¿Por Qué se Habla de Imperio Universal al Referirse a las Posesiones de Carlos V?
Carlos I de España, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, heredó un importante número de territorios. Por línea materna, heredó de su abuela Isabel la Católica la Corona de Castilla, Canarias, las plazas norteafricanas y los territorios americanos. De su abuelo materno, Fernando el Católico, heredó la Corona de Aragón y sus posesiones en Italia. Por línea paterna, heredó de su abuela María de Borgoña los Países Bajos, Charolais, Luxemburgo y el Franco Condado. De su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, heredó los territorios austriacos de los Habsburgo y los derechos al trono imperial alemán, siendo finalmente elegido en 1519 emperador del mismo con el nombre de Carlos V.
La posesión de estos vastos territorios alentaron la idea imperial de Carlos. La idea imperial de Carlos V pretendía la creación de la vieja idea medieval de un imperio cristiano universal que se sustentara sobre la base alemana, sobre el cristianismo y sobre el poder económico y militar de Castilla. Un estado en el que la autoridad religiosa estuviera bajo la tutela del Papa y la autoridad política estuviera en manos del Emperador. Esta idea fracasó entre otros motivos por las resistencias del Papa, la oposición frontal de Francia y la incapacidad de asentar la autoridad sobre una Alemania dividida entre protestantes y católicos.
Las Comunidades y las Germanías
El mantenimiento del imperio provocó tensiones en el interior peninsular en las que se expresaban resistencias ante la forma de entender la organización de la nueva monarquía.
A) Comunidades
Surgieron en Castilla y fue el movimiento más grave al que se tuvo que enfrentar el rey Carlos I. El conflicto admite varias lecturas:
- Enfrentamiento de una parte de las clases medias con Carlos I, puesto que aspiraban a través de las Cortes a un control sobre la monarquía, de la que criticaban la excesiva influencia de los consejeros flamencos y que tendía hacia un poder arbitrario.
- Lucha de los campesinos contra sus señores.
- Conflicto entre los productores textiles proteccionistas y los exportadores de lana.
El conflicto armado comenzó cuando una serie de ciudadanos se sublevaron contra la monarquía con el apoyo de la iglesia, la nobleza y el campesinado. Los comuneros, Juan Padilla, Juan Bravo y Pedro Maldonado fueron los líderes del movimiento y crearon la Junta Santa como organismo coordinador de las ciudades. Pero pronto se encontrarían con la oposición de la alta nobleza, la nobleza terrateniente, exportadores de lana y la jerarquía de la iglesia, y finalmente fueron derrotados en Villalar. La consecuencia del conflicto fue la alianza entre la monarquía y la alta nobleza, pero también una preocupación de Carlos I hacia algunas de las peticiones de los comuneros.
B) Germanías
Simultáneo a las Comunidades, este movimiento tuvo un peso más social que político y afectó a la Corona de Aragón, especialmente Valencia. Las Germanías eran milicias urbanas. En Valencia supusieron la culminación del enfrentamiento entre la oligarquía urbana y los plebeyos por el dominio de la ciudad. Cuando en 1519, los notables abandonaron la ciudad para salvarse de las pestes y ataques corsarios, los agermanados tomaron el poder mediante un Consejo, la Junta de los Trece. Pretendían crear una república al estilo de las italianas, pero en 1521 fueron derrotados ante la alianza de monarquía y nobleza.
Política de Felipe II
La política exterior de Felipe II no se basó en la creación de una Universitas Christiana sobre el eje del Imperio germánico, sino en el mantenimiento de la supremacía de los Habsburgo a través de la potencia económico-militar de Castilla y de su imperio colonial. Fue la Monarquía Hispánica, la que desarrolló esta idea hegemónica en los siguientes ámbitos:
- Portugal: Felipe II logró la unión de Portugal a la Monarquía Hispánica, junto a todas sus posesiones. El rey de Portugal, D. Sebastián, murió sin descendencia y Felipe II hizo valer sus derechos familiares, incorporando este reino y siendo reconocido como rey en las Cortes de Tomar.
- Imperio Otomano: La presión de los turcos en el Mediterráneo propició la formación de la Liga Santa y la victoria de Lepanto en 1571, debilitando la amenaza islámica.
- Inglaterra: El acceso al trono de Isabel I, su ayuda a los calvinistas holandeses y su apoyo a los corsarios provocó el intento fallido de invasión por parte de Felipe II.
- Flandes: Se caracterizó por un estado de conflicto permanente en el que se mezclan tres cuestiones:
- Política: aspiraciones autonomistas de la nobleza flamenca frente al autoritarismo desde la distancia de Felipe II.
- Religiosa: las provincias del norte aceptaron el calvinismo.
- Económica: el conflicto hipotecó los recursos de la monarquía para mantener los tercios.
- Francia: Aspiraba a sustituir a la Monarquía Hispánica en Italia, pero las derrotas de San Quintín y la Paz de Cateau-Cambrésis aseguraron la hegemonía hispánica sobre Italia y en toda Europa occidental.
El Gobierno de los Validos
El valido era un noble que, unido al rey por una relación de amistad, concretaba los mecanismos del poder político. Actuaba como intermediario entre el rey y el reino. En sus funciones utilizaba una amplia red de clientelas y se servía de juntas o comités afines a su persona. La aparición del valido en el siglo XVII no puede achacarse únicamente al desinterés por el poder y a la debilidad de carácter de los sucesores de Felipe II, sino que también intervinieron la creciente complejidad de las tareas de gobierno y la complicada maquinaria administrativa.
