1. Los reinos germánicos: Lo que era el Imperio Romano de Occidente se dividió en reinos germánicos. En Francia se pusieron la tribu germánica de los francos, en Hispania los visigodos, en Italia los ostrogodos y después los lombardos, y en Britania los anglos y sajones. Cada reino lo gobernaba un rey. Las diferentes guerras entre romanos y germanos hicieron que hubiera inseguridad, saquearon las ciudades y la población se fue de las ciudades donde buscó la ayuda de ricos. La economía se basó en la agricultura y la ganadería, por lo que el comercio casi desaparece. Como la sociedad empobreció, quedaron escasos restos del arte germánico. Destacan las pequeñas iglesias visigodas y piezas de orfebrería. Los germanos eran una minoría. Al principio, los romanos y germanos tenían distintas costumbres y religiones, pero luego se mezclaron. Los germanos adoptaron el latín y el cristianismo como religión.
2. El esplendor de Justiniano: El Imperio Bizantino, un imperio urbano: El más importante de los emperadores bizantinos fue Justiniano, que gobernó junto a Teodora. Justiniano intentó reconstruir el Imperio Romano. Sus ejércitos, comandados por Belisario y Narses, conquistaron muchas tierras en el Imperio de Occidente. Para gobernar un imperio tan extenso, era necesaria una buena organización. El emperador concentraba todos sus poderes, dirigía el ejército y era jefe religioso. Se apoyaba en una amplia red de funcionarios especializados en ejecutar las órdenes del emperador y un poderoso ejército que defendía las fronteras. Había un cuerpo de diplomáticos que mantenía las relaciones con otros pueblos. Se instauró el Código de Justiniano. Era un imperio urbano porque las ciudades siguieron siendo importantes, destacando Constantinopla, Éfeso, etc. Las ciudades eran sede de los obispados, de las instituciones de gobierno y del ejército. En ellas se desarrolló una artesanía de gran calidad y eran el centro de los intercambios comerciales. El Imperio Bizantino gozó de una prosperidad económica. Dominaron el comercio mediterráneo y las rutas que unían Europa con Asia y África. Por eso, las monedas bizantinas fueron el principal medio de pago en el Mediterráneo.
3. El Islam, una civilización brillante: La civilización islámica era una de las más desarrolladas de su época. La economía se sustentaba en tres cosas:
- La agricultura: era muy buena. Los musulmanes extendieron el riego y los productos como el arroz.
- La artesanía: era de gran calidad, cerámica, armas.
- El comercio: adquirió un gran desarrollo. Viajaban por tierra y mar comprando y vendiendo cosas como seda, algodón y especias en Asia, oro y marfil en África y metales en Europa. El esplendor económico provocó el crecimiento de las ciudades donde se concentraba la artesanía o el comercio. Por eso, el zoco era el lugar más activo. Damasco fue una de las ciudades más importantes. Los musulmanes desempeñaron un papel muy importante en el desarrollo cultural de la humanidad. Adoptaron las innovaciones de otros pueblos, llevaron a África la fabricación del papel y nuevos objetos, y hubo cambios en la astronomía y medicina con figuras como Avicena y Averroes. Además, crearon grandes bibliotecas.
4. El feudalismo: El feudalismo fue un nuevo sistema social que tenía las siguientes características: cada gran noble obtuvo el poder total sobre sus tierras, el poder del rey se limitó a los territorios que gobernaba directamente. Los nobles aceptaron la ley del rey mediante el vasallaje. Los nobles se convertían en vasallos del rey en una ceremonia llamada homenaje, donde se arrodillaban y besaban la mano del rey. El monarca realizaba la investidura, por la que cedía una porción de tierras, el feudo, a su vasallo a cambio de ayuda. A su vez, los nobles podían tener vasallos propios, que eran nobles menos importantes. Así se formó una cadena de lazos personales. Este sistema dio lugar a guerras frecuentes por rebeliones.
El feudo: Las tierras que recibía el noble del rey se llamaban feudo o señorío. En cada feudo había un castillo, varias aldeas y tierras de cultivo. Se dividían las tierras en las reservas y los mansos. Las reservas eran la parte de las tierras explotadas por el propio señor, los cultivos eran del señor. Los mansos eran tierras que el señor dejaba a los campesinos, a cambio de ello los campesinos pagaban rentas con dinero o servicios personales. En el feudo había bosques que eran del señor. En sus feudos, los señores impartían justicia y cobraban impuestos. Al atravesar los dominios, pagaban peaje y los puentes.
5. Partes de un castillo: Patio, herrería, torre del homenaje donde habitaba el señor y su familia, pozo, muralla, torreón, almenas, foso, puente levadizo, adarve, barbacana.