El Ascenso del Nazismo en Alemania
La República de Weimar y sus Desafíos
La República de Weimar, establecida tras la abdicación de Guillermo II en 1918, enfrentó desde su inicio una serie de desafíos políticos y económicos. Insurrecciones de izquierda, como la Liga Espartaquista en 1919, e intentos de golpe de derecha, como el Putsch de Múnich en 1923 liderado por Hitler, pusieron a prueba la estabilidad del nuevo régimen. La economía alemana sufrió hiperinflación y desempleo masivo, exacerbados por la crisis de 1929. Los partidos políticos tradicionales perdieron apoyo, generando inestabilidad y gobernando por decretos. En busca de estabilidad, el presidente Hindenburg asumió poderes autoritarios.
El Auge del Partido Nazi
El ascenso del nazismo en la década de 1930 se alimentó del malestar social y la polarización política. En las elecciones de 1932, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) obtuvo una importante representación parlamentaria. Hitler fue nombrado canciller en 1933 y consolidó su poder con la Ley de Plenos Poderes. La dictadura nazi suprimió la oposición, ilegalizó partidos políticos y sindicatos, y estableció un Estado centralizado controlado por el Partido Nazi.
Persecución Racial y Políticas Económicas
La persecución racial, especialmente contra los judíos, fue central en la agenda nazi. Se promulgaron leyes discriminatorias y se intensificó la violencia, culminando en la Kristallnacht en 1938 y la posterior Shoá durante la Segunda Guerra Mundial. Económicamente, el régimen buscó la autarquía y el rearme, controlando la economía y reprimiendo los derechos laborales.
Causas de la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial se originó en las deficiencias del Tratado de Versalles, la Gran Depresión y el auge del nazismo. Hitler buscó establecer un «nuevo orden» en Europa mediante la expansión territorial y el dominio de la raza aria. Las democracias occidentales adoptaron una política de apaciguamiento hacia Hitler, pero su fracaso fue evidente cuando Alemania invadió Polonia en 1939. El imperialismo japonés también contribuyó al conflicto, con su expansión en Asia Oriental y el ataque a Pearl Harbor en 1941. Así, la guerra fue el resultado de las políticas expansionistas y agresivas de Alemania y Japón, junto con la debilidad y la falta de acción efectiva por parte de las democracias occidentales.
La Europa Nazi
Tras la conquista, el régimen nazi impuso un nuevo orden en Europa, eliminando la soberanía de las naciones y sometiéndolas a su dominio. Utilizó la violencia y el terror para neutralizar a los enemigos políticos y quebrar la resistencia. Millones de personas fueron desplazadas y utilizadas como mano de obra esclava en la producción económica, mientras los nazis explotaban los territorios ocupados, robando bienes y controlando empresas.
La persecución racial fue central, con la eliminación sistemática de grupos considerados «inferiores». Los campos de concentración y exterminio nazis fueron utilizados para llevar a cabo esta política, donde millones de judíos y otros grupos fueron asesinados en masa. Fue un genocidio planificado y sistemático, que exigía un gran despliegue técnico. Los campos representaron una atrocidad sin precedentes en la historia moderna, donde la crueldad y el horror fueron la norma, dejando una cicatriz imborrable en la humanidad
Stalin y el Totalitarismo Soviético
El Ascenso de Stalin
Tras la muerte de Lenin en 1924, Joseph Stalin ascendió al poder y estableció un régimen totalitario en la Unión Soviética. Eliminó a sus rivales políticos, como Trotsky, y consolidó su dictadura personal, convirtiendo al Partido Comunista en un ente monolítico que controlaba todos los aspectos de la vida soviética. Impuso una estricta ideología comunista y un culto a su personalidad, respaldado por la burocracia del partido.
Planificación Económica y Represión
En lo económico, implementó una planificación centralizada mediante los Planes Quinquenales, priorizando la industrialización y la industria pesada. Sin embargo, su política de colectivización agraria forzosa, iniciada en 1928, provocó enormes sacrificios y represión, con la eliminación de los kulaks y la deportación masiva de campesinos, lo que generó escasez de alimentos y crisis agrícolas.
Las Purgas y el Gulag
Las purgas políticas de los años 30, conocidas como los procesos de Moscú, resultaron en la ejecución de miles y el envío de millones al Gulag, un sistema de campos de trabajo forzado. Estas purgas, basadas en acusaciones falsas y confesiones forzadas, dejaron un legado de represión, miedo y sufrimiento en la Unión Soviética, consolidando el control absoluto de Stalin sobre el país.
Retroceso de la Democracia en Europa
Tras la Primera Guerra Mundial, Europa vio surgir nuevos estados democráticos, pero las tensiones políticas aumentaron con la entrada de las masas en la política y la crisis económica de 1929. Esto facilitó el ascenso de regímenes totalitarios en Europa oriental y central, mientras las democracias occidentales luchaban por mantenerse con gobiernos de coalición y reformas sociales. A pesar del desempleo y los movimientos huelguísticos, las democracias europeas fueron pasivas ante el nazismo alemán y el fascismo italiano, marcando el preludio de la Segunda Guerra Mundial. El nazismo defendía la expansión territorial con un componente racista y la supremacía estatal sobre los derechos individuales, anulando la soberanía popular y persiguiendo la oposición, mientras promovía el culto a un líder carismático y la movilización de las masas a través de organizaciones estatales del partido.