La Oposición a la Dictadura Franquista
Al igual que el régimen de Franco evolucionó, también lo hicieron los grupos de oposición. Al terminar la guerra, grupos comunistas y anarquistas iniciaron actividades guerrilleras. Durante la II Guerra Mundial, los partidos en el exilio intentaron que los aliados intervinieran en España contra Franco y en 1944 un grupo de guerrilleros se introdujo por el valle de Aran y extendió su actividad por las sierras del Maestrazgo, Asturias, Galicia y Sierra Morena. A estos se unieron excombatientes que se habían refugiado en estas zonas conocidos como maquis. Su labor, faltos de material pesado, no fue más allá de labores de hostigamiento hacia las fuerzas del orden, especialmente la Guardia Civil. Durante los primeros años, los maquis contaron con el apoyo de las zonas rurales, pero el cansancio y la represión terminaron con su resistencia a comienzos de los cincuenta. Todas estas actividades encontraron un gran eco en Radio Pirenaica. Las fuerzas de orden público reprimieron con gran dureza estos movimientos al amparo de la Ley de Represión del Bandidaje y Terrorismo (1947). Ante el fracaso de las actuaciones guerrilleras y la muerte de Stalin, el PCE, partido más activo y organizado, cambió de estrategia y optó por una política de reconciliación nacional y pasó a extenderse por la universidad y el mundo obrero con el consiguiente aumento de las huelgas desde 1945 hasta 1957 en Madrid, País Vasco y Cataluña. En cuanto a la universidad, a partir de la huelga de 1956 dejó de ser un feudo del SEU. Durante los sesenta, la oposición interior fue cambiando debido a los cambios sociales y económicos. Las nuevas generaciones ya no habían participado en la guerra y su objetivo principal fue la democratización de la sociedad. Durante estos años se suprimieron los tribunales militares, pero se creó el TOP en 1963 (Tribunal de Orden Público). Durante los años sesenta, varios grupos de oposición reivindicaban libertad y democracia. Destacaron, el movimiento obrero a través de sus sindicatos, CC.OO 1964 de inspiración comunista (Marcelino Camacho), o sindicatos de inspiración católica como USO, HOAC o ELA-STV (nacionalista vasco) que estuvieron colaborando con el sindicalismo de clase y participaron en las frecuentes huelgas desde 1967 en las principales áreas industriales. En 1974, la OIT reconocía los sindicatos clandestinos.
El Movimiento Estudiantil y la Oposición Política
El movimiento estudiantil universitario se revitalizó desde 1969 y se complicó con las huelgas de PNN desde 1972. Las revueltas estudiantiles convirtieron a la universidad en foco de oposición al franquismo al que el régimen reprimió con dureza llegando a ocupar sus instalaciones y expulsando a algunos profesores. La desaparición del SEU favoreció la aparición de numerosas organizaciones estudiantiles que provocaron enfrentamientos continuos entre grupos de extrema derecha (guerrilleros de Cristo Rey) y de izquierda (Bandera Roja, Anarquía). El mayo francés del 68 avivó las revueltas que alcanzaron el punto álgido con la muerte del estudiante Enrique Ruano en Madrid cuando estaba custodiado por la policía. El movimiento vecinal cobró fuerza en los barrios obreros de las grandes ciudades manifestándose contra los planes urbanísticos, la precariedad de los servicios públicos, la mala calidad de las viviendas. La Iglesia católica, que desde el Concilio Vaticano II (1962-1965) se distanció de la dictadura y donde destacaron el cardenal Tarancón (Madrid), el clero catalán y vasco (Cardenal Añoveros), los sacerdotes obreros y los cristianos por el socialismo. La oposición dentro del ejército, en torno a la UMD (1974, Unión Militar Democrática).
