Desamortizaciones en España en el siglo XIX
Es un gráfico de barras simple que representa las desamortizaciones eclesiástica y civil. La desamortización es un conjunto de leyes que suprimen la amortización y supone la venta de la propiedad institucional improductiva para ser explotada por nuevos propietarios, permite aumentar la recaudación de fondos para la Hacienda del Estado. Esto significa acabar con la estructura de la propiedad del Antiguo Régimen. En España se da en el siglo XIX en un proceso que arranca con los decretos de las Cortes de Cádiz, continúa con Mendizábal (1836) y termina con la desamortización general de Madoz (1855).
Las leyes desamortizadoras suelen coincidir con momentos en los que los progresistas acceden al poder. Aunque modernizó la estructura de la propiedad de la tierra, aumentó su concentración, agravando el problema agrario en España. Presenta una leyenda con dos aspectos, en color negro los bienes civiles y en blanco los bienes eclesiásticos.
Este gráfico tiene un eje vertical que representa Millones de Reales de Vellón mientras que el eje horizontal representa periodos de tiempo desde 1836 hasta 1867. La mayor desamortización de los bienes eclesiásticos se da de (1836-1844) perteneciente a la desamortización eclesiástica de Mendizábal (1837-1849), que se inició en una etapa de gobierno progresista durante la regencia de María Cristina, y consistió en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por lo que se la conoce también como desamortización eclesiástica. Mientras que la mayor de los bienes civiles se produce de (1858-1867) ya que pertenece a la desamortización general de Madoz (1855-1867), que se inició durante el reinado efectivo de Isabel II, en el bienio progresista, e incluía todo tipo de tierras amortizadas: las de la Iglesia y las de propiedad municipal.
De 1855 a 1856 se puede observar que están casi equiparados porque Madoz incluía las dos desamortizaciones cuyos objetivos fueron: reducir la deuda pública, destinar ingresos para financiar la construcción de las infraestructuras necesarias para modernizar la economía. En cambio, de 1845 a 1854, el gráfico de los bienes eclesiásticos es mayor que el de los civiles porque la desamortización de Mendizábal no incluía las dos. Los objetivos de esta desamortización fueron tres: sanear la Hacienda, financiar los gastos de la guerra civil y convertir a los nuevos propietarios en adeptos para la causa liberal.
Los grupos sociales afectados en la desamortización de Madoz fueron la Iglesia, las órdenes militares, los carlistas y la burguesía que fue la gran beneficiaria. Por otro lado, los grupos beneficiarios de estas ventas en la desamortización de Mendizábal fueron los que tenían títulos de la Deuda pública y los burgueses, además de los propietarios agrícolas que disponían de capital para invertir en la compra de tierras. No obstante, la gran perjudicada fue la Iglesia.
Las consecuencias de la desamortización de Mendizábal fueron el éxito relativo en la obtención de créditos y suministros, adhesión de grandes propietarios a la causa liberal, y el descontento del campesinado. Las consecuencias de Madoz fueron la tensión con la Santa Sede, se duplicaron los ingresos de la anterior, se construyó el ferrocarril, se creó la ley de Sociedades Anónimas de crédito y surgieron disturbios sociales y levantamiento del partido carlista. Ambas tenían tres aspectos semejantes: sanear la Hacienda, las dos se dan en el periodo progresista y desamortizaron los bienes eclesiásticos.
Como conclusión, la agricultura vivió una reforma basada en la supresión del régimen señorial y la desaparición de los mayorazgos. Con las desamortizaciones se liberalizó la agricultura. La mayor parte de la tierra pasó a manos de propietarios privados individuales.
En definitiva, es una fuente secundaria (historiográfica) que no resulta de tanto valor como una fuente primaria (histórica). Aunque aporta información a través de un gráfico de las desamortizaciones eclesiástica y civil.
El proceso de independencia de las colonias americanas
Se trata de un mapa político que representa el proceso de independencia de las colonias americanas durante el siglo XIX. El título de este mapa es «El proceso de independencia de las colonias americanas». La leyenda nos muestra las etapas de la independencia de las colonias americanas al compás del contexto histórico de España en el siglo XIX.
Así, la primera etapa sería la llamada Regencia (1810-1814). Durante esta fase se produjo la reproducción del fenómeno juntista en las colonias americanas y el descontento por la escasa representación concedida en las Cortes de Cádiz. La guerra de la Independencia española fue la circunstancia favorable que permitió el inicio del proceso de emancipación de las colonias americanas. En un principio, América reaccionó ante la invasión francesa de España proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas, como en la Península. Surgieron por todas partes movimientos revolucionarios que crearon nuevos gobiernos americanos, con un proceso muy similar en todas las regiones: se convocaba un cabildo abierto en la capital (que sustituía a las viejas autoridades por una Junta); la Junta organizaba un ejército y establecía relaciones con Inglaterra y Estados Unidos; y, por último, se convocaba un Congreso, según el modelo francés, con el fin de elaborar una Constitución de inspiración liberal. Tal y como se ve en el mapa, durante esta fase Paraguay y las Provincias Unidas del Río de la Plata proclaman su independencia.
