Justificación del Golpe de Estado de 1923 por Primo de Rivera
A través del Manifiesto «Al país y al Ejército», el general Miguel Primo de Rivera justificó su golpe de Estado en septiembre de 1923 argumentando lo siguiente:
Regeneracionismo y Desgobierno
En el primer párrafo, se presenta como un regeneracionista que reacciona ante el desgobierno generado por la ineficacia y corrupción de los políticos. Los acusa de llevar a España al desastre colonial (1898) y a un futuro incierto. Primo de Rivera se posiciona como la única solución posible.
Corrupción Política y Defensa del Rey
En el tercer párrafo, denuncia la corrupción del turnismo, el caciquismo y el fraude electoral. Critica la alternancia entre los mismos partidos, señalando que ha provocado el desgobierno. Defiende al rey, exculpándolo de cualquier responsabilidad al afirmar que estaba secuestrado por la trama política.
Apoyo Popular y Problemas del País
En el último párrafo, justifica su golpe afirmando contar con el apoyo del ejército y del pueblo español. Señala que sus actos son los que «el pueblo sano demanda e impone». Finaliza mencionando los principales problemas del país: terrorismo anarquista, tensiones sociales, devaluación de la moneda, librecambio, corrupción, etc.
Causas del Golpe de Estado y Apoyos a Primo de Rivera
Causas del Golpe de Estado
En septiembre de 1923, Primo de Rivera dio un golpe de Estado incruento y tomó el control del país con el apoyo del rey Alfonso XIII. Las causas que explican la dictadura militar como solución a la grave situación del país son:
- Descontento del ejército tras el desastre de Annual y el afán por evitar las consecuencias del expediente Picasso.
- Fracaso y degeneración del sistema del turnismo bipartidista.
- Violencia terrorista.
- Auge de los movimientos nacionalistas periféricos y ascenso de republicanos.
- Agudización de los conflictos sociales por el auge del movimiento obrero.
- Triunfo del fascismo de Mussolini en Italia en 1922.
Apoyos a la Dictadura
Primo de Rivera contó con el apoyo de:
- El rey Alfonso XIII, quien temía ser responsabilizado por el desastre de Annual.
- El ejército, que recelaba del informe Picasso y buscaba restablecer el orden público.
- La burguesía catalana, las élites económicas y sectores de la clase media, temerosos del auge de movimientos anarquistas y una posible revolución comunista.
- La Iglesia católica, que buscaba fortalecer la autoridad, la disciplina social y la moral.
- Parte de la UGT y el PSOE (Largo Caballero), que pasaron de una actitud expectante a la aceptación y colaboración.
La pasividad del movimiento obrero, indiferente ante la caída de un sistema político considerado caduco, también contribuyó al triunfo del golpe. La única oposición provino de los anarquistas de la CNT y el recién fundado PCE.
Evolución de la Dictadura de Primo de Rivera
Directorio Militar (1923-1925)
El Directorio Militar se presentó como una solución transitoria a los problemas de España. Se caracterizó por la represión, la supresión de libertades y la centralización del poder:
- Estado de Guerra durante dos años y supresión de libertades como la de expresión, partidos políticos y sindicatos.
- Suspensión de la Constitución de 1876 y disolución de las Cortes.
- Disolución de Ayuntamientos y Diputaciones, creación de Juntas Municipales con alcaldes nombrados.
- Prohibición de manifestaciones contra el régimen y de carácter nacionalista.
- Prohibición del uso del catalán y supresión de la Mancomunidad en 1925.
Con estas medidas, se logró acabar con los atentados y las huelgas. Tras el éxito del desembarco de Alhucemas en 1925, Primo de Rivera ganó popularidad.
Directorio Civil (1925-1930)
En 1925, Primo de Rivera sustituyó el directorio militar por uno civil con la intención de perpetuarse en el poder. Creó un sistema inspirado en el fascismo italiano:
- Creación de la Unión Patriótica en 1924, un partido único para apoyar la dictadura.
