La vida intelectual:
Las universidades. Durante los siglos IX al XI d.c. los únicos focos importantes de la cultura eran los monasterios. En ella se separaban los futuros religiosos monjes o seglares, estudiando tecnología y artes (literatura y ciencias). En el siglo XII aparecieron las escuelas urbanas y episcopales, que reemplazaron a las monacales. En el siglo XIII los profesores y alumnos de estas escuelas decidieron agruparse al igual que lo hacían los artesanos, formar su propia corporación o universitas, como se llamaba en latín, le dio un gran impulso en el desarrollo intelectual. Las universidades eran corporaciones laicas de maestros y estudiantes que buscaban liberarse del poder episcopal y lograr la autonomía, para lo cual contaban con el apoyo de los reyes y papas. En ellas se estudiaba el pensamiento romano para adaptarlo a las nuevas necesidades y el pensamiento de Aristóteles que había llegado a Europa traído por los árabes gracias a la península ibérica. Las universidades regían y gobernaban por reglamentos propios, elaborados por sus miembros y tenían el derecho de juzgar a los maestros y estudiantes. Se dividían en 4 facultades: teología, derecho, medicina y artes. A la cabeza de la facultad el decano y a la cabeza de la universidad el canciller. Las clases eran en latín y consistían en exposiciones de maestros orales, no había muchos libros y se buscaba desarrollar la capacidad de raciocinio de los estudiantes. Eran de familias adineradas y de distintos países. Las universidades antiguas y famosas: Bolonia en Italia (estudio de derecho), la de París en Francia (teología), Oxford y Cambridge en Inglaterra, las de Salamanca y Sevilla en España.
La literatura:
Fue el idioma oficial en cada reino y el que usaron siempre la iglesia, escuelas y universidades. Las lenguas romances son la mezcla del latín popular con los dialectos y lenguas de los germanos.
La transición al mundo moderno:
Dejaron atrás el feudalismo y debieron enfrentar una gran inestabilidad económica y política a causa de guerras, epidemias e insurrecciones. Europa sufrió un importante descenso demográfico debido a las malas cosechas y a las guerras, que trajeron hambre y epidemias como la peste negra, que llegó desde oriente y mató a un tercio de la población europea.
La crisis económica:
Debida en parte a la peste negra despo-bló las ciudades, provocó un descenso en los precios de los productos agrícolas y con ellos una migración de los campesinos a la ciudad, favoreciendo el desarrollo del capitalismo inicial. Se cree que la peste negra o peste bubónica llegó a Europa en un navío genovés cuya tripulación se habría contagiado del mal en la actual Crimea. Esto es muy posible se consideran los intensos contactos comerciales que las importantes ciudades, estados y potencias mercantiles sostenían con Asia. Desde Italia, la peste se extendió hasta Francia, España y el centro de Europa. Más tarde llegó a Inglaterra, el norte de Europa y Escandinavia. La rapidez con que se extendió el contagio en Europa se explica, entre otras razones, por la gran cantidad de monjes mendicantes, peregrinos y soldados que recorrían continentes.
En el aspecto político:
Los siglos XIV y XV marcaron la crisis del régimen señorial: se acentuaron las luchas entre la nobleza feudal y los monarcas, que querían recuperar la autoridad real, para lo cual contaban con el apoyo de la emergente burguesía. Entre los cambios socioeconómicos, la reaparición de los estudios y el cambio de mentalidad política fueron debilitando el feudalismo y fortaleciendo la unidad nacional, a cuya cabeza se encontraba el rey apoyado por la burguesía; clase que debía sustentar económicamente a las cortes reales y a los incipientes estados. Para poder gobernar, los monarcas debían recurrir a la reunión en asamblea de los estamentos: nobleza, clero y campesinos. Estas reuniones eran conocidas como: parlamento en Inglaterra, cortes en España, dieta en Alemania y estados generales en Francia. Estas asambleas representaban a los integrantes de la sociedad medieval, pero ahora junto a los campesinos, se habían ubicado los burgueses, que dominaron este estamento. En Italia y Alemania, principales territorios del Sacro Imperio Romano Germánico, el proceso de unificación nacional no funcionó a causa de la debilidad de los lazos que unían al emperador con sus súbditos y a la independencia que habían logrado las ciudades y a la pugna con el papado. Por el contrario, Francia, Gran Bretaña, Portugal y España lograron unificar sus territorios y someter a la nobleza, debilitada por las continuas guerras.
El legado artístico de la Edad Media:
En Europa se desarrollan dos legados artísticos diferentes románico surgido en Inglaterra y Francia donde alcanzó su mayor apogeo y de ahí a España, Alemania e Italia. Recogió elementos de los estilos romano, prerrománico, bizantino, germánico y árabe. El arte gótico, nació a mediados del siglo XII y alcanzó su mayor desarrollo en el siglo XIII en Francia. Son expresiones de un arte religioso.