Transformación y Conflicto: Economía y Sociedad en España (1898-1931)

Economía y Sociedad en España (1898-1931)

Demografía: 1900-1930

La población en España aumentó un tercio debido a la disminución de la tasa de mortalidad y al aumento de la natalidad. Se experimentó un crecimiento de la población urbana, con algunas diferencias regionales:

  • Cataluña: Baja tasa de natalidad y mortalidad, lo que resultó en un escaso crecimiento demográfico.

Esperanza de vida:

  • 1900: 34,8 años
  • 1930: 50 años

Este aumento se debió a la disminución de epidemias (excepto la gripe de 1918), la mejora en la alimentación, la higiene pública y la sanidad. El éxodo rural también contribuyó al crecimiento de las ciudades, especialmente Barcelona, que recibió un gran número de inmigrantes atraídos por la industria textil. La ciudad condal aumentó su población en un millón de habitantes, mientras que Sabadell alcanzó los 45.000.

Movimientos migratorios internos:

  • Hacia Madrid: Provenientes de Castilla, Granada y Jaén.
  • Hacia Barcelona: Desde el resto de Cataluña, junto al Ter y el Llobregat.
  • Hacia Bilbao: Desde el País Vasco, Castilla y Navarra.
  • Hacia Sevilla: Desde Andalucía.

Además, se produjo una importante emigración de gallegos hacia América. Entre 1900 y 1930, la población agraria disminuyó, mientras que el sector secundario solo aumentó en Cataluña y el País Vasco.

Agricultura

En 1930, la mayor parte de la población española todavía se dedicaba a la agricultura, aunque se produjo una transición de una economía de subsistencia a una economía de mercado. Se experimentaron los siguientes cambios:

  • Disminución de la población agrícola, la superficie cultivada, la productividad y el barbecho.
  • Aumento del regadío y el uso de abonos químicos.
  • Diversificación de la producción.

Es importante destacar que estas mejoras no se produjeron de manera homogénea en toda España. La propiedad agraria se distribuía de la siguiente manera:

  • Latifundio: Andalucía Occidental, Extremadura, Castilla-La Mancha y Salamanca.
  • Minifundio: Galicia.
  • Propiedad media: Resto de España.

Industria (1898-1931)

Durante este período, la industria española experimentó cambios significativos:

  • Transición de la energía de vapor a la electricidad.
  • Creación de empresas de suministro eléctrico.
  • Concentración de la industria pesada en el País Vasco.
  • Diversificación de sectores (químico, naval, papel, transportes).
  • Aumento de la productividad en la minería (carbón en Asturias y hierro en el País Vasco).

Sin embargo, también existieron factores negativos:

  • Debilidad del mercado interior debido a la predominancia del sector agrario.
  • Elevado coste de los productos, lo que dificultaba la competencia con el extranjero.
  • Pérdida de proteccionismo y creación de aranceles para proteger la producción nacional.

La pérdida de las colonias no tuvo un gran impacto en la industria, aunque sí afectó al sector textil catalán, que perdió un mercado importante. Se repatriaron capitales y se crearon el Banco Hispano Americano (BHA) y el Banco Español de Crédito (Banesto).

La economía española atravesó dos períodos:

  • 1913-1918: Expansión.
  • 1919-1923: Crisis.

La Primera Guerra Mundial tuvo una gran influencia en España, ya que aumentó la demanda de productos del campo, mineros e industriales por parte de los países contendientes. Esto provocó un aumento de precios en los productos de primera necesidad en el mercado interior, a pesar de que la producción no aumentó. El resultado fue una inflación generalizada y un aumento de los salarios que no compensó la subida de precios. La guerra benefició a unos pocos, mientras que empeoró las condiciones de vida de obreros industriales, mineros y jornaleros. Este contexto fue el caldo de cultivo de la huelga general de 1917. Al finalizar la guerra, la demanda descendió, lo que provocó una crisis económica, un aumento del paro y un incremento de la conflictividad social, influenciada por la Revolución Rusa.

