España a finales del siglo XIX

Introducción

A finales del siglo XIX España era una potencia de tercer orden en el contexto internacional. Al fracaso de la revolución industrial en el país, con el consiguiente subdesarrollo económico y conflictividad social, se unía un sistema político, el de la Restauración, muy poco democrático, con las consecuencias de una fuerte conflictividad política interna y un alto grado de corrupción. Además, el país se encontraba aislado internacionalmente, no contando en ninguna de las alianzas entre las potencias europeas de la Europa de la Paz Armada. Todo ello explica que cuando se enfrenta a EEUU, una potencia económica y militar emergente, por la posesión de Cuba, España sufre una humillante derrota que la hará consciente de su debilidad. Frente a los intentos de continuar con el sistema político imperante por parte de las clases dirigentes encuadradas en los partidos dinásticos, surgen las tesis regeneracionistas que intentan una reforma profunda de la estructura política, económica y social del país. Su fracaso supondrá el reforzamiento de las fuerzas políticas situadas al margen del sistema.

Guerra Colonial y Crisis de 1898

Guerra Colonial

Causas

  • Contexto Internacional
  • Causas internas en Cuba

Desarrollo

La sublevación se inicia en 1895 en Cuba con el ‘Grito de Baire’ y el Manifiesto de Montecristi, y en 1896 en Filipinas con la rebelión de José Rizal. En Cuba el movimiento es liderado por José Martí, adoptando la táctica de guerrillas. Frente al mismo, el general Martínez Campos lleva a cabo una política de conciliación, cuyo fracaso hace que la represión sea dirigida por el general Weyler que aplica una política de ‘guerra total’ (trochas, sistema de concentraciones) que provocan el apoyo de la población a la independencia y las protestas de EEUU que propone a España la compra de la isla por 300 millones de dólares, oferta que es rechazada. Con la excusa de la voladura del acorazado norteamericano ‘Maine’ en el puerto de La Habana en febrero de 1898, EEUU le presenta un ultimátum a España para su retirada de la isla en abril de ese año. Su rechazo, supone la declaración de guerra a España. La noticia es acogida en España con un patriotismo exacerbado e irreal. La flota americana derrota a la española en las batallas de Cavite (Filipinas) y Santiago (Cuba), que son un auténtico paseo militar para EEUU. La resistencia española es mucho más intensa en tierra (con el caso extremo de los ‘últimos de Filipinas’), pero una vez perdida la flota la guerra estaba perdida. Finalmente, en diciembre de 1898 se firma la Paz de París por la que España reconoce la independencia de Cuba y cede a EEUU las islas Filipinas, Puerto Rico y Guam. El fin del imperio colonial se completa con la venta a Alemania de las islas Marianas, Palaos y Carolinas en 1899.

Consecuencias

  • Consecuencias económicas
  • Consecuencias políticas

Crisis de 1898

Como consecuencia de la desastrosa derrota de 1898, el país sufre una aguda crisis política, marcada por el auge del Regeneracionismo.

Alfonso XIII y la II República

Alfonso XIII decidió restablecer el viejo sistema parlamentario, pero los dos gobiernos que se sucedieron en poco más de un año -el del general Berenguer y el del almirante Aznar- no restablecieron la Constitución de 1876 ni convocaron nuevas elecciones. Los partidos de la oposición establecieron el Pacto de San Sebastián (17 de agosto de 1930), integrado por republicanos y autonomistas gallegos y catalanes, a los que se incorporaron después socialistas y anarquistas. Sus objetivos eran instaurar la República, mediante un alzamiento militar apoyado por civiles, y estudiar un estatuto de autonomía para Cataluña.

La caída de la monarquía fue provocada por los resultados de las urnas: en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, los monárquicos fueron derrotados, sobre todo en las ciudades, donde el sistema caciquil era menos operativo. La Conjunción Republicano-Socialista se impuso en 41 de las 50 capitales de provincia. Ante tales resultados, Alfonso XIII decidió abandonar España y se formó un gobierno provisional.

El primer tercio del siglo XX fue una etapa de crecimiento económico en España, en el marco de una política proteccionista, convirtiéndose así en una de las economías más cerradas y protegidas de Europa.

Los aspectos más destacados de la evolución demográfica y económica de España durante este primer tercio fueron los siguientes:

  • Auge económico experimentado durante la Primera Guerra Mundial y la crisis de la postguerra
  • Intervencionismo estatal de la dictadura
  • Modernización demográfica y social

En conclusión, ni la dictadura de Primo de Rivera, ni los sucesivos gobiernos de Berenguer y Aznar, pudieron frenar la descomposición del caduco sistema de la Restauración. El 12 de abril de 1931 se convocan elecciones municipales que dan la mayoría a las candidaturas republicanas. El rey abandona el país y el 14 de abril se proclama la II República española. La II República es quizá, la etapa más crucial de la historia contemporánea de España. Durante 5 años se pusieron en marcha una serie de reformas que provocaron la oposición de la oligarquía. Las tensiones y conflictos resultantes desembocaron en la sublevación militar que dio lugar a la Guerra Civil española.

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