La segunda etapa fue la del Sexenio Absolutista (1814-1820). Durante esta etapa se vuelve al absolutismo y se acaba con muchos conatos independentistas, pero, tal y como se muestra en el mapa y la leyenda, avanza la independencia por Colombia y el Cono Sur. Con la finalización de la guerra en España, acabaron también las primeras independencias americanas. Fernando VII envió un ejército que en 1815 había restablecido la situación prácticamente en todas partes. Pero entre 1814 y 1820 se consumó el proceso de independencia, en el que destacaron los libertadores José San Martín y Simón Bolívar. En esta segunda fase fueron fundamentales dos factores: por un lado, el abierto apoyo de Inglaterra y Estados Unidos a favor de los independentistas; y por otro, el pronunciamiento de Riego en 1820.
La siguiente etapa fue la del Trienio Liberal (1820-1823). En esta etapa, los refuerzos para luchar contra el independentismo no llegan a América, por lo que se produce un periodo de auge del proceso libertador; destacando, como se ve en el mapa, el caso de México como reacción frente al triunfo liberal en España. Los absolutistas habían manifestado su oposición al gobierno liberal desde el comienzo del Trienio. Entre tanto, las potencias europeas absolutistas que habían vencido a Napoleón formaron la Santa Alianza, que pretendía impedir cualquier experiencia liberal y evolucionada en Europa. Las potencias de la Santa Alianza, reunidas en el Congreso de Verona, acordaron encargar a Francia que interviniera en España con un ejército conocido como Los Cien Mil Hijos de San Luis.
La última etapa fue la de la Década Ominosa (1823-1833). En ella, finaliza el proceso de independencia y comienza la formación de los estados nacionales a partir de la división de las grandes áreas formadas por los libertadores. Como se ve en el mapa, España pierde todas sus colonias salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Durante esta etapa, Fernando VII vuelve a gobernar por segunda vez de forma absoluta, declarando nulos muchos actos del gobierno durante el Trienio Liberal y persiguiendo a los liberales. Esta etapa se iniciaba con una gran represión contra los liberales. Aunque tuvo un carácter más moderado que la primera restauración y se emprendió una cierta modernización administrativa en la línea de la Ilustración Dieciochesca, Fernando VII se encontró con una doble oposición: la de los liberales (siempre opuestos al absolutismo) y la de los apostólicos (nombre aplicado al grupo más exaltado de los absolutistas).
La emancipación de las colonias americanas la protagonizaron fundamentalmente los criollos, término aplicado a los descendientes de españoles nacidos en América. Los criollos, enriquecidos con el comercio y la propiedad de tierras, y animados por la experiencia norteamericana y los principios liberales, aspiraban también a controlar el poder político a su favor. Asimismo, pretendían liberarse de las restricciones y el monopolio impuestos desde España, que les impedía, por ejemplo, el libre comercio con Inglaterra. La lucha por la emancipación de las colonias se tradujo en un enfrentamiento entre criollos (partidarios de la independencia) y españoles peninsulares (fieles a la metrópoli).
Desde la derrota de Trafalgar, la flota española había quedado prácticamente aniquilada, lo que suponía dejar América desprotegida. La guerra de la Independencia española fue la circunstancia favorable que permitió el inicio del proceso de emancipación de las colonias americanas. En un principio, América reaccionó ante la invasión francesa de España proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas, como en la Península. Esta emancipación tuvo diferentes fases, como se refleja en la leyenda ya explicada. Al finalizar el reinado de Fernando VII, el inmenso imperio colonial de antaño había quedado reducido a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pero el desastre no fue solo militar, sino fundamentalmente económico, pues Inglaterra y Estados Unidos suplantaron a España en el control del mercado americano, el comercio con América se redujo en gran medida y afectó especialmente a algunas zonas como Cataluña, y desaparecieron los caudales de Indias, una fuente esencial de ingresos para la Hacienda Real, que quedó al borde de la quiebra.
Este mapa, al tratarse de una fuente historiográfica realizada por historiadores, tiene cierto valor informativo, pero no es comparable con la gran influencia y trascendencia de los datos que nos proporcionan las fuentes históricas.
Glosario
- Pronunciamiento militar: Forma de sedición característica de la España del siglo XIX en la que generalmente la iniciativa correspondía a un jefe militar.
- Criollo: los nacidos en el continente americano, pero con un origen europeo.
- Serviles: absolutistas.
- Amortización: Vinculación de la propiedad de la tierra a una institución y supone la venta de la propiedad institucional improductiva para ser explotadas por nuevos propietarios.
- Cantón: tipos de división administrativa que goza de una gran autonomía de gobierno.