En 1949, Perón convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente. El amplio triunfo peronista en los comicios permitió incluir en la constitución la posibilidad de la reelección del presidente y los derechos sociales del trabajador, de la familia, de los ancianos, de la educación popular, de la fundación social de la propiedad. Se propició el intervencionismo del Estado en la economía y se convirtieron en bienes de la Nación todas las fuentes de energía, estableciéndose la prestación directa por parte del Estado de todos los servicios públicos (transportes, salud, comunicaciones). La Constitución Nacional de 1949 conservó su parte dogmática: declaraciones, derechos y gráficos individualistas.
La Crisis del Modelo Peronista
Entre 1947 y 1949, las exportaciones argentinas de productos manufacturados comenzaron a decaer. La caída del rubro de zapatos fue vertiginosa. Este y otros factores explican por qué se comenzó a abandonar la idea de una política industrial dirigida hacia afuera y se comenzó a dirigir la producción industrial al mercado interno. A comienzos de 1948, los dólares que los EEUU prestaba a los países europeos destruidos por la guerra (a través del Plan Marshall), no podían ser utilizados para comprar productos argentinos. A esto se sumó la decisión del gobierno norteamericano de aumentar la producción de cereales. Durante 1949, un acuerdo comercial con Gran Bretaña aseguró el intercambio de carne por petróleo del Oriente Medio, controlado por los británicos. Perón se mostró decepcionado por los precios que había obtenido para nuestras carnes. El aumento de producción de los agricultores norteamericanos y la recuperación de la agricultura europea ocasionaron la baja de los precios de nuestras materias primas. De esta forma, entre 1949 y 1952 concluyó la Fase expansiva del modelo y se inició la crisis; y aumentó el consumo interno de alimentos, dejando menos productos para exportar.
El segundo plan quinquenal
El segundo plan quinquenal concluía en 1951. La severa sequía entre 1951 y 1952 complicaba aún más las casas, obligada a la formulación de un plan económico de emergencia.
El segundo plan quinquenal, cambió definitivamente el rumbo económico y favoreció el desarrollo agrícola sobre el urbano, al capital y los beneficios sobre el trabajo y los salarios, la industria pesada sobre la ligera y las exportaciones sobre el consumo interno. Así se destinaron más recursos a la agricultura para aumentar las ganancias por exportaciones, se planificó un aumento de la superficie de tierras sembradas y, para superar la escasez de mano de obra agrícola, se propuso que trabajaran los reclutas del ejército. Se promovió la recuperación industrial estableciendo control de precios, salarios y aumentando la productividad. Perón acordó con los sindicatos y con la dirección de las empresas el aumento de la productividad. El peronismo logró la industrialización parcial de la Argentina, pero no pudo crear un sector industrial con el suficiente poder como para enfrentar al tradicional sector terrateniente.
La Oposición
Durante gran parte del gobierno de Perón fue muy difícil poder expresar ideas opositoras con libertad. Varios diarios conservadores y socialistas fueron cerrados infinidad de veces por estas causas. En las universidades, los estudiantes protestaban por el bajo nivel educativo y la importante presencia de profesores autoritarios. Las críticas de la oposición apuntaban generalmente a la denuncia de casos de corrupción y a los excesos del autoritarismo, como la educación católica obligatoria y la utilización de textos escolares obligatorios, que exaltaban a Perón y Evita. Todos estos elementos contribuían a que la oposición visualizara al gobierno peronista como clases medias y altas que no toleraban el ascenso de miembros de la clase trabajadora hacia posiciones de poder que creían reservadas para ellas. Algunos personajes que nunca se habían preocupado por la democracia, las derechas humanas y las libertades públicas, aparecían ahora como paladines de la libertad denunciando los atropellos del peronismo.
Debilitamiento y caída
Hay tres hechos centrales entre las causas de la caída de Perón.
La Crisis: Desatada en 1952, coincidentemente con la muerte de Eva Perón, debilitó notablemente la redistribución de la riqueza por medio de la acción social y del alto nivel salarial. La crisis frenó ambas casas y le fue restado apoyo al peronismo.
La cuestión del Petróleo: En 1955 se firmó un contrato formal con la Standard Oil Company de California, que asignaba a la compañía el derecho exclusivo de explorar, extraer petróleo al sur de la Patagonia. La oposición señaló que el contrato faltaba al artículo 40 de la Constitución de 1949, que prohibía erajerar los depósitos de petróleo y contradecía la proclamada defensa de la independencia económica. También lo desaprobaron quienes tenían intereses económicos en que el país siguiera dependiendo de la importación de petróleo. El radicalismo denunció que el contrato era un ardid para destruir el organismo petrolero estatal.
La Ruptura con la Iglesia: A partir de 1954, las relaciones entre el gobierno peronista y la iglesia Católica comenzaron a deteriorarse aceleradamente. La iglesia estaba molesta por la explotación política que el peronismo hacía de la cantidad y el adoctrinamiento en las escuelas. En 1954, Perón acusó a los jefes de la iglesia de apoyar la creación de un partido que la Acción Católica auspició en Córdoba con marchas antigubernamentales de estudiantes. En 1955, se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa y otras acciones semejantes. El descontento de la iglesia alentó la disconformidad del ejército que comenzó a preparar un nuevo golpe militar.
Conspiraciones y Golpe de Estado
El primer golpe intento golpista contra Perón se había concretado en 1951, poco antes de las elecciones de ese año. El objetivo de los militares era impedir que Perón accediera a un 2º mandato presidencial. El golpe fracasó y sus líderes fueron encarcelados, a pesar de que Eva Perón y la CGT pidieron pena de muerte a los golpistas. Hacia 1955, la política nacionalista reformista del peronismo continuaba molestando a diversos sectores de la sociedad argentina. Afectaba a los exportadores con el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y las transferencias de ganancias al exterior. Era resistido por la gran burguesía y los terratenientes que consideraban que el peronismo se refería inadecuadamente al «estado de los trabajadores» y que había que establecer la diferencia entre Estado y «movimiento obrero». La sublevación estalló en Córdoba dirigida por el Gral. Lonardi y apoyada por el ejército y la Marina. Los combates duraron 5 días: donde la 1º arriva comenzó a atacar a la ciudad si Perón no renunciaba. El presidente se entregó el gobierno era junta de militares que le otorgaban el cargo al nuevo presidente provisional, el Gral. Lonardi.