Felipe III inauguró la costumbre de delegar el ejercicio del poder en un valido al conceder las riendas de los negocios nacionales e internacionales a Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma. Felipe IV siguió esta tendencia y se sirvió de Gaspar Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares, al igual que Carlos II lo hizo de D. Juan José de Austria. De los citados destacó Olivares, quien puede considerarse un reformista del siglo XVII, tanto en lo económico como en lo político y militar, aunque no consiguió romper la tendencia localista y disgregadora de los diferentes territorios de la Monarquía Hispánica.
Causas del Ocaso de la Dinastía de los Habsburgo
A) Problemas Externos
- Concepto: Los Habsburgo de la Monarquía Hispánica querían imponer la unidad católica y la idea de hegemonía imperial. Sin embargo, los países protestantes del norte y la católica Francia nunca aceptaron tales supuestos. Además, la magnitud de los territorios de la Monarquía Hispánica significaba una posibilidad de crecimiento territorial o económico para sus enemigos.
- Conflictos: El conflicto surgió en la Guerra de los Treinta Años en la que los Habsburgo hispanos y austriacos se enfrentaron a flamencos, franceses e ingleses, entre otros. La falta de recursos financieros y los problemas internos de la Monarquía Hispánica acabaron por provocar las derrotas de Rocroi o las Dunas y, consiguientemente, la Paz de Westfalia (1648) y la de los Pirineos (1659). Desde este momento, el dominio de la Monarquía Hispánica y los Habsburgo sobre Europa desaparecerá frente al poder continental de la Francia de Luis XIV, y el poder marítimo de Provincias Unidas e Inglaterra.
B) Problemas Internos
- Concepto: Los arbitristas ya opinaban en la época que la decadencia era fruto de errores políticos que comenzarían ya en el siglo XVI, pero que se agudizarían en el siglo XVII. Por otro lado, el mantenimiento de un imperio tan amplio provocó fuertes tensiones internas, puesto que la Península se empobreció defendiendo, frente a gran parte de Europa, un imperio del que se suponía se obtendría una ganancia.
- Conflictos: Las sublevaciones de Portugal, Cataluña y Andalucía, que finalizaron con la independencia del primero, surgen como respuesta a esa defensa del imperio de los Habsburgo y la Unión de Armas o proyecto de reparto equitativo de las cargas imperiales.
La Guerra de Sucesión Española
La Guerra de Sucesión Española (1702-1715) fue un conflicto internacional surgido como consecuencia de la disputa de la sucesión al trono de la Monarquía Hispánica, tras la muerte sin descendencia de Carlos II. En juego, no solo el trono, también la disputa de las potencias europeas de intereses territoriales, políticos y económicos relacionados con el imperio español.
Cuando muere Carlos II hay dos pretendientes al trono, con sus respectivos apoyos internacionales:
- Felipe de Anjou: Era el legítimo heredero según el testamento de Carlos II. Sus derechos fueron defendidos por Francia.
- Archiduque Carlos de Austria: Apoyado por la Gran Alianza del Imperio de los Habsburgo, Inglaterra, Holanda, Portugal… Estos apoyos a los Habsburgo se explican por el miedo a la hegemonía de los Borbones en Europa y al interés por repartirse territorios y concesiones económicas de la Monarquía Hispánica.
Dentro de la Península se produjo una división interna: Castilla apoyó a Felipe como solución a sus crisis y Aragón apoyó a Carlos por temor a la competencia comercial de Francia y al centralismo de los Borbones. La victoria de los Borbones en Almansa y Villaviciosa y la muerte del emperador austriaco facilitaron el fin del conflicto. Los tratados de Utrecht y Rastadt convirtieron y coronaron a Felipe V rey de España. Las pérdidas para la monarquía española fueron cuantiosas: todos los territorios europeos, Gibraltar, Menorca y concesiones económicas.
Los Decretos de Nueva Planta y la Centralización Borbónica
Felipe V se enfrentó a la solución de los problemas políticos a través de fórmulas propias del absolutismo borbónico: unificación de todos los territorios y centralización con el objetivo de reforzar la autoridad real. La implantación de los decretos se justificó como derecho de conquista. Los principales instrumentos para ello fueron los Decretos de Nueva Planta (1707-1716), que supusieron los siguientes cambios:
- Supresión de los fueros, la autonomía municipal y las Cortes de Cataluña, Aragón, Valencia y Mallorca y, por tanto, fin de la concepción pactista de la monarquía. Se respetaron los fueros navarros y vascos por su apoyo a Felipe V en la Guerra de Sucesión.
- Modelo único de administración territorial: sustitución de virreinatos por provincias con un capitán general al frente y una Audiencia. Posteriormente se añadiría el intendente, encargado de administrar el ejército, la hacienda, justicia y problemas económicos de la provincia.
- Proyecto de reforma fiscal, intentando crear un nuevo sistema de pocos impuestos que irían a un fondo común para el sostenimiento del Estado, lo que requeriría la elaboración de censos.
Además de los Decretos de Nueva Planta, se produjo una reforma de la administración central sustituyendo los Consejos por Secretarios de Despacho, aunque se mantendría el Consejo de Castilla como órgano consultivo.