Gobierno Provisinal y Constitución de 1931
El Gobierno Provisional
El 14 de abril de 1931 se formó un gobierno provisional integrado por la derecha liberal republicana, partido católico y liberal, políticos procedentes de la monarquía; el partido radical, republicano de centro-derecha; acción republicana y partido radical-socialista, ambos de centro-izquierda; el PSOE, que representaba a la izquierda obrera; la organización republicana gallega y esquerra republicana de Cataluña, componían la representación nacionalista.
Cortes Constituyentes
En junio de 1931 se celebraron elecciones generales a cortes constituyentes bajo una nueva ley electoral que establecía distritos uniprovinciales y plurinominales, que ampliaba el derecho a los varones mayores de 23 años. La nueva constitución sería democrática y con un carácter de izquierdas. Recogía una amplia declaración de derechos y libertades: el sufragio universal para mayores de 23 años y por primera vez también femenino. Se establecía el matrimonio civil y el divorcio, la igualdad de todos en el derecho a la educación, se establece la subordinación del derecho a la propiedad privada al interés público… El poder legislativo lo poseía un Parlamento unicameral, que se elegía para un periodo de 4 años. El ejecutivo, era bicéfalo, el Presidente de la República era elegido por las cortes y este nombraba al jefe de gobierno, el cual nombraba a sus ministros. Todos ellos necesitaban de la doble confianza del presidente de la república y de las cortes. El poder judicial totalmente independiente, con un tribunal de garantías constitucionales. Se reconocía también, la autonomía para aquellas regiones que lo solicitasen. La cuestión religiosa fue muy polémica, pues se prohibía que las órdenes religiosas se dedicaran a la enseñanza. Se declaraba la libertad de conciencia y cultos, así como el establecimiento de la jurisdicción civil de los cementerios.
El Bienio Reformista
La Política Reformista
La II República puede dividirse en tres subperiodos: el bienio progresista o azañista 1931-1933, el bienio derechista o radical-cedista 1933-1936 y el gobierno del frente popular hasta junio de 1936. Aprobada la constitución finalizó el periodo de gobierno provisional y Alcalá Zamora fue nombrado presidente de la república, mientras que Manuel Azaña ocupaba la presidencia de gobierno.
La Reforma del Ejército
El ejército español padecía una grave situación de macrocefalia por el número de jefes y oficiales, muy desproporcionado en relación a la clase de la tropa. Esto originaba que la mayor parte del presupuesto militar fuera destinado a pagar a los salarios correspondientes. Azaña emprendió la tarea de solucionar el problema militar: se exigió a los militares fidelidad a la república y el retiro a todos los jefes y oficiales que voluntariamente los desearan, conservando su sueldo. Se procedió también a la suspensión de la mitad de las regiones militares, y para asegurar la eficacia de estas medidas, clausuró la academia militar de Zaragoza.
La Cuestión Religiosa
El choque se produjo al debatirse el artículo que establecía la división entre la iglesia y el estado. Los radical-socialistas y socialistas proponían la expulsión de las órdenes religiosas y nacionalizar sus bienes, mientras los más moderados pretendían considerar a la iglesia como una corporación de derecho público. Azaña se inclinó a favor de los radicales. Las soluciones que se tomaron fueron: separación de la iglesia y el estado, la aconfesionalidad de este en materia religiosa y su conformación como estado laico. La reglamentación sobre el divorcio y los matrimonios civiles. Decreto sobre la libertad religiosa, la disolución de la Compañía de Jesús y la ley de congregaciones, que se priva a la iglesia del derecho a mantener centros docentes y se obliga a las órdenes a pagar impuestos.
La Reforma Educativa
El objetivo fue crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito: se crearon 7 mil plazas de maestros y se dictó la ley de construcciones escolares; se elevaron los salarios de los maestros; se fundó el patronato de misiones pedagógicas para extender la educación a personas adultas; se implantó la coeducación de niños y niñas; se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza de religión y se retiraron los crucifijos de las escuelas. Se hizo un gran esfuerzo en la formación de profesores y maestros, en la construcción de escuelas y bibliotecas públicas.
La Reforma Agraria
Las soluciones al problema agrario se intentaron solventar con la ley de reforma agraria 1932. Su objetivo era la mejora de las condiciones de vida de los campesinos y llevar a cabo una redistribución de la propiedad agraria. Se paró un decreto de términos municipales, la ley de laboreo forzoso y la ley de accidentes de trabajo en el campo, imponiendo una jornada laboral de 8h. Prohibieron el desahucio por impago y decretaron el derecho a expropiación de fincas por parte del estado y su entrega a los campesinos. Se creó también el Instituto de Reforma Agraria IRA, encargado de hacer el registro de la propiedad expropiable. Esta ley fue un fracaso por su lentitud.
La Cuestión Autonómica
En Cataluña, ganó las elecciones Esquerra Republicana proclamando la República Catalana y se formó un gobierno que elaboró un estatuto de autonomía: el Estatuto de Autonomía de Cataluña. En el territorio vasconavarro, el Partido Nacionalista Vasco evolucionó hasta la democracia cristiana y redactó el Estatuto Estrella, el cual fue rechazado.
Las Reformas Laborales
Se creó la ley de contratos de trabajo y la ley de jurados mixtos en los que la administración estatal, en unión con los obreros sindicatos y los patronos, arbitrarían soluciones a los conflictos laborales y se crearon las delegaciones de trabajo, promovió los seguros sociales, redujo la jornada laboral…
La Crisis del Gobierno de Azaña
Desde el comienzo el gobierno de Azaña tuvo que hacer frente a oposición política en el parlamento: por la derecha, se produjo una sublevación militar inspirada por el general Sanjurjo, mientras que por la izquierda, los anarquistas desarrollaron una táctica insurreccionista produciéndose los sucesos de la Casas Viejas, en los que los guardias de asalto fusilaron a varios anarquistas después de haberlos reducido. Alcalá Zamora le retiró su confianza y llamó a gobernar al radical Alejandro Lerroux, el cual sería sustituido por Martínez Barrio, quien tendría que convocar elecciones generales.