Antecedentes
1.- Batalla de Trafalgar (1805): Batalla naval que tuvo lugar en el cabo Trafalgar, cerca de Cádiz, entre la flota británica y la flota hispanofrancesa. El resultado fue una gran victoria británica. España perdió su armada y se interrumpieron las relaciones con el imperio colonial, lo que facilitó el desarrollo del sentimiento independentista en América, sobre todo entre los criollos (blancos de origen español, aunque nacidos en América).
2.- Tratado de Fontainebleau (1807): Tratado firmado entre España y Francia según el cual las tropas francesas podrían atravesar España para invadir la nación vecina de Portugal, aliada de Gran Bretaña, el principal enemigo de Francia. De esta forma, el ejército francés ocupó pacíficamente el territorio español.
El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona
3.- Motín de Aranjuez (1808): Tuvo lugar en marzo de 1808. Supuso el derrocamiento del rey Carlos IV por su hijo Fernando, príncipe de Asturias, que se convertiría en el nuevo rey de España con el nombre de Fernando VII. La caída de Carlos IV implicó asimismo la dimisión de su primer ministro y hombre de confianza, Manuel Godoy.
4.- Renuncias de Bayona: Napoleón atrajo a la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y Fernando VII con la excusa de mediar entre ellos. Se trataba en realidad de una trampa. Una vez en su poder, Napoleón obligó a Fernando VII a devolverle el trono a su padre. Inmediatamente después, también presionado, Carlos IV le entregó la corona al hermano de Napoleón, José Bonaparte, que de esta manera se convirtió en el nuevo rey de España como José I Bonaparte. Los españoles nunca aceptaron al rey impuesto por Napoleón.
La Guerra de la Independencia (1808-1814)
5.- Estatuto de Bayona: Carta otorgada por el nuevo monarca José I Bonaparte. No era una Constitución porque no emanaba de la soberanía nacional sino de la voluntad del nuevo rey. No obstante, el Estatuto desmontaba el Antiguo Régimen, introducía el liberalismo y garantizaba derechos y libertades a los españoles.
6.- Dos de Mayo de 1808: Sublevación popular del pueblo madrileño contra la dominación francesa y el secuestro de la familia real. Murat, mariscal francés, reprimió duramente la revuelta mandando fusilar a cientos de madrileños, lo que fue inmortalizado por Goya. El dos de mayo supuso el comienzo de la Guerra de la Independencia, que duraría hasta 1814.
7.- Patriotas y Afrancesados:
- Los patriotas eran la gran mayoría de los españoles que no aceptaron al rey José I Bonaparte ni la ocupación francesa. Muchos de estos patriotas eran de ideas liberales. Se organizaron para combatir a los franceses. Puede decirse que a partir de 1808 el pueblo español, los españoles y españolas comunes y corrientes, tomaron la iniciativa de defender a su país, lo que originó un sentimiento de identidad nacional.
- En cambio, los afrancesados eran personas que pertenecían a la élite social, política, cultural y administrativa. Confiaban en que José I Bonaparte introdujera en España reformas ilustradas. En esencia, los afrancesados eran partidarios del despotismo ilustrado, pero siempre fueron una minoría.
8.- Guerra de Guerrillas: Forma de guerra irregular llevada a cabo por los patriotas españoles contra el ejército napoleónico. Grupos pequeños de guerrilleros organizados en partidas hostigaban continuamente a los franceses en todo el territorio español. Fue una guerra de desgaste que desmoralizó a los invasores franceses.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
9.- Junta Suprema Central: El vacío de poder provocado por la Guerra de la Independencia supuso el hundimiento de las instituciones del Antiguo Régimen, empezando por la propia monarquía absoluta. Así pues, ante la ausencia de rey, el poder político fue asumido por juntas locales y provinciales que aparecieron por toda España. Estas juntas se unieron finalmente en la Junta Suprema Central. En 1810, la Junta Suprema Central se convirtió en el Consejo de Regencia que convocó a Cortes en nombre del rey ausente.
