La Oposición al Sistema de la Restauración en España

La Oposición al Sistema de la Restauración en España

Al sistema canovista se opusieron diversos sectores sociales e ideológicos. Carlistas y republicanos, cada uno de ellos en un proceso de división interna, se oponían a la monarquía alfonsina por razones contrapuestas. A ellos se sumaron dos grandes movimientos sociales y políticos: los nacionalismos periféricos y el obrerismo en su versión anarquista o socialista.

El Carlismo

En febrero de 1876, Carlos VII abandonaba el país. La derrota militar del carlismo en 1876 cerró una etapa en la historia de este movimiento: la de la confrontación armada con el poder. Cándido Nocedal fue nombrado representante de don Carlos en España, además acercó el carlismo al catolicismo intransigente.

Tras la muerte de Alfonso XII tuvo lugar la escisión integrista de 1888 formada por los seguidores de Nocedal. El partido Integrista participó en las elecciones de 1891 aunque nunca tuvo una base social amplia excepto en zonas carlistas como Navarra o País Vasco.

A partir de 1888 y 1890 se abrió una segunda época en la que triunfaron los neocatólicos que sí querían participar en la vida política y fueron apoyados por la Iglesia Católica. Crearon la Unión Católica dirigida por Alejandro Vidal que participó en algunos de los gobiernos conservadores de Cánovas.

Los Nacionalismos Periféricos

A lo largo del siglo XIX el nacionalismo español fue incapaz de elaborar un proyecto nacional sólido y unitario lo que explica la pervivencia de los regionalismos. Destacaron el catalán y el vasco.

El Nacionalismo Catalán

En cuanto al nacionalismo catalán, el carácter centralizador de la política liberal chocó con la cultura y la lengua tradicionales de Cataluña dando lugar al movimiento de la Renaixença. Durante la Primera República el federalismo se convirtió en la base de una opción política del catalanismo bajo la dirección de Valentí Almirall pero el fracaso de la experiencia republicana postergó la eclosión nacionalista. Fue con la Restauración cuando el nacionalismo catalán adquirió nuevos rasgos y la política catalana elaboró dos modelos alternativos de catalanidad, frente a la concepción de Cánovas de una nación española de base uniforme.

  • El primer modelo procedía del republicanismo federal catalán que reclamaba la soberanía para Cataluña y su principal defensor fue Valentí Almirall.
  • El otro modelo, de carácter conservador y corporativo, defendía posiciones regionalistas y el catalanismo católico de base rural (Unión Catalanista de 1891).

El sector conservador se impuso en los años noventa y con las bases de Manresa (1892) el catalanismo adquirió un carácter cultural y político con intelectuales como Prat de la Riba o Francesc Cambó. En 1901 se creó la Lliga Regionalista que fue el primer gran partido del nacionalismo catalán.

El Nacionalismo Vasco

El nacionalismo vasco se basó en tres elementos: el fuerismo, las guerras carlistas y el proceso industrializador. La cuestión foral fue uno de los ejes de confrontación entre el Estado liberal y las provincias vascas. Destacó la literatura fuerista basada en mitos, leyendas y tradiciones que fue la base del primer nacionalismo vasco. Los fueristas se dividieron en 1876 en euskeros navarros (que tenían como base el catolicismo) y los euskalerríacos vizcaínos. Los primeros defendían la unión vasco-navarra para reivindicar los fueros y los segundos evolucionaron al autonomismo. Sabino Arana era el máximo líder del nacionalismo vasco. En 1894 fundó una sociedad católica muy cerrada que fue el núcleo fundacional del Partido Nacionalista Vasco (PNV) formado en julio de 1895. Siguiendo una ideología tradicionalista reivindicó la raza, la lengua y las costumbres con un carácter xenófobo y racista. En 1895 fue nombrado diputado provincial por Bilbao.

Otros Nacionalismos

Otros nacionalismos tuvieron menos importancia. Podemos destacar el regionalismo gallego y valenciano.

El Republicanismo

Tras el fracaso de la Primera República, el republicanismo español dejó de ser un proyecto único. Surgieron diversas opciones de orientación republicana inspiradas en proyectos sociales contrapuestos. Hubo cuatro corrientes republicanas que intentaron fusionarse entre 1893 y 1903 sin éxito.

  • El Partido Posibilista o republicanismo histórico era el más moderado y estaba dirigido por Emilio Castelar. Su base social estaba en las clases medias y la burguesía y en 1890 aprobó el sufragio universal.
  • El sector dirigido por Ruiz Zorrilla y Salmerón mantuvo sus posiciones republicanas.
  • Se produjo la división interna del sector institucionalista dirigido por Salmerón, inspirado en la Institución Libre de Enseñanza.
  • Y el Partido Federal dirigido por Pi i Margall era el mejor definido y el menos posibilista de los partidos republicanos. Se mantuvo unido desde 1880 hasta 1931.

El papel social del republicanismo fue mayor que su representación parlamentaria. Estaba presente en casinos, clubes, prensa y en las escuelas lo que le convirtió en la seña de identidad de amplias capas populares.

El Movimiento Obrero

En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como partido que defendía los derechos del proletariado. Fue legalizado en 1881 por el gobierno liberal de Sagasta. A partir de 1883 el PSOE combinó el ideario revolucionario marxista con medidas más realistas. En 1888 en un congreso en Barcelona se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), un sindicato de orientación socialista.

El anarquismo fue la ideología obrera más influyente en la Restauración. Fue introducido por el italiano Giuseppe Fanelli. La mayor difusión tuvo lugar durante la regencia de María Cristina, sobre todo entre el campesinado andaluz y los obreros de la industria catalana. Este movimiento se convirtió en una amenaza al poder: la organización “La Mano Negra” sembró el terror en Andalucía en 1880 y además Cánovas fue asesinado por un anarquista.

Conclusión

podemos decir q durante la Restauración,republicanos,carlistas,socialistas y nacionalistas quedaron relegados a la oposición y nunca consiguieron obtener un número suficiente d diputados para formar el gobierno o construir una minoría parlamentaria.Además n el último cuarto del siglo XIX comenzó n España el ascenso d los regionalismos y nacionalismos,grupos d intelectuales,políticos,periodistas,etc.q empezaron a promover n ciertas regiones españolas las políticas contrarias al uniformismo y centralismo.

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