El Reinado de Isabel II (1843-1868)
2º Bloque: El reinado de Isabel II (1843-1868)
Pese a los problemas de las regencias, Isabel II empieza su reinado bien articulado en torno a la corona, con dos grandes fuerzas internas: los partidos políticos y el ejército, también cabe destacar la prensa.
Partidos políticos
Se habían convertido en instrumentos principales para proveer a las instituciones de representantes, son ya algo más que unas agrupaciones puesto que su ideología refleja diferentes concepciones sobre el modo de gobernar.
- Los moderados: estaban constituidos mayormente por la clase media-alta, a la que la corona le dio mayor apoyo.
- Ideología:
- Soberanía compartida cortes-corona.
- Defensa del orden público por encima de cualquier cosa.
- Sufragio censitario, limitación de derechos como abolición de la prensa.
- Nombramiento de alcaldes por el gobernador.
- Los progresistas: estaban constituidos por la media y pequeña clase (burguesía, oficiales ejército…).
- Ideología:
- Soberanía nacional.
- Defensa de la libertad y los derechos individuales se anteponía al orden público.
- Sufragio censitario más amplio.
- Nombramiento alcaldes por elección popular.
Además, surgen nuevos partidos como Unión Liberal o Partido Demócrata (defendía sufragio universal y la ampliación libertades políticas).
Ejército:
Tuvo un papel decisivo en el siglo XIX debido a la guerra de independencia y carlista, convirtiéndose en la única institución sólida del Estado liberal. Sus jefes se convirtieron en líderes políticos que intervinieron en la vida política mediante los pronunciamientos militares.
Prensa:
Tuvo un papel muy destacado pues se convirtieron en órganos de expresión pública de las diversas corrientes políticas, como “El censor” (M) o “La Abeja” (P). En Andalucía tuvo un papel destacado (Cádiz, Sevilla, Málaga (25) o Granada).
La década Moderada (1844-1854) + Constitución 1845 (1868)
En noviembre de 1843 Isabel II fue proclamada reina, tenía escasa formación y la camarilla cortesana la convirtió en uno de los mayores peligros para la pervivencia del régimen liberal, ya que no era capaz de mediar entre las opciones partidistas.
La conquista del poder de los moderados se consolidó con la subida al gobierno del general Narváez en mayo de 1844.
Representaba la entrada a la escena política de grupos militares jóvenes, el triunfo de la burguesía terrateniente y financiera. Para gobernar de acuerdo con estos principios se elaboró la constitución de 1845.
Constitución 1845 (1868)
Fue una ley más conservadora. Establecía:
- Soberanía compartida entre rey-cortes.
- Ampliación de los poderes del poder ejecutivo (REY), por lo que la corona logró un enorme poder, pues podía nombrar ministros y disolver las cámaras.
- Las cortes se configuraron en dos cámaras: congreso y senado.
- El poder judicial → administración de justicia.
- La religión católica ratificó su monopolio en la nación.
- Los ayuntamientos y diputaciones sometidos al poder central.
- Supresión milicia nacional.
El desarrollo legislativo configuró un sistema oligárquico debido a que se radicalizó el sufragio censitario, reduciendo en gran nivel el número de participantes.
Se creó la Guardia Civil, constituía un cuerpo armado militar cuyo objetivo era mantener el orden público y la vigilancia de la propiedad privada.
La oposición → Partido progresista sería alternativa del gobierno, estos recurrieron al motín popular y al pronunciamiento como vía para llegar al poder.
4º Bloque: Bienio Progresista (1854-1856)
Revolución de 1854
En 1854 el régimen moderado estaba muy desgastado debido a la corrupción interna, la tensión y descontento social y el intento del gobierno por controlar la prensa.
Como respuesta, un grupo de generales moderados a cargo de O’Donnell se pronunció en Vicálvaro, más tarde, junto al general Serrano, se dirigieron a Andalucía. Allí publicaron un manifiesto redactado por Antonio Cánovas del Castillo “El manifiesto de Manzanares”, recogía las reivindicaciones progresistas, el restablecimiento de la milicia nacional y una nueva ley electoral.
La reina entregó el poder de nuevo a Espartero que lo compartiría con O’Donnell dando paso al bienio progresista.
Acción política:
Los gobiernos intentaron llevar a cabo reformas liberales pero se encontraron con muchos obstáculos, destacan la elaboración de la constitución de 1856 que no fue promulgada, la desamortización civil de 1855 llevada a cabo por Pascual Madoz que puso en venta los bienes municipales de propios y comunes, además de la propiedad eclesiástica nacionalizada anteriormente. La ley de ferrocarriles de 1855 que desarrolló la economía, además de la Ley de Sociedades Anónimas y la creación del Banco de España.
Las medidas reformistas repercutieron en la mejora de la calidad de vida de las clases más desfavorecidas. Esto se notó en la prensa, convertida en un arma de la huelga para el movimiento obrero. Este incidía en la coincidencia del Bienio con un ciclo de malas cosechas, que tuvo como consecuencia un clima de conflictividad social, destacando Barcelona y Valladolid.
También el carlismo quiso manifestar que seguía vivo y reactivar las partidas armadas en los campos.
Espartero dimitió y la reina encargó el gobierno a O’Donnell.
1La desamortización del gobierno de Espartero fue una correlación y finalización de la llevada a cabo en el gobierno de Mendizábal en la regencia de María Cristina (1833-1840), en la que los bienes e inmuebles y tierras eclesiásticos fueron expuestos en subasta pública para cubrir la deuda pública y la crisis de la Hacienda. Crisis y enorme deuda fruto de las malas acciones durante el reinado absolutista de Fernando VII (1808- 29 septiembre 1833), cuyas decisiones políticas se basaban en las consensuadas por una camarilla de buscavidas que le rodeaba. Sin embargo, entre ellas dos existe un punto de inflexión, pues en las desamortizaciones llevadas a cabo por Mendizábal fue por subasta pública mientras que la llevada por Espartero fue mediante la venta de bienes e inmuebles y tierras.