La Segunda República Española
La II República Española se proclamó tras las elecciones municipales de abril de 1931. Se trata de un periodo que podemos dividir en distintas etapas:
Bienio Reformista (1931-1933)
El Gobierno inició una serie de reformas: legalidad de todos los partidos políticos y sindicatos, amnistía general para los presos políticos de la dictadura, creación de una Generalitat provisional para el gobierno de Cataluña y numerosas reformas laborales.
Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes y se elaboró la Constitución de 1931 con los siguientes principios:
- España se define como un Estado integral, con la posibilidad de establecer gobiernos autonómicos.
- Se instauró el sufragio universal masculino y femenino.
- Se proclamó la aconfesionalidad del Estado, aunque se permitían cultos y creencias. Además, se permitió el matrimonio civil y el divorcio.
- El poder legislativo residía en las Cortes, mientras que el poder ejecutivo estaba en manos de un Consejo de Ministros y el Presidente de la República. Ambos poderes independientes del poder judicial.
- Reconocimiento de las libertades individuales, de la libertad de expresión, de reunión o de asociación.
Una vez aprobada la Constitución, Niceto Alcalá Zamora es elegido presidente de la República y Manuel Azaña nombrado jefe de gobierno. Durante el Bienio Reformista se puso en marcha una serie de reformas:
Reforma agraria
Para mejorar la producción y la vida de los campesinos. En España existían muchos jornaleros sin tierras y en una situación de extrema pobreza, mientras la propiedad se concentraba en manos de unos pocos propietarios. En 1932, se expropiaron tierras que no se cultivaban y se repartieron entre campesinos sin tierras.
Reforma educativa
Se produjo porque se pensaba que la educación era la vía para la mejora social. Se construyeron 13.000 nuevas escuelas primarias y se aumentó el presupuesto de educación en un 50%. Por otro lado, se prohibió la enseñanza de órdenes religiosas con el fin de reducir la influencia de la Iglesia.
Reforma militar
Era fundamental. España poseía un ejército atrasado y con exceso de oficiales. Se exigió a los mandos jurar lealtad a la República, conscientes de la tradición golpista de los militares españoles.
Descentralización del Estado
Se puso en marcha un proceso de descentralización del Estado que reconocía la lengua e identidad propia de distintas regiones (Cataluña, País Vasco, Galicia…) y que permitía elaborar estatutos de autonomía y establecer gobiernos autónomos. Llegando a reconocerse la autonomía de Cataluña.
Sin embargo, la República tuvo que hacer frente a dos bloques de oposición, por un lado los afectados por las reformas, propietarios agrarios, Iglesia, parte del ejército… y por otro lado sectores de izquierda que consideraban que las reformas se realizaban demasiado despacio.
Estas oposiciones llevaron en agosto de 1932 a un intento de Golpe de Estado por el General Sanjurjo en Sevilla, que fracasaría, y a un levantamiento campesino en 1933, Casas Viejas (Cádiz), que sería duramente reprimido por las fuerzas del orden público y se saldaría con varios muertos.
El levantamiento de Casas Viejas generaría grandes críticas al gobierno, lo que dio lugar a que en septiembre de 1933, Azaña presentara su dimisión y se convocaran nuevas elecciones.
En estas elecciones obtendría la victoria el centro-derecha (Partido Radical y CEDA, Confederación Española de Derechas Autónomas). Comenzaba así la etapa conocida como Bienio Conservador (1933-1935).
Bienio Conservador (1933-1935) y Frente Popular (1936-1939)
Tras las elecciones de 1933 se produjo la formación de un nuevo gobierno presidido por Lerroux, quien anularía o modificaría la mayoría de las reformas llevadas a cabo por Manuel Azaña.
La entrada de la CEDA en el gobierno provocó un fuerte rechazo de los partidos y sindicatos de izquierda, especialmente en Asturias y Cataluña, donde los movimientos de insurrección y las huelgas fueron duramente reprimidas por el ejército. En Cataluña, el conflicto acabó con la suspensión del Estatuto y el encarcelamiento del gobierno. Tras estos sucesos, el Partido Radical y la CEDA se fueron distanciando y finalmente se convocaron nuevas elecciones en febrero de 1936, dando fin al Bienio Conservador. En estas elecciones, los partidos republicanos de izquierda concurrieron formando un Frente Popular. Por su parte, los partidos de centro y de derecha se unieron en coalición, su programa consistía en continuar la política contrarreformista del Bienio Conservador y modificar la Constitución.
