Transformaciones económicas: Desamortización, cambios agrarios y revolución industrial
Proceso de desamortización y cambios agrarios
La sociedad europea del siglo XIX se caracterizó por monarquías parlamentarias liberales y la Revolución Industrial. En España, hasta la Restauración borbónica, se aplicó un programa político liberal en el campo:
- Reorganización de la propiedad agraria a través de desamortizaciones eclesiásticas y civiles.
- Fin de los gremios y el diezmo.
- Cercamiento de propiedades y libertad de arrendamientos.
Estas medidas aumentaron la productividad, pero también provocaron la proletarización de muchos campesinos. La desamortización de Mendizábal afectó a bienes eclesiásticos, mientras que la de Madoz se centró en bienes civiles para financiar el Plan de Ferrocarriles y reducir la deuda pública.
Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial
La industria española se caracterizó por el proteccionismo, con la siderurgia en el País Vasco y la textil en Cataluña. La minería se desarrolló en el suroeste peninsular gracias a la inversión extranjera.
Modernización de infraestructuras: El impacto del ferrocarril
El desarrollo del ferrocarril requirió importantes inversiones extranjeras. El primer trayecto, Mataró-Barcelona, marcó el inicio de una revolución en el transporte de mercancías.
Transformaciones sociales: Crecimiento demográfico y clases sociales
Las mejoras sanitarias y alimenticias provocaron un aumento de la población, concentrándose en las ciudades y generando movimientos migratorios, como el de Canarias y Galicia hacia América.
Grupos o clases sociales
- Nobleza: Propietarios de tierras que invirtieron en la industria.
- Burguesía: Ricos comerciantes urbanos.
- Clases medias: Pequeños propietarios, funcionarios y profesionales liberales.
- Clases bajas: Proletariado urbano, servicio doméstico (mujeres) y jornaleros con condiciones de vida precarias.
La formación y desarrollo del movimiento obrero español
Surgieron nuevas tendencias sociales: anarquismo, socialismo y movimiento católico. La I Internacional de Trabajadores, con Carlos Marx como redactor de sus estatutos, influyó en el movimiento obrero español. El anarquismo se dividió entre una corriente reivindicativa y otra violenta. En 1879 se fundó el PSOE y en 1888 la UGT, ambos con reivindicaciones sociales y políticas.
Transformaciones culturales: Educación y Romanticismo
La sociedad española era agraria y con altas tasas de analfabetismo. Los liberales impulsaron la educación pública para contrarrestar la influencia de la Iglesia.
Planes de educación
- Plan Pidal (1845): Enseñanza centrada en los maestros con bajos salarios.
- Ley Moyano (1857): División de la enseñanza en primaria, secundaria y universitaria.
- Institución Libre de Enseñanza (1876): Renovación de los estudios con métodos pedagógicos novedosos y laicos.
Romanticismo
El Estado se convirtió en mecenas de las artes, ofreciendo libertad de pensamiento en poesía, teatro y novela. Los intelectuales europeos difundieron una imagen folclórica de España. Los románticos españoles expresaron nuevos estilos y valores: gusto por lo oriental, individualidad y sentimiento compartido.
Panorama general del reinado de Alfonso XIII
Alfonso XIII asumió el trono bajo el sistema de la Restauración, con la Constitución de 1876 y el turno de partidos. El rey participó activamente en la política.
Factores de inestabilidad
- Ineficacia del turnismo de partidos.
- Fragmentación y lucha interna del poder.
- Necesidades de las clases populares.
- Surgimiento de nuevas fuerzas políticas (movimiento obrero, regionalistas y republicanos).
- Inmovilismo de las élites.
El regeneracionismo
Los partidos dinásticos intentaron renovarse. Antonio Maura buscó acabar con la corrupción y el caciquismo, defendiendo la influencia de la Iglesia y una política exterior nacionalista y expansionista en Marruecos. José Canalejas, en el Partido Liberal, impulsó un programa de reformismo social. El asesinato de Canalejas marcó el fin del regeneracionismo.
