La Segunda República Española (1931-1936)
La Segunda República (1931-1936) supuso el primer intento serio de modernización del país, en un contexto internacional desfavorable. Tras la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930, el rey Alfonso XIII encargó formar gobierno al general Dámaso Berenguer para restablecer el régimen anterior a la dictadura. Sin embargo, esto era ya imposible por el desprestigio de los partidos dinásticos, la impopularidad del monarca (identificado con la dictadura) y el acuerdo en el pacto de San Sebastián (agosto de 1930).
El general Berenguer dimitió y el rey mandó formar gobierno al almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Estas elecciones dieron el triunfo a los republicanos en la mayoría de las ciudades. El 14 de abril se proclamaba la Segunda República, y Alfonso XIII abandonaba España.
El Gobierno Provisional (Abril-Junio 1931)
El gobierno provisional estuvo presidido por un antiguo monárquico, Niceto Alcalá Zamora. Convocó elecciones a Cortes Constituyentes y realizó una serie de reformas mediante decretos que se consideraban inaplazables, para hacer el Estado más moderno, laico y democrático:
- Trabajo en el campo: jornadas de 8 horas, prioridad a los jornaleros de un municipio a trabajar en las fincas de ese término, exigir a los propietarios tener sus tierras cultivadas, si no pasarían a manos de los campesinos.
- Amnistía general a los presos políticos (de la dictadura de Primo de Rivera)
- Educación: Se decretó la creación de más de cinco mil escuelas, y se estableció una red de bibliotecas para hacer frente al analfabetismo y atraso español.
La República tuvo que enfrentarse desde el principio a la oposición de los empresarios, terratenientes y a parte de la Iglesia (encabezada por el cardenal Segura). El mismo 14 de abril, Francesc Macià declaró la República Catalana. En mayo de 1931, un mes después de la proclamación de la República, se produjo la quema de edificios religiosos. Tras estos hechos se rompió la unidad del gobierno provisional, y las relaciones entre la Iglesia católica y la República fueron a peor.
Las elecciones de junio, transparentes, dieron el triunfo a las fuerzas de izquierdas y de centro, siendo los partidos más votados: el PSOE, el Partido Radical y El Partido Radical-Socialista. Se habían presentado partidos de todas las tendencias, desde monárquicos a comunistas.
La Constitución de 1931
En diciembre de 1931, después de 6 meses de tensos debates, las Cortes aprueban sin consenso la Constitución de la República. Fue una Constitución muy avanzada para su tiempo, democrática y progresista, cuyas características fueron:
- Una sola Cámara
- Soberanía popular
- División de poderes: el legislativo reside exclusivamente en las Cortes, el ejecutivo en el gobierno y el poder judicial en jueces independientes
- Sufragio universal para mayores de 23 años, por primera vez también femenino.
- Estado aconfesional, laico
- Posibilidad de autonomía en las regiones que la solicitasen
- Amplia declaración de derechos y libertades (divorcio, matrimonio civil, derecho al trabajo, igualdad de derechos para todos …)
- Declara la separación de la Iglesia y el Estado. La Iglesia pierde todos sus privilegios y se prohíbe a las órdenes religiosas que se dediquen a la enseñanza.
No obstante, esta nueva Constitución no logró el consenso de todas las fuerzas políticas.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Es nombrado presidente de la República Alcalá Zamora y Manuel Azaña como presidente del gobierno. Su gobierno estuvo formado por republicanos de izquierdas y socialistas (por primera vez), y se ampliaron las reformas iniciadas en el gobierno provisional.
Reforma del Ejército
Se pretendía crear un ejército profesional y democrático y poner fin al régimen especial de los militares para asegurar la obediencia al poder civil y evitar su intervención en la vida política. Se aprobó la “Ley de retiro de la oficialidad”: con esta ley se pretendía disminuir número de mandos y garantizar la fidelidad a la República, todo oficial que no quisiera jurar la nueva bandera podía pasar a la reserva con su sueldo íntegro.
Se cerraron Academias militares. Estas medidas provocaron el alejamiento de los africanistas de la República. Asimismo, se creó la Guardia de Asalto, como cuerpo adepto a la República, para el mantenimiento del orden público.
