FELIPE V (1700-1746)
Con la llegada de Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, la dinastía Borbón se instaura en España, aumentando la influencia francesa en Europa. Esto provocó la formación de la Gran Alianza de la Haya, liderada por Austria, con el objetivo de evitar la unión de las coronas española y francesa. La Guerra de Sucesión Española se libró en varios frentes, con Felipe V manteniendo el control en España. La guerra concluyó con la Paz de Utrecht (1713), que reconocía a Felipe V como rey de España y las Indias, pero con la pérdida de territorios europeos como Gibraltar y Menorca.
Una consecuencia importante de la Guerra de Sucesión fueron los Decretos de Nueva Planta, mediante los cuales Felipe V abolió los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón, unificando la administración bajo el modelo castellano.
El segundo matrimonio de Felipe V con Isabel de Farnesio marcó la política exterior española, buscando recuperar territorios italianos para sus hijos. Esto llevó a la firma de los Pactos de Familia con Francia, participando en la Guerra de Sucesión Polaca (1733-1738) y la Guerra de Sucesión Austriaca (1740-1748).
CARLOS III (1759-1788)
Tras la muerte de Fernando VI, su medio hermano Carlos III, que ya reinaba en Nápoles, ascendió al trono español. Su reinado se caracterizó por las reformas ilustradas y el despotismo ilustrado.
España se involucró en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) junto a Francia, firmando el tercer Pacto de Familia. La guerra concluyó con la Paz de París, que resultó desfavorable para España, perdiendo Florida a manos de Gran Bretaña.
Durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1776-1783), España apoyó a los colonos americanos contra Gran Bretaña. La Paz de Versalles (1783) reconoció la independencia de las colonias y España recuperó Florida y Menorca.
Reformas internas
Carlos III implementó una serie de reformas internas con la ayuda de sus ministros:
- Motín de Esquilache (1766): Las reformas urbanísticas del ministro Esquilache provocaron una revuelta popular en Madrid, que llevó a su destitución y a la expulsión de los jesuitas, acusados de instigar el motín.
- Conde de Aranda: Impulsó reformas en la administración local y la repoblación de territorios despoblados. También se inició el Expediente General de Ley Agraria para analizar los problemas del campo.
- Conde de Floridablanca: Se incrementaron los ingresos de la Hacienda y se amplió la libertad de comercio con América.
CARLOS IV (1788-1808)
Carlos IV, hijo de Carlos III, ascendió al trono en 1788. Su reinado estuvo marcado por la influencia de su esposa María Luisa de Parma y su valido, Manuel Godoy.
La Revolución Francesa (1789) tuvo un gran impacto en España. El gobierno de Floridablanca intentó aislar al país de las ideas revolucionarias, pero la presión internacional llevó a España a la guerra contra Francia en la Guerra de la Convención (1793-1795).
Godoy, como valido del rey, firmó el Tratado de San Ildefonso (1796) con Francia, lo que llevó a España a enfrentarse a Gran Bretaña. La derrota en la Batalla de Trafalgar (1805) debilitó el poderío naval español.
La alianza con Francia y la creciente influencia de Napoleón Bonaparte llevaron a la ocupación francesa de España y a las Abdicaciones de Bayona (1808), donde Carlos IV y Fernando VII renunciaron al trono en favor de José Bonaparte, hermano de Napoleón.
Guerra de Independencia (1808-1814)
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación francesa, iniciando la Guerra de Independencia. La resistencia española se organizó en juntas locales y provinciales, y posteriormente en una Junta Suprema Central.
La guerra se dividió en tres fases:
- Primera fase (1808): Éxitos españoles, como la victoria en la Batalla de Bailén.
- Segunda fase (1808-1812): Dominio francés, con la ocupación de gran parte del territorio español.
- Tercera fase (1812-1814): Retroceso francés y victorias españolas con la ayuda de las tropas británicas de Wellington. La Batalla de Vitoria (1813) marcó la derrota definitiva de los franceses.
El Tratado de Valençay (1813) puso fin a la guerra y restauró a Fernando VII en el trono español.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Durante la Guerra de Independencia, las Cortes de Cádiz (1810-1814) se reunieron como representantes de la soberanía nacional. Las Cortes elaboraron y aprobaron la Constitución de 1812, de carácter liberal, que establecía principios como la división de poderes, la monarquía constitucional, la igualdad ante la ley y el reconocimiento de los derechos individuales.
La Constitución de 1812 y las reformas de las Cortes de Cádiz marcaron un hito en la historia de España, sentando las bases del liberalismo español y la lucha contra el Antiguo Régimen.