El golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936 provocó el inicio de la Guerra Civil española (1936-1939). Durante la guerra, comenzó a formarse un Estado en la zona sublevada: Francisco Franco fue elegido jefe del Gobierno en 1936 por la Junta de Defensa Nacional, en 1937 asumió el control de la Falange y en 1938 creó su primer gabinete de gobierno.
Una vez acabada la guerra, la organización política del Estado franquista se caracterizó por mantener la cohesión en torno a Franco de forma vitalicia. Concentró en su persona el poder político y militar, designando de forma directa o indirecta a las personalidades del régimen; por ello, se considera al franquismo como una autocracia. Franco lideró una dictadura oligárquica representada por militares, falangistas, carlistas, católicos y monárquicos.
La estructura política formal del Estado se organizó en torno al Movimiento Nacional. De inspiración fascista, fue una amalgama organizativa totalitaria que pretendía ser el único cauce de participación social de la vida pública. Pertenecer al Movimiento era una condición para acceder a responsabilidades de poder, comenzando por los sistemas de enseñanza hasta los medios de información. El resto de organizaciones políticas fueron declaradas ilegales, excepto las integradas en el Movimiento, como la Falange (FET y de las JONS) en 1937.
Especialmente relevante fue el Sindicato Vertical, la Central Nacional Sindicalista, el cual era la expresión de la negación de la lucha de clases, realizándose la actividad laboral con claro dominio de la patronal. Fundamentales para la dictadura fue la Iglesia católica. siguió dividiéndose en 50 provincias (a excepción de las provincias coloniales africanas reconocidas en 1958).
Cada provincia tenía sus respectivos gobernadores militares y civiles, los cuales ostentaban la jefatura provincial del Movimiento. En el aspecto militar, se mantuvo la figura de los capitanes generales al mando de las regiones militares, creándose una novena en 1944, la Región Militar de Granada.
Las Leyes Fundamentales del Reino, fueron indicadores de la evolución política en tres aspectos clave: la situación económica del país, la oposición al franquismo y las relaciones exteriores. A esto, se suma la Ley fundamental de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y la Ley Orgánica del Estado (1967). Las propias cortes franquistas decretaron su fin mediante la “última ley fundamental”, la Ley de Reforma Política (1976), ya muerto Franco.
Estandar 133: |1) Este texto se inscribe en el periodo de posguerra de la II Guerra Mundial (1939-1945), en la que España se declaró oficialmente neutral. En los dos primeros párrafos se exponen las justificaciones de la condena al ostracismo internacional del gobierno de Franco por parte de la Asamblea General de la ONU; en los últimos tres párrafos se explicitan las medidas a tomar. En el primer párrafo se realizan dos valoraciones: la primera, se clasifica al régimen de Franco como fascista; la segunda, se considera la ayuda de las potencias del Eje fundamental para la victoria del franquismo durante la Guerra Civil. En época coetánea, el carácter fascista del franquismo era una idea generalizada debido a su orientación ideológica, a la represión sistemática hacia el bando republicano y al apoyo que tanto Alemania como Italia le prestaron.. con la llamada “modernización económica», suscrita en el Plan de Estabilización de 1959.
El país se abrió a las inversiones extranjeras, cambio que fue ratificado con la visita a España de Dwight D. Eisenhower, en diciembre. Estandar 134: |A principios de la década de 1950 comenzó una lenta recuperación coincidiendo con la ayuda norteamericana. Se impulsó la apertura de la economía favoreciendo las importaciones y disminuyeron las intervenciones estatales. El crecimiento en el sector secundario se aceleró. En 1957 España se encontraba casi en bancarrota. Franco nombró ministros tecnócratas pertenecientes al Opus Dei, que aprobaron entre 1957-59, el Plan de Estabilización pretendía abandonar la autarquía, modernizar y sanear la economía. Las disposiciones consistían en:
- Devaluación de la peseta para fomentar las exportaciones. Incremento de impuestos.
- Facilidades a la inversión de capitales extranjeros.
- Limitación del gasto público y congelación salarial para contener el alza de precios. Se pusieron en marcha los Planes de Desarrollo Económico y Social, para fomentar el desarrollo industrial y disminuir los desequilibrios entre las regiones españolas. Se redujo la inflación y se evitó la bancarrota, pero tuvo consecuencias negativas al disminuir el consumo, crecer el desempleo, pues muchas empresas anteriormente protegidas, quebraron, pero puso las bases para el espectacular desarrollo de 1960.
El desarrollo económico tuvo un enorme impacto en la estructura demográfica y social. España conoció un espectacular crecimiento, consecuencia de la reducción de las tasa de mortalidad (Baby-boom). Hay que destacar también el gran éxodo rural, con más de seis millones de personas que abandonan las zonas más deprimidas del campo.
El descenso de la población agraria y el aumento de la dedicada a la industria y los servicios provocaron un aumento de las clases medias. Todo esto va a hacer cambiar las costumbres y la mentalidad de la sociedad española, que nunca más volverá a ser la misma. Estandar 135: La incapacidad del régimen para adaptarse a las demandas sociales y el contexto internacional hicieron que la dictadura entrase en su crisis definitiva. Carrero Blanco era el personaje clave para mantener la unión del franquismo y garantizar la continuidad del régimen. Sin embargo, fue asesinado en un atentado de ETA (1973), ante lo cual se abrieron dos posturas dentro del franquismo: los inmovilistas y los aperturistas. Crisis política interna: Se formó un nuevo gobierno presidido por Arias Navarro (1974) el cual habló de una apertura del régimen, pero mostró que éste era incapaz de democratizarse. Al enfermar Franco gravemente y fracasar los intentos aperturistas, un grupo de altos mandos militares (el búnker) frenó cualquier apertura y ejerció la violencia fascista. Dificultades exteriores: Destaca el conflicto del Sáhara: España aceptó su descolonización por lo que apoyó un referéndum de autodeterminación ante la presión del Frente Polisario, pero el rey Hassan de Marruecos (con el apoyo de EEUU) organizó la Marcha Verde, ante la cual España entregó el Sáhara a Marruecos y Mauritania, mediante el Acuerdo de Madrid, olvidando el compromiso de referéndum. Crisis económica: La subida de precios del petróleo en 1973 (Crisis del petróleo) marcó el final de la etapa de expansión económica que disfrutaba Europa desde los años cincuenta.
La economía española se vio afectada por su fuerte dependencia energética del exterior y de las exportaciones, que disminuyeron, y el turismo. Entró en una fase de depresión y aumentó la inflación. El propio declive personal del dictador, ya anciano y enfermo, que en 1974 tuvo que dejar temporalmente la Jefatura del Estado en manos del entonces príncipe Juan Carlos I.