Por escaso margen, el Frente Popular obtuvo la victoria electoral y se nombra a Manuel Azaña como presidente de la República y a Santiago Casares Quiroga como jefe de gobierno, que volvieron a poner en marcha las reformas iniciadas en 1931. El triunfo del Frente Popular no sentó bien a los sectores más conservadores que se oponían a las reformas. Los militares opuestos a la República (Emilio Mola, Francisco Franco y José Sanjurjo) establecieron contactos con grupos de extrema derecha para organizar un golpe de Estado. La crispación aumentaba, se produjeron huelgas, quemas de iglesias y enfrentamientos armados entre milicias de izquierda y de derechas. El 13 de julio fue asesinado el diputado monárquico José Calvo Sotelo en represalia por la muerte de José Castillo, militante socialista.
Este contexto social sirvió de pretexto para acelerar los planes golpistas. El levantamiento militar se inició el 17 de julio en el Norte de África (Melilla, Ceuta y Tetuán), y los días 18 y 19 se extendió a Canarias, Baleares y toda la Península.
Causas del golpe de Estado (Nos encontramos con tres interpretaciones):
- Interpretación franquista: la República hizo un trabajo nefasto, lo que provocó el golpe de Estado.
- Interpretación republicana: la “traición” de los militares fue la causante. La República había controlado la situación mientras poseía el apoyo del ejército.
- Interpretación social: el enfrentamiento social fue una constante en la república y había una gran agitación, lo que hizo inevitable la guerra, que comenzó por el lado de la derecha pero podría haber llegado por la izquierda.
La dictadura de Primo de Rivera
En 1921 se produjo el suceso más destacado en la Guerra de Marruecos, el Desastre de Annual, una gran derrota de España en la que muchos militares españoles perdieron la vida. Este hecho, acompañado de que la guerra no contaba con el respaldo de la sociedad española, incitó a que se abriera una investigación para depurar responsabilidades (Expediente Picasso), en ella se señala a distintos militares e incluso al rey en escándalos de corrupción económica. Además de la crisis motivada por la Guerra de Marruecos, existía una importante crisis social. En Cataluña, los trabajadores de las zonas industriales reivindicaban mejoras salariales y laborales para lo que realizaron una serie de huelgas que se extendieron al campo, en especial en Andalucía. Estos movimientos fueron duramente reprimidos por la Guardia Civil, lo que finalmente dio lugar a una guerra social en la que el propio presidente (Eduardo Dato) fue asesinado en 1921.
Ante la crisis generalizada y con el fin de frenar la presentación en las Cortes del Expediente Picasso, el General Primo de Rivera, con el consentimiento del rey y de algunos políticos conservadores, dirigió un Golpe de Estado en 1923 que dio paso a una dictadura militar inspirada en el fascismo italiano.
El régimen de Primo de Rivera suspendió la Constitución y disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos y los sindicatos. También destituyó a todos los cargos electos (diputados, alcaldes) y estableció una censura de prensa. Se ejerció una gran represión sobre intelectuales, profesores universitarios y organizaciones de izquierda. Por otro lado, se persiguió el nacionalismo catalán y vasco, prohibiendo el uso de sus lenguas.
Aprovechando la buena situación internacional (Felices años veinte) hubo en España cierto crecimiento económico que propició la creación de obras públicas y la puesta en marcha de empresas como Telefónica y Campsa. Pero la llegada de la crisis económica mundial de 1929 y sus repercusiones en España, hizo que volvieran los movimientos de oposición. Primo de Rivera, sin los apoyos necesarios, decide dimitir en enero de 1930.
Alfonso XIII nombró como jefe de gobierno al general Berenguer que debía preparar unas elecciones y retornar la legalidad constitucional. Mientras la oposición firmó el Pacto de San Sebastián, en el que se reivindicaba unas elecciones democráticas y la instauración de la república. El 12 de abril de 1931 se convocaron elecciones municipales y dieron el triunfo a las candidaturas republicanas en casi todas las capitales de provincia. Ante los resultados electorales y la aparición de manifestaciones reclamando la república, Alfonso XIII se exilia y se forma un gobierno provisional que proclamó la II República el 14 de abril de 1931 de forma pacífica.
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Tras el levantamiento militar del 17 de julio, España se divide en 2 bandos:
- Bando Sublevado (Nacional): con un ejército más profesionalizado y mejor preparado, con el apoyo de la Iglesia Católica, los monárquicos, los carlistas y los falangistas e internacionalmente con Alemania, Italia y Portugal.
- Bando Republicano: con un ejército “popular”, desorganizado y formado por milicias, estaba apoyado en España por republicanos, socialistas y comunistas, e internacionalmente por la URSS, México y las Brigadas Internacionales. Los países europeos, especialmente Francia y Gran Bretaña, convocaron una conferencia donde se firmó un acuerdo de no intervención para evitar el conflicto en otros países que pudiera acabar con una nueva guerra mundial.