La Cuestión Religiosa
El objetivo era limitar la influencia de la Iglesia. Así, se disuelve la orden de los jesuitas, se prohíbe a las órdenes religiosas que se dediquen a la enseñanza, se permite el matrimonio civil y se secularizaron los cementerios y se eliminan los símbolos religiosos de todas las instituciones públicas. Parte de la población católica y de la jerarquía de la Iglesia no se tomaron bien estas leyes.
La Reforma Agraria
Fue el proyecto de mayor envergadura que realizó el gobierno. Con la necesidad de mejorar las condiciones de los campesinos y de acabar con el atraso de la agricultura española y con la estructura de la propiedad (latifundios), se elaboró la Ley de Reforma Agraria. Para llevar a cabo esta reforma se creó el Instituto de la Reforma Agraria (IRA), cuyo objetivo era que los jornaleros sin tierra acaben convirtiéndose en propietarios, poniendo el gobierno en marcha una política de expropiaciones de los latifundios mal explotados. Los resultados no fueron los esperados y esta ley no satisfizo ni a los propietarios agrícolas ni a los jornaleros que vieron frustradas sus esperanzas en la República, orientando sus posturas hacia posiciones más radicales (ocupación de tierras…).
Las Autonomías
La constitución de 1931 reconocía el derecho a las regiones a tener un gobierno propio. A Cataluña se le reconoció la Generalitat. El Estatuto de Cataluña, aprobado por las Cortes, proclama a Cataluña región autónoma dentro del Estado español. Las primeras elecciones al parlamento catalán las ganó Esquerra Republicana y su líder, Francesc Macià, se convirtió en el primer presidente de la Generalitat.
En el País Vasco los carlistas y nacionalistas del PNV elaboraron un proyecto de estatuto en 1931 (Estatuto de Estella) pero no fue aceptado por los partidos de izquierdas, por lo que no se aprobó. En Galicia, Valencia y Andalucía el proceso fue mucho más lento.
Reformas Sociales y Educativas
El ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero, socialista, inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores: se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo, que regulaba la negociación colectiva, se estableció la semana laboral de 40 horas, jornada laboral de 8 horas para los jornaleros, subida de sueldos, vacaciones pagadas, un salario mínimo,…
Se incrementó en un 50% el presupuesto en educación para financiar las escuelas, creándose 10.000 escuelas nuevas. Se crearon las Misiones Pedagógicas formadas por intelectuales, profesores y estudiantes, con el fin de difundir la cultura en las zonas rurales (cine, teatro, conferencias…). En 1932 se creó La Barraca, dirigida por Federico García Lorca, que hacía giras por toda España representando obras del teatro clásico español.
Las reformas iniciadas por el gobierno de Azaña se encontraron con la oposición de la Iglesia, del ejército, de los terratenientes, y organizaciones patronales, pero también, los trabajadores más radicales mostraron su disconformidad por la lentitud con que se hacían las reformas (anarquistas, comunistas). El general José Sanjurjo, en agosto de 1932, realizó el primer intento de golpe militar contra la República, pero fracasó (“La Sanjurjada”). Condenado a muerte, es indultado y se exilia en Lisboa (Portugal), desde donde seguirá conspirando.
La conflictividad social no dejó de aumentar a lo largo del Bienio. Destacan las revueltas de los campesinos de Andalucía en 1933. Todas ellas seguían el mismo patrón: toma del Ayuntamiento, quema del registro de la propiedad, colectivización de la propiedad y a la llegada de la guardia civil o guardia de asalto, fracaso y dura represión. Las duras represiones a los conflictos sociales hicieron perder la confianza en el gobierno a las clases medias. La derecha culpó a Azaña, y este dimitió y el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, convocó elecciones en noviembre de 1933.
El Bienio Conservador (1933-1936)
En las elecciones del 18 de noviembre de 1933 la abstención fue alta y fue la primera vez que votaron las mujeres españolas. Los partidos de centro-derecha que se habían presentado unidos obtuvieron el éxito en las elecciones. Los dos vencedores fueron el centrista Alejandro Lerroux (P. Radical) y José María Gil Robles (CEDA). El nuevo gobierno de Lerroux paralizó las reformas iniciadas en el Bienio Reformista:
- El freno a la Reforma Agraria: (devolución de tierras, libre contratación…) originó un aumento en las movilizaciones campesinas.
- El gobierno tuvo enfrentamientos con la Generalitat y se enemistó con los vascos debido a la paralización del debate sobre su Estatuto
- Se aprobaron presupuestos para mantener el clero y el culto
- Se amnistió a los sublevados con Sanjurjo
- Se redujeron los presupuestos destinados a la educación.