La Transición a la Democracia
Tras el asesinato de Carrero Blanco, el franquismo no podía continuar tras Franco. Las presiones de la CEE, USA, Vaticano y la desaparición de las dictaduras en Portugal y Grecia hacían necesario un cambio. Tras la muerte de Franco se inició la transición (1975-1982). Dentro del país, la continuidad era defendida por el ‘bunker’, mientras que la ruptura era preconizada por la Junta Democrática. La ruptura pactada por la Plataforma de Convergencia Democrática, mientras que tan solo una minoría, encabezada por el rey, buscaba la reforma desde el sistema. Finalmente se logró un acuerdo que hizo posible la transición pacífica a la democracia. Tras la muerte de Franco, Juan Carlos, fue nombrado rey, y en su discurso creó ciertas expectativas, que Arias Navarro, primer presidente de la monarquía, no compartía ya que se inclinaba por el inmovilismo. Los partidos de izquierdas reclamaban la ruptura con el franquismo. Estos partidos, que inicialmente no aceptaban la monarquía, exigían libertad para los presos políticos, libertades políticas y sindicales y el reconocimiento de los estatutos de autonomía. La Junta democrática (PCE de Santiago Carrillo) y la Plataforma de convergencia democrática (PSOE de Felipe González) se unieron en marzo del 76 en la Platajunta. Ante la lentitud de los avances, Juan Carlos nombró a Fernández Miranda, presidente de las Cortes y diseñó la reforma política que pasaba por la dimisión de Arias, que fue presentada en julio de 1976. De manera inmediata se nombró presidente a Adolfo Suárez que fue mal recibido, por diferentes motivos, por todos los grupos. Tras la toma de posesión, se concedió una amnistía a presos políticos y se expuso a los jefes militares las reformas a realizar, nombrando vicepresidente al general Gutiérrez Mellado. De manera inmediata y trabajosa, se aprobó por mayoría la Ley de Reforma Política (LRP) lo que suponía la desaparición de las Cortes franquistas, que se sometió a referéndum el 15 de diciembre de 1976, siendo aprobada, pese a la abstención de la oposición y el no de los franquistas. La situación más crítica sucedió entre diciembre del 76 y enero del 77. En diciembre de 1976, el GRAPO secuestró al presidente del Consejo de Estado Oriol, pero enero del 77 fue el mes horribilis de nuestra democracia. El 23 de moría un estudiante en una manifestación pro amnistía. El 24 era secuestrado, por el GRAPO, el teniente general Villaescusa; moría una estudiante por el impacto de un bote de humo; y un grupo ultraderechista asesinaba a cinco abogados de CCOO en la calle Atocha. El 25, se produjeron graves incidentes en la protesta por estos hechos, que se repitieron el 27. El 28 el GRAPO asesinó en Madrid a dos policías y un guardia civil, el 29, al finalizar el funeral, el vicepresidente fue increpado por un militar ultraderechista. Suárez se dirigió por televisión al país afirmando que el terrorismo no cambiaría el rumbo político emprendido, y serenó los ánimos. Oriol y Villaescusa serían liberados el 11 de febrero. Con todo el gobierno toleraba el Congreso del PSOE y legalizaba a UGT y CCOO. La LRP obligaba a convocar elecciones, para lo que era preciso legalizar a los partidos. En febrero de 1977 un Decreto-ley, pactado con la oposición regulaba el Derecho de Asociación Política legalizando los partidos salvo el PCE, que lo fue el 9 de abril, Sábado Santo, lo que supuso la dimisión del ministro de Marina. Las primeras elecciones libres desde 1936 se celebraron el 15 de junio de 1977. A estas se presentaron dos grandes coaliciones, por un lado la UCD de Suarez (democristianos, socialdemócratas y progresistas del franquismo) y por otro AP de Fraga (incorporaba a las personalidades del franquismo). A estas coaliciones se sumaban el PSOE y el PCE junto a innumerables de partidos minoritarios. Las elecciones fueron ganadas por la UCD sin mayoría absoluta, seguidos por el PSOE. A considerable distancia quedaron PCE y AP. Estas elecciones supusieron el resurgir de los nacionalismos CIU y PNV y el fracaso de partidos extremistas como Fuerza Nueva. La crisis del 73 había producido el estancamiento económico y habían provocado un gran aumento de la conflictividad laboral y una gran inflación. Para reducir la tensión el Gobierno, los grupos políticos, la patronal y los sindicatos firmaron en octubre del 77 los Pactos de la Moncloa (reducir la conflictividad, aumentos salariales, ampliación de los servicios sociales, reforma fiscales) cuyos efectos positivos fueron inmediatos. Consenso fue la palabra que se puso de moda. Adolfo Suárez al frente de la UCD formó un gobierno sin mayoría. Las nuevas Cortes hicieron de la redacción de la Constitución su principal objetivo. El proyecto fue redactado por una Comisión en la que el consenso fue su principal baza política. Aprobada por ambas Cámaras se sometió el 6 de diciembre de 1978 a referéndum (con abstención muy amplia en el País Vasco), siendo aprobada por el 87,8% de los votantes. Una vez sancionada, entró en vigor el 29 de diciembre. La Constitución define España como un ‘Estado social y democrático de derecho’. Se establece el sufragio universal y se fija como obligación del Estado promover el bienestar por medio prestaciones públicas a fin de garantizar a los ciudadanos unas condiciones de vida dignas. Las instituciones fundamentales son: La Corona, las Cortes, el Gobierno, el Tribunal Constitucional y el poder judicial. El Rey desempeña la Jefatura del Estado. El poder legislativo reside en las Cortes Generales bicamerales, Congreso y Senado. El poder ejecutivo reside en el Consejo de Ministros o Gobierno. El Tribunal Constitucional controla la constitucionalidad de las leyes, y resuelve los posibles conflictos entre las leyes de las Comunidades y el Estado. Para la democratización definitiva era necesario abordar el tema de la organización territorial que era intensamente reclamada en Cataluña, País Vasco y Galicia. En octubre de 1979, se aprobaron en referéndum regionales los estatutos, vasco y catalán (art. 151 de la Constitución) y en marzo del 80, se celebraron las primeras elecciones autonómicas que fueron ganadas por los nacionalistas. Entre 1982 y 83 se aprobaron el resto de Estatutos. La Constitución define a las Comunidades autónomas como poseedoras de autogobierno, que asumen funciones y competencias, que se especifican en los Estatutos. En el aspecto económico, se autofinancian mediante los impuestos cedidos por el Estado, y con tasas de nueva creación. Existen 17 Comunidades y dos Ciudades autónomas (Ceuta y Melilla). Para salvaguardar la solidaridad entre las Comunidades, la Constitución estableció un Fondo de Compensación económica destinado a corregir los desequilibrios interregionales. La consolidación del sistema democrático no fue fácil debido a la tensión a que la sometieron los grupos terroristas como ETA, GRAPO y los de extrema derecha, con el objetivo de desestabilizar en nuevo régimen. La ultraderecha atacó a la prensa que apoyaba la apertura y periódicos como Diario 16, El Papus, El País… sufrieron sus ataques. En noviembre de 1978, aprobada la Constitución por las cámaras, se descubrió en Madrid una conspiración militar ‘operación Galaxia’ que pretendían impedir el referéndum. La UCD entró en crisis y Adolfo Suárez dimitió a finales de enero de 1981 proponiendo a Leopoldo Calvo Sotelo para presidente. El 23 de febrero, mientras se votaba su investidura, el Congreso fue ocupado por fuerzas de la Guardia Civil al mando de Tejero. El golpe de Estado fracasó con la intervención del rey. Unos días después Calvo Sotelo fue investido. Ante la imposibilidad de gobernar, Calvo Sotelo convocó elecciones para el 28 de octubre de 1982 que el PSOE de Felipe González, ganó con mayoría absoluta. LA TRANSICIÓN PARECÍA TERMINADA. Se había sustituido el gobierno de forma pacífica y constitucional.
Las Etapas Políticas de la Democracia
Aprobada la Constitución era necesario convocar nuevas elecciones generales y municipales para democratizar los ayuntamientos. En las elecciones de marzo de 1979, UCD, PSOE y PCE ascendieron, AP sufrió un descalabro, y los nacionalistas descendieron. En las municipales de abril, los resultados de PSOE y PCE les permitieron gobernar en varias grandes ciudades. Suárez volvió a formar un gobierno en minoría, y el gobierno comenzó el desarrollo de la Constitución a través de Leyes Orgánicas; entre ellas las destinadas a la cuestión autonómica, la reforma de la Hacienda Pública, el derecho a la educación, el divorcio, leyes polémicas que fueron muy criticadas dentro del partido del Gobierno, y que provocaron la crisis de la UCD y la dimisión de Adolfo Suárez a finales de enero de 1981, proponiendo a Leopoldo Calvo Sotelo para presidente.
