Los Borbones: el retorno
La proclamación de Alfonso XII en 1874 supone el fin de la primera república española y el retorno de los Borbones al trono con una nueva configuración de un régimen político conservador. Cánovas del Castillo creó y diseñó el sistema de gobierno para proteger la monarquía y garantizar la estabilidad del país. El nuevo régimen se fundamentó en la Constitución de 1876 de carácter moderado que establece la soberanía compartida entre el rey y el gobierno, el carácter católico del Estado y unas Cortes bicamerales (2 cámaras).
El modelo político se asentó en la alternancia pacífica entre el partido conservador liderado por Cánovas del Castillo y el partido liberal de Sagasta. Ambos partidos, aunque de cara al pueblo hacían ver que estaban enfrentados, en realidad estaban de acuerdo en la gran mayoría de aspectos como la defensa de la monarquía y de la constitución.
Esto lo hacían para garantizar la estabilidad del gobierno sin generar agitación ni revoluciones. Este sistema de apariencia democrática produjo un periodo de estabilidad política pero también favoreció la marginación de otros partidos, así como el fraude electoral, el caciquismo, la corrupción política y la adulteración de los principios democráticos.
Nacionalismos
El carácter centralista creó sentimientos nacionalistas periféricos.
Cataluña. Se crea un movimiento llamado Renaixença, este trataba de recuperar los rasgos culturales y lingüísticos catalanes y encontraron una gran popularidad entre la burguesía urbana. A partir de 1887, este movimiento adquirió un carácter político, primero con la unió catalanista de Enric Prat de la Riba en el 1892 y más adelante en el 1901 con la Lliga Regionalista.
País Vasco. La abolición de los fueros tras la derrota del carlismo en 1876 dio origen a la creación del PNV fundado por Sabino Arana que ofrecía una visión antiespañolista, xenofobia y clasista.
Galicia. Aquí destacamos el movimiento nacionalista gallego en el siglo XIX(19) no fue un movimiento político sino cultural.
La Crisis de fin de siglo
1885 Alfonso XII muere inesperadamente. En estos meses no se sabía si su descendencia iba a ser mujer o hombre, por lo que fue una época de gran tensión social y política. Finalmente, supieron que iba a ser hombre y se llamaba Alfonso y María Cristina de Habsburgo iba a ser la reina regente hasta que Alfonso fuera mayor de edad.
En España todas las fuerzas políticas e influyentes del país crean el Pacto de El Pardo que supuso el apoyo directo a la regente para mantener la estabilidad social.
Paralelamente ocurrió la Guerra de Cuba cuando en 1895, los cubanos quisieron convertirse en independientes de la corona española y recibieron de forma secreta ayuda de los estadounidenses para que ganaran los cubanos. Que otro país se meta en un conflicto interno de un país supone una falta de respeto para el país intervenido y una declaración de guerra. Los estadounidenses encontraron la excusa perfecta con el acorazado Maine; el hundimiento del acorazado fue en teoría provocado por los españoles pero cabe la duda de pensar que fue un sabotaje interno para que pudieran intervenir en el conflicto.
En 1898 se creó el Tratado de París, con esto hubo la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico de la corona española y esto se conoce como el Desastre del 98.
Potencias Europeas
El Segundo Reich
La guerra franco-prusiana tuvo repercusiones en el desarrollo de la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra y la unificación, Alemania se convirtió en una gran potencia que destacaba por su poder industrial y militar. En 1871 Guillermo I se convirtió en emperador pero la figura que más destaca en el reich es el canciller Bismarck debido a que tuvo un papel clave en la unificación y en las relaciones internacionales. A pesar de ser un imperio, Alemania diseñó un sistema parlamentario compuesto por el Reichstag (cámara baja) y el Bundesrat (cámara alta).
A partir de 1870 el país experimentó una intensa industrialización con la cual ganó mucho dinero y pudo desarrollar grandes mejoras sociales como la seguridad social o la jubilación garantizada. Todo esto gracias a la labor del partido socialdemócrata alemán.
Tercera República francesa
Después de la caída de Napoleón III, Francia proclamó la Tercera República francesa con la aprobación de la Constitución de 1875. El nuevo régimen vivió un periodo de prosperidad y estabilidad que permitió un gran desarrollo cultural y artístico (por ello París se convirtió en la capital cultural mundial), y tuvo grandes beneficios en la industria pero sobre todo en la industria siderúrgica, por todo esto se concedieron amplios derechos civiles como la legalización del movimiento obrero o la educación elemental gratuita garantizada.
Reino Unido
Desde 1837-1901 ocupó el trono Victoria I y supuso un periodo donde el país alcanzó su máximo poderío basado en su superioridad económica y reflejado en las conquistas expansionistas de ultramar. Pese a ser una monarquía se fundamentaba en la democracia que se fundamentaba en una alternancia entre dos partidos; los tories(conservadores) y los whigs(liberales).
Potencias orientales
Las potencias orientales aún seguían en el Antiguo Régimen debido a su escaso desarrollo económico y social.
Imperio austro-húngaro: después de la derrota de Prusia en 1866, Austria había tenido que reconocer la identidad nacional húngara y convertirse en una monarquía dual bajo el reinado de Francisco José I. En apariencia era un reinado estable y fuerte pero en realidad la gran diversidad étnica y lingüística se convirtió en una amenaza en forma de nacionalismo separatista.
Imperio ruso: Rusia era un gigante territorial y demográfico que estaba anclado profundamente al Antiguo Régimen, prueba de ello es que hasta 1861 la servidumbre (tener esclavos) fue legal, en época de Nicolás II “Zar” se emprendió una leve industrialización.
Imperio Otomano (Turco): Este imperio estaba considerado como el enfermo de Europa había emprendido una rápida decadencia (caída) en el siglo XIX(19) que redujo su presencia en Europa y permitió la Independencia de los Balcanes. Sometido a los intereses de las grandes potencias y presionado por el expansionismo balcánico, el imperio a comienzos del Siglo XX(20) se encontraba en una situación de extrema debilidad.