El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)
Contexto Político y Elecciones de 1933
En 1933, una serie de circunstancias llevaron a la dimisión de Manuel Azaña como presidente del Gobierno. La incapacidad para formar un gobierno estable con apoyo parlamentario condujo a la disolución de las Cortes y a la convocatoria de nuevas elecciones. Estas elecciones fueron significativas por ser las primeras en las que las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto.
El partido que obtuvo mayor número de escaños fue la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil Robles. En la izquierda, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se mantuvo como la fuerza más votada.
Gobiernos Radicales y Reacción de la Izquierda
Ante el avance de la derecha, los anarquistas iniciaron una serie de levantamientos. Los dos primeros gobiernos formados tras las elecciones estuvieron integrados por miembros del Partido Radical e intentaron aplicar una política de restauración o reparación de los cambios realizados durante el bienio anterior. Esta política provocó la radicalización de la izquierda, que se manifestó en la aprobación de la Ley de Amnistía, la contrarreforma agraria y un proyecto de reforma constitucional que buscaba modificar aspectos que habían generado rechazo en los sectores más conservadores de la sociedad.
Revolución de Octubre de 1934
La victoria electoral de la derecha y las políticas de los gobiernos radicales llevaron a un clima de tensión que desembocó en la Revolución de Octubre de 1934. El detonante fue la formación de un nuevo gobierno con la incorporación de tres ministros de la CEDA. La Unión General de Trabajadores (UGT) convocó una huelga general, pero la sublevación solo tuvo éxito en Asturias, donde se proclamó la Revolución Socialista de los Consejos Obreros.
La Revolución en Asturias
En Asturias, la insurrección triunfó gracias a la firma de la Alianza Obrera entre socialistas, anarquistas y comunistas. Los obreros ocuparon la región y proclamaron la Revolución Socialista, pero el gobierno envió tropas al mando del general Francisco Franco para sofocar la rebelión. La represión fue brutal, con miles de muertos.
Radicalización Política y Formación del Frente Popular
La Revolución de Octubre de 1934 provocó una mayor radicalización tanto de la izquierda como de la derecha. En la derecha, José Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, que proponía una alternativa a la República basada en una monarquía tradicional. En el ejército, se creó la Unión Militar Española, que buscaba acabar con la República.
En la izquierda, la represión tras la revolución impulsó la creación del Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda que buscaba la amnistía para los presos políticos y la defensa de la República.
Crisis del Partido Radical y Nuevas Elecciones
A finales de 1935, el Partido Radical se vio envuelto en una profunda crisis debido a escándalos de corrupción. La única salida fue la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones.
El Frente Popular y el Nuevo Gobierno
La izquierda, con la experiencia del bienio radical-cedista, decidió unir fuerzas para hacer frente a la derecha. El Frente Popular obtuvo una amplia victoria en las elecciones de 1936. El primer gobierno formado tras las elecciones estuvo compuesto por republicanos, sin la participación de socialistas ni comunistas. Se decretó la amnistía para los represaliados de la Revolución de 1934 y se restauró el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Manuel Azaña fue elegido presidente de la República y se formó un segundo gobierno compuesto por republicanos. El clima de radicalización social y política se mantuvo durante todo el año 1936, lo que finalmente condujo al estallido de la Guerra Civil Española en julio de ese mismo año.