**Batalla del Ebro y Toma de Cataluña**
Esta etapa (1938-1939) constituyó la ofensiva final que decidió el destino de la guerra. Franco cambió de criterio y, en lugar de avanzar hacia Madrid, desplegó un ataque (Batalla de Aragón) a lo largo del frente de Aragón con la intención de alcanzar el Mediterráneo y dividir la zona republicana. En abril de 1938 aproximadamente logró este objetivo a la altura de Vinaroz (Castellón), estableciendo el frente de Cataluña en los ríos Ebro y Segre.
A continuación, el ejército franquista emprendió el camino de Valencia y ocupó Castellón.
**La Batalla del Ebro**
El ejército republicano lanzó una furiosa ofensiva y logró cruzar el Ebro. Esta operación fue diseñada por Vicente Rojo y autorizada por el presidente del Gobierno, Juan Negrín, quien, convencido de un enfrentamiento en Europa entre Hitler y las democracias, buscaba alargar el conflicto todo lo que fuera posible.
La ofensiva, conocida como la Batalla del Ebro, se prolongó hasta final de año.
Tras la batalla del Ebro se llevó a cabo la conquista de Cataluña. Y en febrero de 1939, Barcelona cayó en manos de los sublevados. Era la última gran campaña de la Guerra Civil. El Gobierno y el presidente de la República, trasladados a Barcelona meses antes, cruzaron la frontera, acompañados por el gobierno de la Generalitat.
**El Fin de la Guerra**
Entre febrero y abril de 1939 se desarrollaron los últimos episodios de la Guerra Civil. Juan Negrín, presidente del Gobierno, y el PCE propusieron una política de resistencia a ultranza. Negrín regresó a España desde Francia con el fin de continuar la guerra. A su entender, la única negociación que Franco aceptaría sería la rendición total de los republicanos.
Esta actitud chocó con la oposición de importantes militares y políticos republicanos, ya que buscaban una salida negociada al conflicto, puesto que reinaba el cansancio y el desánimo. Este grupo organizó un golpe de Estado en marzo de 1939. Este acontecimiento provocó una breve guerra civil dentro del bando republicano donde el coronel Casado y sus partidarios decidieron entregar a Franco toda la zona que aún estaba en manos de los republicanos; esta entrega se realizó de forma tan apresurada que no hubo tiempo ni siquiera para la evacuación de los que querían escapar de la represión franquista.
**La Dimensión Internacional del Conflicto**
La guerra obligó a las grandes potencias a adoptar posiciones individuales, pero también una postura conjunta que se conoció como no intervención.
**Las Acciones Individuales de las Potencias**
**Los Apoyos a los Sublevados**
La posición particular de las potencias fue un aspecto decisivo para el transcurso de la Guerra Civil debido a la intervención de la Italia fascista y de la Alemania nazi a favor del ejército rebelde. Ambos países reconocieron rápidamente el gobierno de Franco. Los motivos de Italia y Alemania para prestar apoyo a los sublevados fueron de tipo político-estratégico:
- El conflicto español les servía como campo de pruebas de cara a la guerra mundial que se avecinaba, pudiendo experimentar nuevas armas y estrategias.
- El apoyo a los sublevados abría la posibilidad de ejercer influencia sobre un nuevo aliado que podía ser útil para la política internacional en el futuro.
La mayor parte de las ayudas de Italia y Alemania fueron a crédito y se convirtieron en semigratuitas, puesto que España aportó a Alemania los materiales de interés estratégico que necesitaba. Alemanes e italianos recibieron, por tanto, limitadas contraprestaciones económicas por su apoyo a Franco.
**La República y las Democracias**
Las iniciativas de las democracias fueron tan decisivas para el desenlace de la guerra como las de los fascismos. Los gobiernos conservadores de Gran Bretaña se abstuvieron de apoyar al Gobierno de la Segunda República. Los políticos británicos temían las repercusiones de una posible revolución social en España y promovieron una política de apaciguamiento hacia los fascismos.
El Gobierno francés cerró las fronteras para evitar la entrada de armas en España.
**El Apoyo a los Republicanos**
El Gobierno republicano español solo contó con el apoyo de la Unión Soviética y con una mísera ayuda de México, presidido en esa época por Lázaro Cárdenas. Este último proporcionó municiones y acogió a exiliados republicanos al término de la guerra.
**El Acuerdo de No Intervención**
Todas las potencias acordaron la no intervención diplomática y militar en los asuntos españoles y prohibieron las exportaciones de armamento a España. Esta política de no intervención sirvió para impedir al Gobierno legítimo de la Segunda República que se aprovisionara libremente de armas en el extranjero para defenderse de una rebelión.
Para que el acuerdo funcionase, se encargó a un comité que vigilase su cumplimiento. Esta política tuvo éxito hasta cierto punto, ya que aisló el fascismo y no impidió, sino que incitó, un conflicto internacional: la Segunda Guerra Mundial.
gunda Guerra Mundial.