DIPUTACIÓN DEL REINO DE NAVARRA
Institución de gobierno del Reino de Navarra que apareció para defender los fueros, controlando y desarrollando la labor de las Cortes, en el siglo XVI (establecida de forma permanente en 1576). Era una corporación que representaba a los tres estados, componiéndose de siete miembros. Sus principales funciones eran: vigilar la ejecución de las decisiones de las Cortes, aplicar las leyes, defender el derecho foral, supervisar los asuntos económicos y acuñar moneda, organizar el ejército y mantener las relaciones con los demás reinos. Con el paso de los siglos se convirtió en un pilar fundamental del reino. Fue suprimida con la Ley de Modificación de Fueros y sustituida por la Diputación Provincial, luego Diputación Foral de Navarra, ejerciendo las funciones de Gobierno.
VALIDOS
Personalidades políticas que gozaron de la confianza de los reyes de la monarquía hispánica (Austrias menores) en el siglo XVII. Los validos o privados ocuparon una posición decisiva entre los monarcas y las instituciones gubernamentales y acabaron asumiendo las funciones de gobierno, ya que estos reyes renunciaron expresamente a ejercer las tareas de gobierno. Durante el siglo XVII destacaron el Duque de Lerma con Felipe III, el conde-duque de Olivares con Felipe IV y Juan José de Austria con Carlos II.
EXPULSIÓN DE LOS MORISCOS
Acontecimiento histórico que tuvo lugar en los territorios de la monarquía hispánica entre 1609 y 1613, bajo el reinado de Felipe III. Los Reyes Católicos forzaron a los musulmanes que vivían en sus territorios a convertirse al cristianismo, pasando a denominarse moriscos. En muchos casos sus conversiones fueron superficiales, fruto de la presión ejercida, y no se integraron en la sociedad cristiana, conservando su lengua, cultura y religión. La Rebelión de las Alpujarras aumentó la desconfianza hacia este grupo social, acusado de ser cómplice de los ataques berberiscos y turcos en el Mediterráneo. El mandato de Felipe III supuso la expulsión de unas 300.000 personas, teniendo graves consecuencias negativas económicas y demográficas, especialmente para Levante y Aragón.
PAZ DE LOS PIRINEOS
Tratado internacional firmado entre la monarquía francesa de Luis XIV y la española de Felipe IV en la isla de los Faisanes (en el río Bidasoa, frontera entre ambos reinos) en 1659.
GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA
Conflicto dinástico ocurrido en España y Europa entre 1701 y 1713. Tras la muerte de Carlos II sin descendencia directa, la entronización de Felipe de Anjou, provocó el rechazo del Sacro Imperio, Inglaterra, Holanda, Portugal, del ducado de Saboya y de la Corona de Aragón, que apoyaron militarmente al otro pretendiente al trono español, el archiduque Carlos de Austria. El nombramiento como emperador de Austria del archiduque Carlos en 1711, llevó al reconocimiento de Felipe V como rey de España, que tuvo que renunciar a sus derechos al trono francés y a las posesiones españolas en Europa con la firma de los tratados de Utrecht y Rastatt. La Guerra de Sucesión española tuvo como consecuencia la instauración de la casa Borbón en España. El conflicto nacional continuó en Cataluña y Mallorca hasta 1715, cuando las tropas borbónicas ocuparon estos territorios.
DECRETOS DE NUEVA PLANTA
Conjunto de leyes promulgadas por Felipe V en los territorios que integraban la Corona de Aragón, entre 1707 y 1716. El primero fue el de los reinos de Aragón y Valencia (1707), el segundo el del reino de Mallorca (1707) y el tercero el del Principado de Cataluña (1716). Estos decretos suprimieron las leyes e instituciones propias de cada uno de estos territorios que integraban la Corona de Aragón. En ellos se impusieron las leyes y la organización política y administrativa propias de Castilla y una nueva demarcación provincial con capitanías generales, audiencias, corregidores e intendentes. En parte, suponían una respuesta al apoyo que estos territorios habían prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión. En conclusión, se configuró un Estado centralizado y uniforme, con una organización política y administrativa común, donde solo se respetaron las prerrogativas históricas de vascos y navarros por su apoyo a Felipe V en dicha guerra.
DESPOTISMO ILUSTRADO
Forma de gobierno practicada por ciertas monarquías europeas del siglo XVIII. Los reyes del despotismo ilustrado trataron de aplicar en sus países determinadas medidas ilustradas de corte reformista, pero sin renunciar a su condición de monarcas absolutos. Querían aumentar la prosperidad y felicidad de sus súbditos, pero sin permitir su participación política. En España destacó Carlos III (1759-1788), quien promovió reformas económicas y sociales, apoyó mejoras en la educación y defendió el poder del Estado frente a la Iglesia (regalismo). Algunos de los responsables de este programa reformista fueron los políticos ilustrados Campomanes, Floridablanca y Jovellanos.