Industria catalana

A partir de 1898, la industria catalana experimentó un descenso en su crecimiento. La falta de materias primas (como el algodón), fuentes de energía y maquinaria (que era mayoritariamente inglesa) lastraron su desarrollo. En 1911, se produjo un cambio en el tipo de energía utilizada, pasando a la electricidad. La mayor compañía eléctrica era la canadiense Barcelona Traction, Light and Power Company, lo que permitió la instalación de fábricas lejos de los ríos. Cataluña también diversificó su industria. La Primera Guerra Mundial trajo consigo mejoras en las técnicas y la maquinaria, y muchas industrias familiares se transformaron en Sociedades Anónimas. Sin embargo, el final de la guerra sumió a la industria catalana en una crisis debido a la pérdida del mercado europeo y la necesidad de proteccionismo. Durante la dictadura de Primo de Rivera, se vivió una etapa de prosperidad con aumento de salarios, bajada de precios y paz social.

Movimiento Obrero

A principios del siglo XX, la concentración de obreros se daba en cinco zonas principales:

  • Madrid: Transportes y construcción.
  • País Vasco: Siderometalurgia.
  • Asturias: Carbón.
  • Cataluña: Textil, metalurgia y eléctrica.
  • Andalucía: Importante conflictividad social en el campo.

Condiciones de vida

Los obreros vivían en condiciones precarias, con salarios de subsistencia, hacinados en casas pequeñas o barracas. En Barcelona, la segregación social era evidente: los inmigrantes se concentraban en el casco antiguo, la burguesía en el Eixample y los obreros en Sants y Poblenou. Esta falta de integración generó resentimiento hacia la burguesía.

Las condiciones laborales eran muy duras, con jornadas de 10 a 12 horas sin festivos, ausencia de contratos laborales, falta de higiene y seguridad laboral, salarios bajos y analfabetismo generalizado. El acceso a la educación era muy limitado. En 1907, la Mancomunidad de Cataluña impulsó la creación de escuelas municipales y centros culturales obreros.

Ante esta situación, los obreros tenían diferentes opciones:

  • Taberna: Representaba la opción pasiva.
  • Prensa obrera: Permitía la difusión de ideas y la convocatoria de movilizaciones y huelgas.
  • Casas del pueblo: Creadas por el Partido Radical, funcionaban como ateneos y locales de sindicatos.

Sindicatos

En el primer tercio del siglo XX, el movimiento obrero español estaba dividido en dos corrientes principales:

  • Socialista: Unión General de Trabajadores (UGT).
  • Anarquista: Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

El PSOE aumentó su número de afiliados en Asturias, País Vasco, Madrid y Alicante. En 1910, logró representación parlamentaria. En 1921, se creó la Federación de Juventudes Socialistas y el Partido Comunista de España (PCE), vinculado a la III Internacional. Ese mismo año, en el Congreso del PSOE, se decidió unirse a la III Internacional, lo que provocó una escisión del partido: PSOE y PCOE.

El núcleo más activo del anarquismo se encontraba en la Unió Comarcal d’Arts i Oficis de Barcelona. En 1900, se fundó en Madrid la Federación de Sociedades Obreras de la Región Española. En 1904, apareció Solidaridad Obrera, precursora de la CNT. En 1927, se creó la Federación Anarquista Ibérica (FAI) de forma clandestina.

Conflictividad social

Este período se caracterizó por una gran tensión social, con numerosas huelgas, manifestaciones y enfrentamientos con la policía. Las autoridades respondían con detenciones, estados de guerra y represión. Las consecuencias fueron heridos, muertos, detenidos, condenas y lockouts (cierre temporal de empresas como medida de presión contra los huelguistas).

Movimiento obrero en Cataluña

Se divide en dos fases:

  • Anterior a 1917: Reivindicaciones laborales y aumento salarial. Se consiguieron logros como la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres, el derecho a la huelga y la jornada laboral de 10 horas.
  • Posterior a 1917: Radicalización del movimiento obrero, influenciado por la Revolución Rusa.

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