El 17 de julio de 1936 un grupo de generales se rebelaron contra la República convencidos del rápido triunfo del pronunciamiento militar. Sin embargo, la resistencia de los milicianos de las organizaciones políticas y sindicales del Frente Popular y de las fuerzas leales al gobierno hicieron fracasar la sublevación desencadenando una cruenta y larga Guerra Civil (1936 – 1939). ()La conspiración militar se fraguó tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero, pero no era el primer intento de los militares de acabar con la República por la fuerza. Anteriormente se había producido la Sanjurjada en 1932 y encabezadas por Franco, Fanjul y Goded otros dos intentos; en diciembre de 1935 y en febrero de 1936. Esta última no hizo que el gobierno, dirigido por Casares Quiroga, tomará las medidas adecuadas para evitar un nuevo intento. El alzamiento militar contó con el respaldo de un heterogéneo conjunto de militares como los africanistas, de monárquicos alfonsinos y carlistas y de falangistas partidarios de un estado fascista.()La sublevación comenzó la tarde del 17 de julio en Marruecos donde se encontraba la mayor y mejor preparada guarnición del ejército español: 50000 hombres entre legionarios del Tercio dirigidos por Yagüe y tropas indígenas. Tras el pronunciamiento fracasado en la Península los territorios y tropas se alinearon a favor y en contra de la República. Mientras las principales ciudades, los núcleos industriales y la capital se mantuvieron fieles al gobierno, Sevilla bajo el mando de Queipo de Llano o Navarra con Mola, declararon su lealtad a Franco,
Asedio a Madrid y Avances Franquistas
así como la mayor parte de los oficiales del ejército. Por su parte la Guardia de Asalto, la flota naval y la aviación respetaron su juramento de fidelidad a la República, que fue también defendida por socialistas, comunistas y anarquistas. Internacionalmente, se creó un Comité de no Intervención formado por más de veinte países por el que se prohibía la exportación a España de material de guerra. En esa situación la República contó con el apoyo de la URSS de Stalin que vendió cobrando al contado, aviones, carros de combate y combustible al ejército y envió pilotos, técnicos y consejeros políticos. Por su parte, el ejército sublevado de Franco contó, por razones políticas y estratégicas, con el soporte de la aviación nazi de Hitler y la flota italiana y la milicia fascista de Mussolini que fueron recursos considerables y regulares que se adquirieron a crédito()El arranque del conflicto estuvo marcado por la coordinación y eficacia de las tropas franquistas sublevadas frente a la diversidad de criterios y la falta de armamento en el bando republicano, hasta el punto de que durante los primeros meses de la Guerra, el Gobierno perdió el control del orden público y de la iniciativa militar hasta la creación en Madrid de la Junta de Defensa Central. Siguiendo la lógica de los pronunciamientos del s: XIX, el objetivo primordial de Franco fue la toma de Madrid, labor que se intentó primero desde el norte con las tropas de Mola, que sin embargo fueron detenidas por los milicianos antes de llegar al Sistema Central. El ataque desde el sur se convirtió entonces en la mejor opción, y se intentó desde Extremadura y
Avances Franquistas y Resistencia Republicana
también desde Andalucía; fue la liberación del Alcázar de Toledo por parte de Franco lo que en esta ocasión demoró su llegada a la capital que tuvo tiempo de reorganizarse, pero supuso la unión de las dos zonas que dominaban los sublevados. Las batallas en torno a Madrid fueron una guerra de desgaste, en la que la capital defendida en su mayor parte por milicianos, resistió contra pronóstico. Asediada por todos los frentes, salvo por la carretera de Valencia por donde huyó el Gobierno Republicano, recibió los primeros refuerzos extranjeros, las Brigadas Internacionales, a finales de 1936 que se unieron al ejército republicano para luchar en la carretera de La Coruña, en Guadalajara y en el río Jarama, en la que es considerada la primera batalla moderna de la Guerra Civil. ()A partir de esos momentos, la prioridad para Franco fue la de tomar durante 1937 las zonas industriales del norte por dos motivos: por un lado, para evitar el abastecimiento a la República desde la frontera y por otro impedía la llegada de refuerzos desde la frontera con Francia. Así cayeron Irún, San Sebastián, Bilbao y también Guernica donde el bombardeo aéreo llevado a cabo por pilotos nazis de la Legión Cóndor es considerado uno de los primeros genocidios de población civil desde el aire. Tras el País Vasco, se tomaron Santander y Asturias, que cayeron en 1937 a pesar de los intentos republicanos de despiste en Brunete y Belchite para evitarlo.()Sobre el mapa, las fuerzas republicanas se encontraban en la capital y el Mediterráneo. Con la Batalla del Ebro que finalizó en 1938, el
Final de la Guerra y Consecuencias
objetivo de los sublevados era llegar hasta el este y dividir la zona republicana. En este punto, dentro del gobierno republicano empezaban a fraguarse dos tendencias: por un lado, los partidarios de continuar el conflicto esperando que se produjera en Europa una guerra contra la Alemania nazi y la Italia de Mussolini, y eso supusiera el fin de la política de no intervención de los países democráticos y poyaran al bando republicano, y por otro, los que consideraban que el conflicto estaba perdido y que era necesario negociar la rendición con unas condiciones favorables. En el frente de Aragón, donde hubo que lamentar más de 10000 bajas sumando las de ambos bandos, el ejército republicano dirigido por el general Miaja, lanzó una ofensiva y logró cruzar el Ebro, aunque tras cuatro meses de enfrentamiento, finalmente las tropas de Franco se hicieron con el control de la zona y llegaron hasta Cataluña donde tomaron Barcelona en febrero de 1939. A partir de ese momento, dentro de la República las tensiones se acrecentaban hasta provocar una breve guerra interna entre los partidarios de Negrín, presidente del gobierno y defensor de resistir a ultranza, y los del general Casado contrarios al dominio comunista que imperaba en el gobierno y que pretendieron una salida negociada al conflicto entregando a Franco la única zona que todavía quedaba en manos republicanas. Sin posibilidades de conseguir suministros del exterior y con el reconocimiento Reino Unido y Francia del gobierno de Franco, Negrín y los principales dirigentes del Partido Comunista abandonaban en avión el país y Madrid, prácticamente sin
Conclusión y Balance
resistencia era duramente atacada en marzo de 1939. Con su caída, el ejército franquista ocupó las zonas del país en el Mediterráneo que todavía se mantenían fieles a la República mientras Casado reanudaba las conversaciones con Franco que mantuvo sin embargo una postura intransigente y exigió una rendición incondicional que se hizo de forma tan apresurada que no fue posible la salida hacia el exilio de los que quisieron huir de la represión franquista, de hecho, unas 15000 personas que esperaban en Alicante para poder embarcar fueron capturados y represaliados. El 1 de abril de 1939 Franco firmó en Burgos su último parte de guerra y daba comienzo a una dictadura.()La Guerra Civil tuvo un balance trágico para España. Las últimas investigaciones estiman en 600000 las pérdidas humanas durante el conflicto. Además, el exilio republicano que comenzó durante los primeros meses de 1936 evacuando a los llamados niños de la guerra que salieron rumbo a la URSS y países latinoamericanos como México al que también llegaron cerca de 22000 exiliados, en su mayoría políticos, intelectuales y profesionales liberales. ()La guerra civil española (1936 – 1939) fue uno de los acontecimientos más importantes de la historia contemporánea del s: XX porque sus consecuencias han marcado la vida y la memoria histórica de la sociedad española tanto por el impacto del conflicto, la violencia, la represión y el exilio como por el régimen político en el que desembocó.