El Reinado de Isabel II: La Década Moderada

La consolidación definitiva del régimen liberal se produjo bajo la hegemonía del liberalismo moderado durante el reinado de Isabel II. Esta época tiene dos características principales: la reina casi siempre se apoyó en los elementos liberales más moderados para formar el gobierno y la omnipresencia del ejército en asuntos políticos.

Moderados, progresistas y otros partidos pelearon entre sí por imponer sus criterios y favorecieron la aparición de graves tensiones sociales que hicieron el reinado de Isabel II uno de los más inestables. Se puede dividir en tres etapas:

  • Decada moderada
  • Bienio progresistas
  • Vuelta al moderantismo

La primera etapa fue la década moderada. En esta etapa la reina Isabel II encargó formar gobierno a Narváez, que gobernó con mano dura. El nuevo régimen se asentó sobre el predominio social, económico y político de la burguesía terrateniente.

Sus principales actuaciones fueron:

  • Constitución moderada de 1845: la redactó Narváez, en la que daba más poder a la corona y al gobierno y se limitaban los del parlamento. Establecía que la religión católica era la oficial del estado y la única permitida y suprimía la milicia nacional y restringía la libertad de imprenta.
  • Reformas político-administrativas: las reformas fueron de carácter centralizador y uniformizador, como la ley fiscal, el código civil y el código penal. Se creó también la guardia civil, que se encargaría de mantener el orden público. Se creó la ley de administración local, en la que los alcaldes serían nombrados por la corona. Se reguló el sistema de instrucción pública.

La labor legislativa de los moderados estuvo condicionada por la inestabilidad ministerial. La corrupción política y económica y el autoritarismo de los gobiernos moderados hicieron que las clases populares apoyaran un alzamiento liberal de carácter progresista.

Sectores moderados y progresistas contrarios al gobierno elaboraron el manifiesto de Manzanares.

EL REINADO DE ISABEL II: BIENIO PROGRESISTA, VUELTA AL MODERANTISMO Y CLM CON ISABEL II

Los primeros años del reinado de Isabel II estuvieron dirigidos por Narváez. Sin embargo, la oposición inició el bienio progresista.

Esta etapa se inició con un pronunciamiento militar en Vicálvaro y su instigador fue O’Donnell. Los sublevados expusieron sus ideas en el manifiesto de Manzanares que fue firmado por progresistas y por demócratas. Este manifiesto fue redactado por Cánovas del Castillo. La reina dio el poder general a Espartero, siendo nombrado O’Donnell ministro de guerra.

Se distinguen al inicio del bienio progresista tres sublevaciones: la de las élites descontentas frente al sistema moderado; la de los progresistas con la intención de una mayor democratización del país; y la de las capas populares en busca de mejoras políticas, sociales y económicas.

Sus principales actuaciones fueron:

  • Ley general de ferrocarriles, siendo el estado el principal impulsor.
  • Segunda desamortización: la ley Madoz ampliaba la desamortización a las tierras comunales de los municipios.
  • Ley de sociedades de crédito.
  • Constitución de 1856: esta era una constitución de carácter progresista y no llegó a proclamarse. Se limitaba el poder de la corona, se proclamaba soberanía nacional, las cortes pasaban a tener mayor autonomía y el senado era elegido por el pueblo. Se restablecía la milicia nacional, se ampliaba el sufragio y se reconocía el principio de libertad de conciencia.

Las diferencias entre Espartero y O’Donnell surgieron pronto, O’Donnell creó un nuevo partido, la Unión Liberal, que estaba entre los moderados y progresistas.

La reacción de los moderados, la presión de la corona, la oposición de los sectores eclesiásticos y el enfrentamiento abierto entre Espartero y O’Donnell provocaron la caída del gobierno progresista y la vuelta al moderantismo.

Los moderados volvieron al poder con Narváez y los unionistas con O’Donnell que tomaron las riendas del gobierno de 1858 a 1863, se denominó gobierno largo, donde se impulsó un cierto reformismo en política interior y se aprovechó una época de prosperidad económica. Este periodo de prosperidad también tuvo conflictos como las nuevas intentonas del carlismo hasta los levantamientos de campesinos.

Una crisis política hizo que O’Donnell fuese sustituido por los moderados.

Frente a la política conservadora crecían en España otras opciones que pedían mayor libertad y mayor número de derechos, los republicanos y las primeras organizaciones obreras.

Los moderados respondieron a estas demandas de libertad con represión y violencia, como en la noche de San Daniel, que fue una protesta estudiantil duramente reprimida por el ejército. Esta fuerte represión devolvió el poder a Narváez.

O’Donnell intentó hacer un acercamiento a los progresistas pero hubo un levantamiento en el seno de las fuerzas armadas por lo que O’Donnell rompió los diálogos. Esto provocó otro levantamiento protagonizado por los sargentos del cuartel de San Gil que acabó con la figura política de O’Donnell.

Vuelven a asumir el poder los moderados con Narváez. Este aceleró una alianza entre los progresistas, demócratas y parte de unionistas que se concretó con la firma del pacto de Ostende que incluía un acuerdo para derrocar a Isabel, crear juntas revolucionarias, nombrar asamblea constituyente elegida por sufragio universal y refundar el estado.

Tras las muertes de O’Donnell y Narváez se produjo una sublevación general antidinástica. Se iniciaba así la revolución conocida como la gloriosa iniciando el sexenio democrático.

CLM

Durante la época de Isabel II tuvo mucha importancia el castellano manchego Espartero, que fue el artífice de la derrota de los carlistas en la I guerra carlista, también fue regente de Isabel. Tras la expulsión de la reina se le ofreció ser rey pero él no aceptó. Nuestra región siguió siendo rural, la industrialización no tuvo lugar debido a la falta de burguesía potente. Durante la I guerra carlista la región jugó un papel importante al estar en una zona de paso entre Andalucía y Levante hacia Madrid. Los partidarios de Carlos le nombraron rey en Talavera y los progresistas realizaron el manifiesto en Manzanares.

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