La República durante la guerra
En julio de 1936, debido a la negativa de los golpistas a finalizar la rebelión, el gobierno disolvió el ejército y dio armas a los partidos y sindicatos del Frente Popular. Comités obreros aprovecharon la situación para llevar a cabo un proceso revolucionario, en el que repartieron tierras, colectivizaron fábricas y ejercieron una fuerte represión a los sospechosos de simpatizar con los sublevados, realizando detenciones, fusilamientos, quema de iglesias…. En septiembre de 1936 se forma un nuevo gobierno dirigido por Largo Caballero y formado por republicanos, socialistas, comunistas e incluso anarquistas. Se creó el Ejército Popular con ayuda de la URSS y se trató de frenar la represión incontrolada ejercida por los comités obreros. Este hecho produjo división entre los partidos y sindicatos republicanos, por lo que en mayo de 1937, los defensores de un proceso revolucionario radical se enfrentaron al gobierno, sin embargo serían derrotados. El socialista Juan Negrín junto con el apoyo de los comunistas, formó un nuevo gobierno y planteó una propuesta de paz mediante los llamados Trece Puntos, pero Franco rechazó la propuesta.
Los sublevados
Por las zonas donde los sublevados lograban el control, el ejército asumía el poder. Se buscaba lograr la victoria militar en España y organizar un nuevo Estado inspirado en el fascismo. Crearon la Junta de Defensa Nacional, que nombró a Franco generalísimo y jefe del Gobierno ya que tanto el general Mola como el general Sanjurjo habían muerto en sendos accidentes de aviación. En 1937 unificaron todas las fuerzas políticas en un único partido: Falange Española Tradicionalista (FET) y un sindicato: Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (JONS) y un año después se creó el primer gobierno en Burgos, capital provisional del nuevo Estado. Las principales medidas que se impusieron fueron la prohibición de partidos y sindicatos (salvo la FET y las JONS), se suprimieron la Constitución y los estatutos de autonomía, se recuperó el catolicismo como religión oficial y se anularon todas las reformas republicanas.
Fases militares de la Guerra Civil
La Guerra Civil duraría tres años, en los que el bando sublevado, mejor organizado que el bando republicano, llevó la iniciativa militar. Mientras los republicanos intentaban frenar el avance del ejército liderado por Franco.
Agosto 1936 – Marzo 1937
Los sublevados comenzaron la guerra en Marruecos y avanzaron por Extremadura y Toledo, situándose cerca de Madrid en noviembre. La ayuda de Italia y Alemania fue muy importante para conseguir el paso del estrecho y el rápido avance de los sublevados. El gobierno republicano abandonó la capital y se trasladó a Valencia temiendo la conquista de la capital, sin embargo, en la batalla de Madrid, las fuerzas republicanas formadas en su gran mayoría por milicias de voluntarios y miembros de las Brigadas Internacionales resistieron el ataque.
Se produjeron distintas batallas con el fin de entrar en Madrid (Batallas del Jarama y Guadalajara), pero no tuvieron éxito, por lo que Franco decidió avanzar por el Norte.
Abril 1937 – Diciembre 1937
En la batalla del Norte que buscaba tomar Asturias y el País Vasco, se produjo uno de los acontecimientos más relevantes de la Guerra, la legión Cóndor alemana bombardeó y arrasó la ciudad de Guernica (Vizcaya) con un elevado número de civiles muertos. Para intentar frenar el avance franquista, los republicanos contraatacaron en Madrid (Brunete) y Zaragoza (Belchite), pero no pudieron impedir la caída de Cantabria y Asturias. La caída del norte fue un duro revés para los republicanos, ya que los sublevados se hicieron con los recursos industriales y mineros de esta zona.
Enero 1938- Abril 1939
Una vez el bando sublevado había tomado el norte del país, su siguiente objetivo era aislar Cataluña del resto del bando republicano. En febrero de 1938, las tropas franquistas ocuparon Teruel y avanzaron por Aragón hasta llegar al Mediterráneo. Para contener el avance, los republicanos pusieron todo su esfuerzo en la batalla del Ebro, batalla que se produjo a orillas del río Ebro, controladas cada una por un bando. Esta batalla, se produjo entre julio y octubre de 1938 y dejaría casi destruido al ejército republicano. Los nacionales tomaron Barcelona en enero de 1939. Madrid y la zona centro era la única que resistía, pero en marzo ya estarían ocupadas por las tropas franquistas. El 01 de abril de 1939 la guerra se dio por concluida.