Sexenio Democrático (1868-1874): El reinado de Amadeo I y la Primera República
La revolución de 1868 supuso la ruptura del esquema político basado en la monarquía borbónica. Tras su caída, se buscó una alternativa política que se encontró primero en una nueva dinastía de Saboya y, después, al quedarse ésta sin apoyos, en la única vía posible: la República.
En este periodo de inestabilidad, hubo muchos cambios y gobiernos distintos que pretendían cambios radicales en muy poco tiempo.
Tras el golpe militar, se formó un gobierno provisional encabezado por Serrano y Prim, cuyo principal objetivo fue la elaboración de una Constitución. Para ello, se convocaron Cortes con sufragio universal para varones mayores de 25 años. Se elaboró la Constitución de 1869, que establecía una monarquía democrática y la elección de un rey que sustituyera a los Borbones. Mientras se hacía la elección, hubo un periodo de regencia de Serrano.
En este periodo comenzó la insurrección de Cuba.
En 1870, el candidato a la corona de Prim, Amadeo de Saboya, fue elegido rey de España. Al año siguiente, Amadeo juró la Constitución, pero recibió escaso apoyo de los españoles. Su reinado duró tres años, muy conflictivos. En 1872 estalló la tercera guerra carlista, hubo una insurrección de carácter federalista en Cuba y se desintegró la coalición gubernamental. Todos estos problemas, unidos a la pérdida de apoyos de Amadeo a causa del asesinato de Prim y la falta de acuerdos entre unionistas y progresistas, hicieron que Amadeo I renunciara al trono español.
Durante el reinado de Amadeo I comenzó a aparecer el movimiento obrero y se creó la Primera Internacional española.
Sus jefes de gobierno fueron, al principio, Sagasta, pero cayó en 1872 y fue sustituido por Serrano. El nuevo gobierno pretendió que Amadeo disolviera las Cortes, pero se opuso. Esto obligó a Serrano a dimitir, quedando Ruiz Zorrilla en el poder.
La renuncia de Amadeo fue aprobada y Pi y Margall defendió la solución republicana. La Asamblea Nacional proclamó una República federal, primero con Figueras en el poder, apoyado por los unitarios. Unos meses después, las Cortes Constituyentes hicieron un proyecto de Constitución y pusieron a Pi y Margall en el poder. Entonces se produjo el levantamiento cantonal en España, lo que llevó al presidente republicano a dimitir de su puesto. Fue sustituido por Salmerón, que, incapaz de firmar las penas de muerte, fue sustituido por Castelar. Este gobernó con el apoyo minoritario de los monárquicos y terminó por dar el gobierno a los federales. Para evitarlo, el general Pavía dio un golpe de Estado penetrando a caballo en las Cortes. La República quedó entonces en manos del general Serrano, iniciándose un periodo dictatorial. El gobierno intentó resolver los dos problemas más importantes del momento: el cantonalismo y la cuestión carlista.
Todos los desórdenes favorecieron el crecimiento del partido alfonsino, hábilmente dirigido por Cánovas. Cánovas quería que Alfonso XII llegara a España por elección de los españoles, pero el general Martínez Campos dio un golpe de Estado y Alfonso XII entró en España a principios de 1875.
Las guerras carlistas
Se publicó la Pragmática Sanción que abolía la Ley Sálica de 1713. En 1833 murió Fernando VII, pero su hermano Carlos no aceptó el trono de su sobrina. Esto provocó que nos dividiéramos en isabelinos o carlistas. Ambos grupos tuvieron apoyo internacional: los carlistas de Austria, Prusia y Portugal, y los liberales de Francia, Reino Unido y Portugal.
1ª guerra
Se puede dividir en 3 fases:
- Fase del general Zumalacárregui: emplearon tácticas de guerrillas y consiguieron varios territorios que no llegaron a unificar.
- Fase de Carlos: llegó a Madrid para conseguir la sublevación de sus partidarios, pero la segunda toma de Bilbao fracasó gracias a Espartero.
- Fase de guerra de desgaste: finalmente se firmó el Tratado de Vergara, que acordó el mantenimiento de los fueros navarros y vascos.
2ª guerra
Se desarrolló durante la década moderada, al inicio del reinado de Isabel II. Por el fracaso matrimonial, los carlistas abandonaron España.
3ª guerra
El exilio de Isabel II y la restauración en el trono de los Borbones con Alfonso XII dejaron sin posibilidades a los carlistas.
Las regencias
Regencia de María Cristina
El gobierno de Cea Bermúdez tuvo como objetivo eliminar todo lo que fuera en contra de la igualdad. Martínez de la Rosa aprobó el Estatuto Real, que era una carta otorgada, y se establecieron Cortes bicamerales. Mendizábal impulsó la Ley de Desamortización.
Constitución de 1837
Soberanía nacional, rey y cortes. El Ejecutivo estaba en manos del rey con veto ilimitado. Se estableció la confesionalidad católica.
Durante el gobierno de Calatrava, Mendizábal realizó la gran desamortización de bienes de la Iglesia. El objetivo fue conseguir financiación para la deuda pública, pero las consecuencias fueron negativas:
- Graves daños al campesinado
- Ley de oferta y demanda que bajó los precios del terreno
Regencia de Espartero
Intento de recorte de los fueros vascos e intentos de pronunciamiento militar. Disolvió las Cortes. En Cataluña se produjo una insurrección y el levantamiento de las barreras aduaneras para frenarla. Bombardeo de Barcelona.
El reinado efectivo
General Narváez
Constitución de 1845:
- Soberanía compartida entre rey y cortes
- División de poderes (legislativo, ejecutivo, judicial)
- Cortes bicamerales
- Monarquía hereditaria
- Confesionalidad del Estado
En esta época se creó la Guardia Civil, la figura del gobernador civil y militar, la Ley del Ayuntamiento, la reforma fiscal, un sistema único de impuestos y la reorganización de la instrucción pública.
Ley electoral de 1846: sufragio restringido
Concordato de 1851: aprobación del Código Penal y del Código Civil
Bienio progresista
, Levantamiento llamado la vicalvarada, fue apoyado por serrano. De las actuaciones dse puede destacar. 1. Ley de desamortizacion general, turno a los bienes comunales y propios. Esto provoco un agravamiento de los campesinos. 2. Los bienes se obtienen para la industrializacion del pais. 3. Se elaboro la constitucion de 1856 que es la llamada «non grata».