REVOLUCIONES POLÍTICAS Y SUS OBJETIVOS
La revolución política es una acción violent dirigida a conquistar el poder con el fin de establecer un nuevo sistema político. A finales del siglo XVIII, los objetivos políticos de los revolucionarios fueron dos:
-Crear un sistema político liberal basado en el respeto a los considerados derechos naturales humanos: la libertad, la propiedad, y la igualdad ante la ley. Para garantizar este repeto, son necesarias la soberanía nacional y la división entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, principios que debían estar recogidos y garantizados por una constitución que regulase el funcionamiento del Estado.
-Crear una sociedad abierta, sin privilegios ni estamentos, en la que la promoción social dependiese del mérito y del trabajo, medidos por la riqueza.
Las primeras revoluciones políticas que se propusieron alcanzar estos objetivos tuvieron lugar en América del Norte y Francia.
REVOLUCIÓN E INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS
Las trece colonias británicas de la costa este de América del Norte pasaron a finales del siglo XVIII por un doble proceso: una revolución política y una guerra de independencia contra Gran Bretaña.
Las causas de la revolución
Las causas de este doble proceso fueron el descontento de los colonos por razones políticas, ya que carecian de representantes en el Parlamento británico; económicas, por su dependencia comercial de Gran Bretaña; y territoriales, porque la ocupación de los extensos territorios situados al oeste de las colonias estaba reservada a los británicos. En estas circunstancias, la difusión de las ideas de la Ilustración llevo a considerar despótico al Gobierno británico. La chispa que ocasionó la revolución fue el intento de la monarquía británica de implantar nuevos impuestos. Los colonos se negaron a aceptarlos, alegando que no habían sido votados por ellos al carecer de representantes en el Parlamento. Así, en 1773, en protesta por el establecimiento de un nuevo impuesto sobre la exportación del té, se organizó en Boston el llamado motín del té, en el que un grupo de colonos, disfrazados de »pieles rojas» arrojaron al mar la carga de té de tres buques británicos. La dura represión de las autoridades británicas, desencadenó la guerra de la Independencia.
El desarrollo de la guerra (1775-1783)
El 4 de julio de 1776, representantes de las trece colonias, reunidos en Filadelfia, proclamaron su unión y la declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. En ella, se reconocían la igualdad de toda las personas; los derechos de vida, a la libertad, y a la búsqueda de la felicidad; y la soberanía nacional, como medio de garantizarlos. Gran Bretaña, no aceptó la independecia y continuó la guerra. Al final, el apoyo francés y español permitio la derrota de los británicos en Yorktown (1781), y la firma de la Paz de Versalles (1783). En ella, Gran Bretaña reconocía la independencia de Estados Unidos.
Un nuevo estado y un nuevo sistema político
Al terminar la guerra, el nuevo estado firmó la Constitución de 1787 completada con una Declaración de derechos del hombre.
-La Constitución de 1787 es considerada como la primera constitución escrita de la historia. En ella, se establecen la soberanía nacional, la división de poderes, y la república federal como forma de Estado.
-El Estado Federal dirige la política exterior y tiene competencias limitadas en política interior; el poder legislativo reside en el Congreso; el ejecutivo en el Presidente: y el judicial en el tribunal supremo.
-Los estados federales tienen amplias competencias internas, y cada uno, posee gobierno, cámara legislativa y tribunales de justicia.
LA REVOLUCIÓN AGRARIAS Y SUS CONSECUENCIAS
A mediados del siglo XVIII se introdujeron en los campos de Inglaterra numerosos cambios que supusieron una verdadera revolución agraria. Esta precedió a la Revolución Industrial y contribuyó a hacerla posible. Las principales transformaciones agrarias afectaron a los sistemas de cultivo, al instrumental agrario y a la propiedad de la tierra.
Los sistemas de cultivo tradicionales utilizaban barbecho y la rotación bienal o trienal como forma de regenerar el suelo. Las mejoras consistieron en la sustitución de la rotación trienal por la rotación continua; el Sistema Norfolk(inventado por el vizconde de Toushand) que eliminaba el barbecho y cultivaba en su lugar nabos y forrajes (alfalfa y trébol). Estos cultivos permitían la recuperación del suelo y proporcionaban alimento para el ganado. También se introdujeron nuevos cultivos, como el maíz, la zanahoria, la col, la patata, etc…
Los aperos agrarios mejoraron lentamente. Así, se perfeccionó al arado de hierro y el herraje de los animales, y se introdujeron las primeras sembradoras y segadoras mecánicas movidas por caballos.
La propiedad de la tierra se modificó a traves de leyes de cercamiento (enclosure acts, de 1845) que obligaron a cerrar las parcelas. El objetivo era sustituir el antiguo sistema de explotación de la tierra, basado en campos abiertos, y tierras comunales, trabajados segun normas colectivas, por campos cerrados explotados individualmente. Esta medida perjudicó a los pequeños propietarios, que al carecer de recursos para cercar su tierra y verse privados del uso de las tierras comunales, tuvieron que vender sus propiedades y emplearse como jornaleros o emigrar a las ciudades. En cambio, benefició a los grandes propietarios, que aumentaron la productividad. La tierra se concentró así en manos de aristócratas, comerciantes y campesinos ricos.