Todas estas medidas provocaron:
- La radicalización de una parte del PSOE y de la UGT.
- Un aumento de la conflictividad social.
Revolución de Octubre de 1934
La CEDA, en 1934, exige a Lerroux participar en el gobierno y éste accede dándole tres ministerios. Los partidos de izquierda reaccionaron convocando huelgas generales para defender las reformas de izquierdas. El movimiento fracasó en toda España salvo en:
- Asturias: donde los mineros tomaron las poblaciones de la cuenca y crearon comités revolucionarios. El gobierno mandó al ejército, al mando del general Francisco Franco y a la legión para reprimirlos, que tras 10 días de lucha, acabó con un gran número de muertos (la mayoría mineros) y heridos. Estos hechos son un preámbulo, un preludio, de la Guerra Civil española.
- En Cataluña: el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, al mismo tiempo que se convoca una huelga general. La rebelión fue sofocada por el ejército. El gobierno de la Generalitat y el pleno del ayuntamiento de Barcelona fueron encarcelados. Se suspendió el Estatuto de autonomía. Azaña, Largo Caballero y Companys fueron encarcelados junto con líderes sindicales.
La insurrección fracasa en el resto de España, incluida la capital, Madrid. Con esto, la CEDA aumentó su peso en el gobierno, se intentó reformar la Constitución, Franco fue nombrado jefe del Estado Mayor…La izquierda unió sus fuerzas contra el gobierno, en estos momentos muy debilitado por las discrepancias entre el presidente de gobierno y el presidente de la República y por los escándalos de corrupción que salpicaron al Partido Radical (escándalo del estraperlo, en el cual estaba implicado el hijo de Lerroux; malversación de fondos, es decir, corrupción económica). Lerroux quedó exculpado, pero su carrera política y la de su partido quedaron destrozadas. Las diferencias entre cedistas y radicales no dejaba de aumentar por lo que Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones en febrero de 1936.
El Frente Popular (Febrero-Julio de 1936)
A las elecciones del 16 de febrero de 1936 se presentan dos grandes bloques opuestos:
- Los partidos de izquierdas (republicanos, socialistas y comunistas) se agruparon en el Frente Popular: defendían la amnistía para los detenidos en octubre y continuar con las reformas iniciadas en el Bienio Reformista
- Y los partidos de derechas formaron diferentes coaliciones entre CEDA, monárquicos y radicales, pero no lograron presentar un único candidato para toda España ni elaborar un programa común.
El Frente Popular obtuvo el 47% de los votos, las derechas el 45% y el centro solo un 5%, con lo que prácticamente desaparece. El Frente Popular triunfó en todas las ciudades de más de 150 mil habitantes. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Santiago Casares Quiroga presidente del gobierno, quedando formado únicamente por republicanos. Se reanudó el proceso reformista, se restableció el Estatuto catalán y la Generalitat de Cataluña y se decretó la amnistía para los presos políticos.
Para frenar a los militares hostiles y acabar con los rumores de un inminente golpe de Estado, se apartó del poder o se trasladó a algunos mandos, como Franco, a Canarias, el general Goded a Baleares y el general Emilio Mola, a Pamplona. Además, los sectores más conservadores reaccionaron cerrando fábricas y oponiéndose a las reformas, mientras que los partidos de izquierdas más radicales y los anarquistas se lanzaron a ocupar tierras, convocar huelgas… La Falange Española recurrió a la violencia callejera contra líderes de izquierdas.
Conclusión
Los enfrentamientos entre militantes de izquierda y de derechas son continuos. La trama consistía en pronunciamientos simultáneos en la Península y como reserva tenían el ejército de Marruecos, el mejor preparado, al mando de Franco. El mando le sería entregado a Sanjurjo, exiliado en Portugal. La conspiración contaba con el apoyo de los partidos más derechistas que a su vez contaban con “milicias” (requetés y falangistas) y con apoyo extranjero en Italia y Alemania. Lo único que no estaba claro es lo que se haría una vez que triunfara el golpe: unos, eran partidarios de la monarquía y otros, de establecer una dictadura temporalmente. El asesinato de Calvo Sotelo, líder ultraderechista, fue el detonante. La sublevación se inició en Marruecos el 17 de julio y al día siguiente se extendía por la Península. El fracaso de la sublevación dio origen a la Guerra Civil que se prolongaría por tres años.