La Segunda República Española: Documentos y Análisis

**DOC.1**

El texto es un fragmento del discurso de Manuel Azaña en el Congreso de los Diputados en 1931, durante los debates previos a la redacción de la Constitución de la Segunda República. Es una fuente histórica y política, dirigida a los diputados y a la nación. Azaña niega la existencia de un problema religioso en España, abogando por un Estado laico y aconfesional para evitar la tutela de las conciencias. La separación Iglesia-Estado, que se produjo por segunda vez durante la Primera República, fue mal acogida por la Iglesia, que no aceptaba la laicidad del Estado y la pérdida de influencia social. El estamento eclesiástico se convirtió en uno de los principales opositores al nuevo régimen republicano, movilizando a la opinión católica en su contra. La Constitución de 1931 recogió en su artículo 3 la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos, la supresión del presupuesto de culto y el clero, y permitió el divorcio y el matrimonio civil.

**DOC.2**

El texto es un fragmento de la declaración colectiva del episcopado ante la nueva Constitución, una queja por la separación Iglesia-Estado realizada en la Constitución de 1931. Con esta separación, la Iglesia pierde poder y el laicismo comienza a generalizarse en la sociedad. Este texto es una fuente primaria que refleja la oposición del episcopado a la Constitución de 1931, debido a la enorme pérdida de poder que suponía. Es de carácter circunstancial, ya que se debe a un hecho concreto, y su autor es el colectivo del episcopado, que dirige sus quejas al gobierno del momento con el fin de recuperar poder en la sociedad española.

**DOC.3**

La imagen es una fuente primaria de naturaleza circunstancial y política. Muestra a tres campesinos detenidos y rodeados por la Guardia Civil tras los sucesos que comenzaron con el intento de asalto al ayuntamiento y al cuartel. La política reformista del Bienio Progresista, en un contexto de crisis económica, con presupuestos exiguos para los problemas a afrontar, la resistencia al cambio de la vieja oligarquía y las ansias de transformación entre las clases populares, acabaron acorralando al gobierno, que se vio presionado por la derecha y la izquierda. Pese al esfuerzo reformador, pronto surgió el descontento popular por la moderación y lentitud de las reformas, particularmente la agraria, que alejó a los jornaleros de la República y los llevó a la radicalización.

En la siguiente imagen, se muestra a los mineros detenidos tras la Revolución de Asturias. Podemos ver una larga fila de obreros de las minas escoltados por militares que habían ido a disolver la huelga de mineros en Asturias.

**DOC.4**

Este documento recoge una serie de artículos de la Constitución de 1931, entre ellos el artículo 3, que establece que España no tiene religión oficial. Este fragmento es de carácter constitucional y es una fuente primaria. Su destinatario es la nación española y su autor es el colectivo de las Cortes, cuya finalidad es conservar las leyes de derechos y deberes de los españoles en una nueva carta magna. La Constitución de 1931 generó enemigos políticos para el régimen político del momento.

**DOC.5**

El documento es un texto político y social escrito en 1939 por Manuel Azaña en»Causas de la guerra de Españ». Está dirigido a todo el pueblo. El texto señala la situación de España tras la llegada de la Segunda República, haciendo referencia a la situación agraria del país. Los principales problemas de la agricultura nacional seguían siendo el latifundio y los jornaleros sin tierras. Los tres objetivos de la reforma agraria fueron: objetivo social, entregar tierras a los campesinos para obtener su apoyo y evitar conflictos sociales en las zonas rurales; objetivo político, eliminar el poder económico de los grandes terratenientes, enemigos de la República; objetivo económico, incrementar la producción total del sector agrario y elevar el nivel de renta del campesinado, estimulando el desarrollo de las actividades industriales y comerciales españolas. En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria tras largas y tensas discusiones, ya que los partidos de derecha, que representaban los intereses de la burguesía, estaban en contra de esta reforma.

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