El Regeneracionismo y la crisis del sistema político (1902-1917)
El Regeneracionismo político
Desde los inicios del reinado de Alfonso XIII, los políticos intentaron llevar a cabo los principios de Joaquín Costa con el fin de impulsar la vida política. El conservador Maura y el liberal Canalejas intentaron implantar proyectos de reforma desde el interior del sistema. Sus proyectos fracasaron a causa del desgaste político de Maura y del asesinato de Canalejas. En 1906 se produjo la primera quiebra de la Restauración: la promulgación por el gobierno liberal de Moret de la Ley de Jurisdicciones, que hacía retroceder al poder civil frente al militar. El ejército reaparece.
El gobierno largo de Maura (1907-1909)
Maura proyectó la revolución desde arriba mediante la realización de reformas buscando el apoyo de masas neutras. Pretendía configurar un estado fuerte. Maura quiso promover una descentralización administrativa, se aprobó la Ley Electoral y la Ley de Reforma Municipal. La revolución desde arriba no consiguió reformar la estructura política y social que apoyaba al caciquismo. Se creó el Instituto Nacional de Previsión y la Ley de Descanso Dominical.
Caída de Maura
La actuación española se orientó hacia el norte de África. Se establece un protectorado franco-español. La presencia española estuvo contestada por las tribus bereberes, lo que obligó a mantener una presencia militar española. El 18 de julio se inició la movilización popular contra la guerra de África (Semana Trágica). Se constituyó un comité de huelga con la participación de republicanos, socialistas y anarquistas. Explotó un fuerte sentimiento anticlerical que llevó al incendio de 80 establecimientos religiosos. Las autoridades respondieron declarando el estado de guerra.
Luego, centenares de personas fueron detenidas y se ejecutaron 5 condenas. Esta represión provocó protestas. Se constituyó un bloque de izquierdas que se unió con el Partido Liberal para exigir su dimisión. Esta alianza supuso la ruptura del partido y del turno pacífico.
Canalejas (1910-1912)
Tras la muerte de Sagasta, el rey decide que el jefe del gobierno sea Canalejas. Su programa:
- Se promulgaron leyes para mejorar las condiciones laborales.
- Lanzó un ataque contra los latifundios.
- Limitó el poder de la Iglesia (separación Iglesia-Estado).
- Intentó sustituir el impuesto de consumos por un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas.
- Suprimió la redención en metálico.
- Continuó la política de acercamiento a los catalanistas.
El nacimiento de los nacionalismos
Durante la Restauración surgen movimientos político-culturales llamados regionalistas y, más tarde, nacionalistas. Encuentran su apoyo en la burguesía regional.
Catalanismo
Su origen se encuentra en torno a la Renaixença y al desarrollo de la burguesía industrial. Dos tendencias: izquierda federal y derecha conservadora. El catalanismo, influenciado por Valentí Almirall, se consolida con la fundación de la Centre Català. Los conservadores fundan la Lliga Regionalista y presentaron su programa a la regente María Cristina. El Centre y la Lliga se fundieron en la Unió Catalanista. Se redactaron las Bases de Manresa. Un pacto electoral daría lugar a un partido: la Lliga Regionalista.
Nacionalismo vasco
Su origen se encuentra en la reivindicación de los fueros abolidos tras la derrota carlista. Formulado por Sabino Arana, ofreció un programa adaptado a las circunstancias políticas y sociales. Recoge la afirmación de la raza, defensa de las costumbres, antiespañolismo e independentismo.
En 1895 funda el PNV con una declaración antiespañola y con una voluntad de restaurar las leyes tradicionales. Más tarde amplía las bases con una burguesía más moderna y con el objetivo de la autonomía dentro del estado español. Dos tendencias: autonomista e independentista.
Otras expresiones
- Galicia: Las bases se encuentran en el resurgimiento de la lengua literaria y en los movimientos federalistas.
- Andalucía y Valencia: Surgen corrientes reivindicando la descentralización política y formas de autogobierno.
La crisis de 1917
Tras la muerte de Canalejas, los partidos se dividieron. La neutralidad durante la Primera Guerra Mundial fue un gran acierto de Dato. Favoreció al despegue económico. Las potencias tenían necesidad de alimentos, tejidos… lo proporcionó España. La balanza comercial pasó a ser muy favorable. Estos beneficios obtenidos fueron mal invertidos. Por otra parte, se produjeron tensiones por la escasez de pan debido a la exportación en grandes cantidades de trigo. Se produjo una revolución que tuvo tres escenarios: militar, parlamentario y obrero.
La revolución militar
Debido al problema económico, solo los grados más elevados del ejército tenían buen nivel de vida. Los oficiales organizaron Juntas de Defensa que reclamaban:
- Criterio de ascenso único.
- Aumento de sueldo.
- Respeto al ejército.
Las presiones militares provocaron la caída de los gobiernos y, finalmente, el gobierno accede a la presión militar. El gobierno promulgó la Ley del Ejército. El ejército reaparece en la escena.
La revolución burguesa
Cambó reúne a 59 diputados para solicitar al gobierno la convocatoria de Cortes Constituyentes. Ante la negativa de Dato, Cambó promueve una Asamblea de Parlamentarios. Su objetivo: la reforma de la estructura política y la incorporación de la burguesía industrial.
Revolución obrera
El aumento de la demanda, la escasez de productos básicos y la subida de precios afectó a la clase obrera. La crisis se acentúa con una huelga general. El gobierno de Dato consiguió que el ejército interviniese. El ejército salvó al gobierno y a la monarquía. Cambó entró en un gobierno de concentración con Prieto.
El problema de Marruecos
La ocupación española en Marruecos resultaba poco rentable económicamente. Las tropas españolas, dirigidas por Silvestre, recibieron un golpe por parte de los marroquíes guiados por Abd-el-Krim. El ejército huyó del campamento de Annual hacia Melilla (1.200 muertos). Las fuerzas de izquierda exigieron la investigación sobre el desastre, que se plasmó en el Informe Picasso. En 1923, Miguel Primo de Rivera llevó a cabo un pronunciamiento: declaró el estado de guerra y suspendió la Constitución de 1876. El rey sanciona el golpe y lo nombra presidente de un directorio militar primero y civil después.