La Integración de España en Europa
. CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES. LA MODERNIZACIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS. EL PROGRAMA DE CONVERGENCIA Y LA CREACIÓN DEL EURO
El 25 de marzo de 1957 se creaba en Roma la CEE, con el objetivo de crear un espacio económico común. España pidió su ingreso en 1962, pero se le negó dada su condición de país no democrático firmándose en 1970 un Acuerdo Preferencial, de ventajas comerciales mutuas, que hicieron de la CEE nuestro principal cliente. Restablecida la democracia se iniciaron conversaciones para la integración plena por parte de Suárez (1977).Ahora las dificultades eran de tipo económico especialmente en agricultura y pesca que chocaban con los intereses de algunos países de la CEE. España fue admitida en el Consejo de Europa (1978) y poco después Marcelino Oreja sería elegido su Secretario General. Las negociaciones para la integración de España y Portugal terminaron el 12 de junio de 1985 siendo efectivo su ingreso el 1 de enero de 1986. En líneas generales el tratado de adhesión fue favorable para nuestro país, pero las prisas por entrar agudizaron algunos problemas de nuestra economía. Las negociaciones fueron difíciles especialmente por la oposición de los campesinos franceses. Estas se solventaron con el apoyo de Alemania que vinculó la entrada de España y Portugal al aumento de su aportación a los fondos de la CEE. A la vez, Felipe González vinculó la entrada en la CEE a la permanencia en la OTAN. De igual manera también se produjo un cambio en las posturas francesas con la llegada en 1982 a la presidencia francesa del socialista Mitterand que supuso también una mayor colaboración en la lucha contra ETA.
Con todo España tuvo que aceptar unos largos periodos para su incorporación definitiva. Hasta 1993 no se produjo la libre circulación de trabajadores y hasta 1996 no se permitiría la libre circulación de frutas aceites y hortalizas, aunque en la práctica se acortaron.Entre las consecuencias de nuestra integración destacan, la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales. El impulso tecnológico al tener que hacer las industrias más competitivas. El incremento de inversiones extranjeras que han instalado nuevos sectores productivos. La solidaridad y cohesión entre los países ricos y los países más pobres de la Unión… No obstante la entrada en la CEE (UE) también ha tenido efectos negativos. Antes de entrar hubo de realizarse una profunda reconversión industrial para conseguir una mayor productividad que afectó a varios sectores, especialmente al naval. En el sector pesquero hubo de realizarse una profunda reconversión de la flota que resultó dramática por la fallidas negociaciones con Marruecos. En el sector agrícola destacó la reconversión llevada a cabo por la cuota láctea….No obstante el balance general fue positivo.
España ha sido y sigue siendo un gran receptor de Fondos Estructurales y de Cohesión Social (FEDER, FSE…) que han permitido la modernización de nuestras infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos…) y la financiación de los planes de formación profesional que actualmente están en vigor. Desde la entrada en 1986 en la CEE-UE España se ha mostrado como un activo socio comunitario, y ha participado activamente en todos los acuerdos.En 1987 entró en vigor el Acta Única para intensificar la cooperación política, la libre circulación de personas, bienes y servicios y la creación de un Sistema Monetario Europeo en el que se integró la peseta en 1989. En 1991 formó parte de los firmantes del Tratado de Shengen, de seguridad europea por el que se suprimían las fronteras entre los estados firmantes. Finalmente el 07 de febrero de 1992 se firmaba en Maastricht el tratado de la Unión Europea, cuyo fin, además de contar con una moneda única, es formar de manera progresiva una federación o confederación entre sus componentes. Para este fin se acordó el desarrollo de dos sistemas de cooperación intergubernamental. La Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y la Cooperación en Asuntos de Interior y de Justicia con la Cooperación policial y Judicial (CPJ). (europol)
La unión monetaria propuesta en Maastricht exigió una convergencia entre los estados miembros en asuntos como la deuda, el déficit público, la inflación, los tipos de interés…; para lograr la convergencia fue necesario realizar recortes presupuestarios, ajustes salariales y privatización de las empresas públicas. El esfuerzo supuso que el 1 de enero de 2002 España adoptara el euro. La nueva moneda redujo los costes en el comercio, pero la tendencia a la equiparación de precios en todos los países provocó un aumento de la inflación en los menos competitivos (entre ellos España).
Actualmente el número de países que integran la eurozona ha pasado de 12 a 19. Los tres organismos más relevantes dela zona euro son: el Banco Central Europeo (BCE), El Eurosistema (integrado por el BCE y los bancos centrales de los estados de la UE, que es la autoridad monetaria máxima) y la Comisión Europea (ministros de finanzas de la Eurozona)La U.E coordina las economías nacionales: tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo, emisión de moneda circulante, tasas arancelarias, tendencia a la homogeneización de los impuestos, normas sobre la libre competencia comercial, etc. En 2003 el Tratado de Niza, reformó las instituciones comunitarias para afrontar la ampliación de la UE. España respaldó la ampliación de la UE hacia el Norte y Este, hasta llegar a los 28 (de momento) que actualmente la componen. Tras el fracaso del Tratado Constitucional, la crisis del 2008 y el Brexit y el aumento de los euroescépticos el futuro de la UE pasa actualmente por un periodo delicado