Crisis del sistema
- Semana Trágica de Barcelona: Huelga general con causas económicas y sociales que provocó la caída de Maura.
- Crisis de 1917: Crisis militar, política (Lliga Regionalista) y social (huelga general).
- Guerra de Marruecos: Desastres militares como el Barranco del Lobo y Annual llevaron al golpe de Primo de Rivera.
La dictadura de Primo de Rivera
La dictadura de Primo de Rivera surgió como respuesta a la descomposición de la Restauración. Suspendió las garantías constitucionales y contó con el apoyo del rey y los sectores conservadores.
Características del régimen
- Autoritario y antiparlamentario.
- Creación del partido único Unión Patriótica.
- Solución del problema de Marruecos.
- Intervencionismo económico con fomento de obras públicas, monopolios y proteccionismo.
Crisis y fin de la dictadura
La crisis de 1929 agravó la situación económica. La oposición al régimen creció entre intelectuales, catalanistas, republicanos y militares. Alfonso XIII retiró su apoyo y Primo de Rivera dimitió. Tras un gobierno provisional, se abrió la puerta a la llegada de la República.
Crisis de 1640
En 1640, España sufrió una crisis económica y política con rebeliones separatistas en Cataluña, Portugal, Andalucía y territorios italianos. Las medidas centralizadoras de Olivares, como el “Gran Memorial” y la “Unión de Armas”, provocaron el descontento.
Rebeliones
- Cataluña: Enfrentamiento popular con el ejército, asesinato del virrey y proclamación de la república catalana con apoyo francés. Felipe IV la reconquistó.
- Portugal: Proclamación del Duque de Braganza como rey con apoyo inglés. España reconoció su independencia en 1668.
- Andalucía, Sicilia y Nápoles: Intentos de rebelión reprimidos.
La España del s. XVIII: Guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht
La muerte sin descendencia de Carlos II provocó la Guerra de Sucesión entre el archiduque Carlos de Austria y Felipe de Borbón. La Gran Alianza (Inglaterra, Austria, Portugal, Holanda y Saboya) se opuso a Felipe por temor a la unión de España y Francia.
Tratado de Utrecht
La guerra finalizó con el Tratado de Utrecht (1713) y Rastatt (1714). Felipe V fue reconocido como rey de España, renunciando a la unión con Francia. Austria recibió Flandes, Nápoles y Sicilia, mientras que Inglaterra obtuvo beneficios comerciales y navíos con América.
La España del s. XVIII: Cambio dinástico y los primeros borbones
Felipe V, nieto de Luis XIV, introdujo la dinastía Borbón en España. Sus esposas, María Luisa de Saboya e Isabel de Farnesio, influyeron en su política exterior, buscando recuperar territorios en Italia.
Reinado de Fernando VI y Carlos III
Fernando VI mantuvo una política neutral, mientras que Carlos III impulsó reformas ilustradas.
La España del s. XVIII: Reformas en la organización del Estado
La monarquía centralista
Los Borbones implementaron una monarquía centralista. Felipe V unificó las leyes e instituciones con los Decretos de Nueva Planta, suprimiendo los fueros de Aragón, Valencia y Cataluña. Se establecieron Cortes únicas, un impuesto global y el castellano como lengua oficial. El territorio se organizó en provincias gobernadas por capitanes generales.
La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III (1759-1788)
Carlos III aplicó el despotismo ilustrado, buscando el progreso y la felicidad del pueblo. Se rodeó de consejeros reformistas como Aranda, Floridablanca y Campomanes.
Reformas
- Mejora del alumbrado y alcantarillado de las calles.
- Reformas económicas.
- Reformas en la administración de justicia y el ejército.
- Reformas fiscales con impuestos indirectos y un catastro para impuestos directos.