El Sistema Canovista: La Restauración y el Turno de Partidos en España

EL SISTEMA CANOVISTA: LA CONSTITUCIÓN DE 1876 Y EL TURNO DE PARTIDOS. LA OPOSICIÓN AL SISTEMA

El sistema canovista

El fracaso de la I República provocó el deseo de una restauración monárquica que restableciera el orden. Cánovas del Castillo fue el protagonista de la Restauración y el creador de la Constitución de 1876. Liberal conservador que durante el Sexenio defendió la candidatura del príncipe Alfonso, pretendía que la restauración se impusiera como resultado de un estado de opinión, así que hizo firmar a Alfonso XII el Manifiesto de Sandhurst (1874), donde el príncipe explicaba sus ideales políticos y religiosos al pueblo, pero los militares se adelantaron y mediante un pronunciamiento en Sagunto dirigido por Martínez Campos se iniciará la Restauración. Cánovas diseñó un sistema estable y sólido, que superase los problemas del s. XIX. Se inspiró en el modelo inglés, donde la monarquía y el Parlamento daban estabilidad. Siguiendo el liberalismo doctrinario el rey y las Cortes gobernaban conjuntamente y se alternaban en el Gobierno dos partidos (bipartidismo). Para lograr esto, configuró su propio partido (el Conservador, formado por antiguos miembros del Partido Moderado y alfonsinos) y organizó la oposición con ayuda de Sagasta (Partido Liberal, formado por la izquierda moderada burguesa que introdujo aspiraciones progresistas con medidas como la Ley de Asociaciones, consistente en la legalización de las organizaciones obreras, y la Ley de Sufragio Universal).

Ambos eran partidos de élites y se diferenciaban menos de lo que parecía. Desde el punto de vista político, se consolida el poder civil, y el ejército queda subordinado a él. Ante la facilidad de los dos partidos para acceder al poder y gobernar, se dejó de recurrir a los pronunciamientos. Se terminaron también los conflictos bélicos heredados del Sexenio: tercera guerra carlista y la de los Diez Años de Cuba.

La Constitución de 1876 y el turno de partidos

En este período se elaboró la Constitución de 1876, que tenía carácter moderado y era elástica, ya que permitía legislar a los gobiernos de ambos partidos. Sus características son:

  • Soberanía compartida.
  • Declaración de derechos parecida a la del 69 aunque dejaba su regulación a leyes posteriores.
  • La religión oficial era el catolicismo y se prohibían las manifestaciones de otras religiones, aunque se permitía la libertad individual de culto.
  • El rey tenía el poder ejecutivo.
  • Cortes bicamerales, formadas por Senado y Congreso. El Senado era elitista y conservador, ya que lo integraban senadores vitalicios por derecho propio, vitalicios nombrados por el rey y elegidos por los mayores contribuyentes y Corporaciones. El Congreso era electivo, pero la Constitución no definía el tipo de sufragio. Los liberales introdujeron el sufragio universal en 1890, aunque la práctica del caciquismo y el fraude electoral anularon los posibles efectos de la extensión del voto.

Efectivamente el sistema canovista era una farsa debido a que los cambios de Gobierno eran pactados de antemano (turno de partidos). Los dos partidos se relevaban de manera pacífica y aceptaban los cambios realizados por el partido en el poder y se comprometían a mantenerlos cuando fueran ellos los que gobernaban. Cuando un partido consideraba que le había llegado el momento de gobernar, o de dejar el Gobierno, lo pactaba con el otro partido y el rey. Este mandaba formar Gobierno al nuevo partido, disolvía las Cortes y convocaba elecciones, que eran manipuladas mediante fraude electoral. El partido saliente se convertía en oposición y esperaba su turno.

El fraude electoral lo coordinaba el ministro de la Gobernación y ambos partidos tenían su propia red para asegurarse los resultados electorales cuando les llegaba el turno:

  • En Madrid estaba la oligarquía, altos cargos políticos y personajes influyentes de ambos partidos y vinculada a las clases dominantes. Los oligarcas transmitían instrucciones a los gobernadores civiles que estaban en las capitales de provincias y que elaboraban la lista de candidatos o encasillado y daban instrucciones a los caciques.
  • En las comarcas, pueblos y aldeas, se encontraban los caciques locales, que con poder por su riqueza, prestigio o contactos controlaban a la gente que dependía de ellos (para conseguir trabajo, licencias administrativas…). Se encargaban de la manipulación de los resultados a través de actitudes paternalistas con los votantes, pucherazo, amenazas y extorsiones…

La oposición al sistema

Excluidos del proyecto canovista quedaron por la derecha los carlistas y por la izquierda los republicanos, así como el movimiento obrero. Las asociaciones obreras se desarrollaban en la clandestinidad o camufladas (por ej. Asociación General del Arte de Imprimir presidida por Pablo Iglesias) tras su prohibición por Serrano. Con el primer gobierno del Partido Liberal fueron legalizadas. En consonancia con la división del movimiento obrero internacional, en España anarquistas y socialistas se organizaron por separado:

Anarquismo

Mayoritario en España. Sus principales focos estaban en el campo andaluz y el proletariado urbano catalán. Los anarquistas rechazaban la vía parlamentaria y entre sus filas ganó adeptos la violencia terrorista o propaganda del hecho. Los noventa fueron ricos en esta práctica (atentado, represión con fusilamientos, nuevo atentado como represalia, nueva represión…). El atentado de mayor resonancia fue el asesinato de Cánovas (1897).

Socialismo

En 1879, un pequeño grupo madrileño de tipógrafos con Pablo Iglesias a la cabeza fundó en la clandestinidad el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En 1888 se creaba la Unión General de Trabajadores (UGT) como sindicato del partido. Tanto el PSOE como la UGT fueron minoritarios hasta los inicios del siglo XX.

También en la oposición se desarrollan los nacionalismos catalán y vasco y el regionalismo gallego:

El catalanismo

Surge como un movimiento cultural con la Renaixença. El catalanismo como movimiento político corresponde a la Restauración. En este sentido debemos citar a Prat de la Riba, inspirador de la Lliga Regionalista Catalana (1901), partido conservador que aspiraba a la autonomía, cuya base social eran las clases medias y altas y que fue el principal partido catalán en los inicios del siglo XX.

El nacionalismo vasco

Su aparición se debió a la rápida industrialización de Vizcaya gracias a la industria siderometalúrgica que llevó a la llegada de inmigrantes no vascos. Hizo que se idealizara la tradición vasca (católica y rural), se rechazara la españolización traída por los trabajadores de fuera y se reivindicara un Estado propio. También se debió a la abolición de los fueros vascos tras la última guerra carlista (1876). El carlismo dotó a este nacionalismo de un componente belicista y violento. En 1894 Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), conservador, expresión de los intereses agrarios y pequeña burguesía tradicionalista de Bilbao. Al principio tuvo escaso apoyo debido a su radicalismo lo que llevó a moderar posiciones a comienzos del siglo XX.

Regionalismo gallego

Se desarrolló de modo más lento debido al atraso económico y a la reducida burguesía. Surgió en el contexto del Romanticismo con O Rexurdimento de carácter cultural y tímidos planteamientos políticos.

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