Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
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Gran parte de la población española, no acató la legitimidad del gobierno de José Bonaparte la ausencia del rey llevó a la formación de un poder político y alternativo que se materializó en la convocatoria acortes. En estas obras iniciaron una obra legítima que tuvo su máximo exponente. En 1812 fue el inicio de un cambio en la organización política, la contienda supuso también una división ideológica los afrancesados, buscan la puesta en marcha del programa reformista en julio de 1808 aprobaron el estatuto de Bayona los patriotas se oponían a la invasión, se dividían a su vez en los partidos de la absolutismo, los ilustrados y los liberales se organizaron juntas locales y provisionales que se revelaron contra un gobierno que consideraba legítimo. El 6 de junio de 1808 se proclamó la junta suprema de España y las Indias declaró formalmente la guerra a Francia. Los integrantes de esta junta huyeron a Cádiz, ciudad que no fue sometida por Napoleón un Consejo de regencia convocó cortes generales y extraordinarias. Grupo de los liberales consiguió que las cortes fueran elegidas por sufragio masculino, indirecto que formarán una única cámara y que los diputados tuvieran la representación de la nación el 24 de octubre de 1810 en la isla de León fueron convocados más de 300 diputados, pero por las dificultades de la guerra solo pudieron llegar 102 por lo que se eligió a sustitutos que se encontraban en Cádiz. La labor legítima de las cortes de Cádiz fue fundamentalmente el proceso de la transición de los españoles. los diputados agrupan en tres sectores los absolutistas partidarios de que la soberanía de la nación recayera en el monarca los moderados partidarios de algunas reformas, pero sin romper con la tradición y los liberales defensores de llevar a cabo reformas radicales y de las que la soberanía de la nación recayera en el pueblo. Una vez reunida a las Cortes, comenzaron su labor legítima con el objetivo de establecer un régimen liberal. Una de las medidas adoptadas fue establecer que la soberanía recaía en la nación. Los ideales defendían que la sobran Ia, que en ese momento disfrutaba las cortes no se debía a la herencia del rey Fernando VII, sino que era una condición natural e irrenunciable del pueblo el 11 de marzo de 1812 se promulgó la Constitución, la cual recibe el nombre de la pepa. Las ideas que se plasmaron en la nueva carta magna pretendían una profunda transición social, económica, política y cultural. Así: se ratificó la soberanía nacional y se establece el sufragio masculino indirecto, se determinó la confesionalidad católica del Estado y se prohibió el ejército de otros cultos. Se establece la división de poderes, se reconocieron derechos y libertades individuales, como el derecho de la imprenta, la igualdad ante la ley, la igualdad de derechos políticos de peninsulares y americanos se abolió la inquisición y se extinguieron, señorías y se defendió un proceso de liberalización económica en la agricultura, la artesanía y el comercio