y forzó su dimisión como presidente del Gobierno (Septiembre 1933), disolvíó las Cortes, y convocó elecciones para Noviembre de 1933.

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