10.- Cortes y Constitución de Cádiz: La ciudad de Cádiz estaba libre de franceses y allí se reunieron las Cortes. Eran unas Cortes no estamentales sino de tipo parlamentario, formadas por diputados que fueron llegando a la ciudad andaluza. Estas Cortes promulgaron en 1812 la primera Constitución de la historia de España. Nace así la nación soberana española de ciudadanos libres e iguales ante la ley. Es el origen de la revolución liberal en nuestro país.
El Liberalismo y el Nacionalismo
11.- Liberalismo: Doctrina política que defiende la limitación del poder del Estado y los derechos naturales de los individuos como la vida, libertad y propiedad. Para el liberalismo estos derechos son imprescriptibles, en el sentido de que siempre han de ser respetados por las leyes del Estado de derecho que garantiza la autonomía del ciudadano. Los liberales también propugnan la división de poderes, la separación entre la Iglesia y el Estado, las libertades de expresión, asociación y reunión, el parlamentarismo y el liberalismo económico. El liberalismo es una doctrina esencialmente burguesa y su raíz es el pensamiento ilustrado del siglo XVIII. La Revolución Francesa de 1789 fue la más importante de las revoluciones liberales.
12.- Nacionalismo: Ideología que defiende la soberanía nacional frente a la soberanía real. El pueblo soberano es la nación, que establece las leyes mediante una asamblea legislativa. Los ciudadanos de la nación tienen derechos y obligaciones recogidos en una carta constitucional, que es la ley suprema del Estado.
La Restauración y el Reinado de Fernando VII (1814-1833)
13.- Restauración: Después de la caída de Napoleón en 1815, las monarquías europeas intentaron restaurar el absolutismo y el Antiguo Régimen reuniéndose en el famoso Congreso de Viena. Se trataba de borrar 1789 de la historia mediante un sistema de alianzas entre los monarcas europeos para garantizar que no hubiera más revoluciones. La Restauración fracasó ante la fuerza del liberalismo y el nacionalismo que Napoleón extendió por toda Europa. En España, Fernando VII restauró la monarquía absoluta en 1814 eliminando la obra de las Cortes de Cádiz.
14.- Pronunciamientos Militares: Perseguidos por Fernando VII, los liberales españoles tuvieron que emigrar o pasar a la clandestinidad. Muchos militares que habían luchado en la Guerra de la Independencia contra los franceses eran liberales y estaban organizados en sociedades secretas como la masonería. Así que intentaron restablecer la Constitución de 1812 mediante el llamado pronunciamiento: un militar se sublevaba, otros le seguían y finalmente se obligaba al gobierno a restablecer el liberalismo. Durante el reinado de Fernando VII (1814-1833) hubo numerosos pronunciamientos, la mayoría fracasados. Con los pronunciamientos, los militares españoles empiezan a intervenir en política.
15.- Cien Mil Hijos de San Luis: Ejército francés al mando del duque de Angulema que en 1823 invadió España para restablecer a Fernando VII en el trono absoluto. La Santa Alianza, reunida en el Congreso de Verona, había decidido la intervención. Los liberales fueron incapaces de defenderse y los franceses entraron en España casi sin oposición. De esta manera se terminó la experiencia del Trienio Liberal (1820-1823) y Fernando VII se convirtió de nuevo en monarca absoluto.
El Problema Sucesorio y el Carlismo
16.- Carlismo: Al final del reinado de Fernando VII se planteó el problema sucesorio. Fernando VII tenía una hija, Isabel, pero no podía ser reina debido a que la Ley Sálica no permitía que las mujeres heredaran el trono de España. Pero Fernando VII, en su lecho de muerte, abolió la Ley Sálica mediante la Pragmática Sanción. De esta forma, Isabel sería reina. El hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, no lo aceptó, y alrededor de su persona se fueron agrupando los absolutistas, pronto conocidos como carlistas. En cambio, los liberales apoyaron a Isabel, y se les llamaba por ello isabelinos. El conflicto carlista desató tres guerras civiles durante el siglo XIX.