SEXENIO DEMOCRÁTICO
Contexto: El pacto de Ostende 1866 entre progresistas y demócratas para derrocar a Isabel II y desemboca en un levantamiento contra el gobierno y la monarquía. Desarrollo: 1-Revolución y gobierno provisional (1868-1870): La revolución de La Gloriosa, el 18 de septiembre de 1868, se inicia en Cádiz por el brigadier Juan B. Topete, el general Prim y el general Serrano, denunciando la corrupción monárquica, formando un gobierno provisional y convocando a las Cortes Constituyentes por un sufragio universal masculino. Los gobernantes agrupan el ejército en Madrid y las tropas borbónicas son derrotadas en la batalla de Alcolea. Exilio de Isabel II. La Constitución de 1869 fue muy democrática y definía derechos (manifestaciones) y libertades (enseñanza y religión), el sufragio universal masculino, se establece la monarquía parlamentaria (rey y reina no gobiernan), así que las Cortes no elaboran leyes y el rey no puede retirarlas pero sí modificarlas y elegir ministros. 2-Monarquía de Saboya (1871-1873): Tras la Constitución debían elegir a un nuevo monarca y el general Prim nombra a Saboya contando con el apoyo reducido de las Cortes (progresistas y unionistas). Prim fue asesinado antes de su proclamación. 3-La Primera República (1873-1874): Tras la renuncia de Amadeo, el Congreso y el Senado ponen solución al vacío de poder. Pi y Margall proponen la proclamación de la república, mientras que los monárquicos lo ven como sospechoso, los republicanos lo ven como ruptura. El proyecto constitucional (que no estaba aprobado) sugería soberanía nacional y Cortes unicamerales.
CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN Y GUERRA
Carlos III fue el rey que destacó en España durante el despotismo ilustrado, puesto que promovió reformas económicas y sociales, apoyó mejoras en la educación y defendió el poder del Estado frente a la Iglesia. El despotismo ilustrado fue una forma de gobierno practicada por ciertas monarquías europeas del siglo XVIII. Los reyes trataron de aplicar en sus países determinadas medidas ilustradas de corte reformista, pero sin renunciar a su condición de monarquías absolutas. Querían aumentar la prosperidad y felicidad de sus súbditos, pero sin permitir su participación política. Cuando Carlos IV ascendió al trono, se vio obligado a cerrar las fronteras con Francia, puesto que allí se estaba dando la Revolución Francesa y el monarca era consciente de que si esas ideas llegaban a España, él tendría el mismo destino. También suprimió toda influencia ilustrada y nombró a Manuel Godoy secretario de Estado. Tras la derrota contra Francia y la paz de Basilea en 1795, España quedó subordinada a los intereses franceses.
REINADO DE FERNANDO VII
Durante la guerra de la independencia, la Junta Suprema Central convoca las Cortes inauguradas en Cádiz y desarrollan una labor legislativa importante, la Constitución de 1812, se pone fin al Antiguo Régimen y se sientan las bases de un sistema liberal. La llegada de Fernando VII supone la desconfianza de los liberales, ya que no cumplió sus promesas de acatamiento del régimen liberal. Con el decreto del 4 de mayo de 1814, el monarca anula la Constitución de 1812 y las Cortes de Cádiz. Procede a restaurar el Antiguo Régimen. No pudo reconstruir un país deshecho por la guerra y, ante las revueltas del pueblo, ejerció la represión. El 1 de enero de 1820, Rafael de Riego se sublevó en Cabezas de San Juan al frente de una compañía de soldados. Riego restaura la Constitución de 1812, obligando al rey a aceptarla. Se celebran elecciones donde ganarán los liberales, reformando las Cortes de Cádiz y llevando a cabo una importante obra reformista. Con el objetivo de la abolición del Antiguo Régimen, Fernando se opuso y obstaculizó cuanto pudo, intentando ganar tiempo. Con el descontento de la población, se crearon partidos absolutistas contra los liberales: los moderados, partidos de reformas favorables a las élites sociales, y los exaltados, en defensa inapelable de las libertades y el desarrollo pleno de la Constitución. En 1823, entran en España la Santa Alianza junto a un ejército al mando de los Cien Mil Hijos de San Luis y reponen a Fernando VII como monarca absoluto. Este reprimió violentamente a los liberales y, al ver las graves dificultades públicas, buscará colaboración con los liberales moderados para un remedio ante la crisis, la cual llevará a la desconfianza de los absolutistas realistas que se posicionaron a favor de Carlos María Isidro. El final de este periodo se marca con un conflicto dinástico, ya que Fernando VII tiene una hija, Isabel, por lo que anulará la ley Sálica mediante la pragmática sanción. A partir de este momento, las fuerzas partidarias del Antiguo Régimen se agruparán en torno a Carlos María Isidro. Próximo a su muerte, Fernando VII establece la regencia de María Cristina, quien busca apoyo en los liberales para Isabel. Tras morir, Isabel heredó el trono y Carlos se autoproclamó rey de España, dando inicio en el norte a la Primera Guerra Carlista.