- Formación de la Asamblea Nacional Consultiva en 1927, un Consejo para elaborar una «Constitución» (Carta Otorgada de 1929) que nunca se promulgó.
En la fase final del régimen, Primo de Rivera perdió apoyos y aumentó la oposición: liberales, conservadores, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales, estudiantes, etc. La «Sanjuanada» de 1926 intentó acabar con el régimen sin éxito. Finalmente, la crisis económica tras el crack de 1929 y la creciente oposición llevaron a Primo de Rivera a dimitir en 1930.
Formación del Frente Popular y sus Actuaciones
Causas de la Formación del Frente Popular
En 1936, tras la convocatoria de nuevas elecciones por el presidente Alcalá Zamora, la derecha se organizó en el Bloque Nacional, de corte fascista, liderado por Calvo Sotelo. La izquierda y las fuerzas obreras formaron el Frente Popular. Las causas de su formación fueron:
- Polarización política y radicalización tras la revolución de octubre de 1934.
- Avance del fascismo en Europa.
- Recomendación de la Internacional Comunista de formar frentes antifascistas.
Actuaciones del Frente Popular
El Frente Popular ganó las elecciones de febrero de 1936 y formó un gobierno republicano presidido por Azaña. Sus principales medidas fueron:
- Amnistía para los presos de la revolución de 1934.
- Restauración del Estatuto de Autonomía de Cataluña.
- Destitución de Alcalá Zamora y nombramiento de Manuel Azaña como presidente de la República.
- Ilegalización de Falange y encarcelamiento de sus líderes.
- Aceleración de la reforma agraria, con la expropiación de tierras y adjudicación a campesinos.
Estas medidas generaron una fuerte reacción de la clase conservadora. La radicalización de la vida pública, con violencia política y asesinatos, culminó con el asesinato del teniente Castillo y de Calvo Sotelo en julio de 1936. Estos sucesos desencadenaron el pronunciamiento militar del 17 de julio de 1936, dando inicio a la Guerra Civil.
Costes Humanos, Económicos y Sociales de la Guerra Civil
Costes Humanos
La Guerra Civil (1936-1939) provocó una grave crisis demográfica en España. Se estima que hubo 470.000 muertos y más de 250.000 personas encarceladas. El exilio republicano supuso la salida de más de 450.000 españoles, incluyendo a los «niños de la guerra» evacuados a la Unión Soviética. Esta pérdida de población joven y preparada tuvo un impacto demográfico significativo.
Consecuencias Económicas
Y SOCIALES DE LA GUERRA La Guerra Civil (1936-1939) fue el episodio más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. Durante tres años, conciudadanos, e incluso miembros de una misma familia lucharon entre sí; el odio entre los españoles se acrecentó En cuanto a los costes humanos, señalar el final de la Guerra Civil trajo consigo una grave crisis demográfica, debido a las pérdidas humanas durante el conflicto, los exilios y las muertes indirectas (enfermedades). En cuanto a las cifras, son muy dispares, pero se calcula unos quinientos mil muertos (470.000), a lo que habría que sumarle los más de 250.000 personas que ingresaron en prisión en virtud de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. Otro elemento clave de esta crisis demográfica fue el exilio republicano. Se estima que fueron más de 450.000 los españoles que abandonaron el país huyendo de la guerra hacia Francia (viéndose involucrados en la II Guerra Mundial), América Latina (México, Chile, Cuba…), mucho de los cuales no volvieron o esperaron a la muerte del dictador en 1975. En este contexto, hay que destacar a los “niños de la guerra”, unos 3.000 niños que fueron evacuados de la guerra hacia la Unión Soviética y mucho de los cuales no regresarían nunca. Este exilio supuso una importante pérdida demográfica para el país, ya que se perdió una población joven y activa, que incluía a gran parte de los sectores más preparados del país. Las consecuencias en el terreno económico fueron catastróficas para el país. Un dato revela su magnitud: la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel anterior a la guerra hasta la década de 1950. Se produjo, por tanto, una disminución considerable de la producción, debido fundamentalmente a la disminución de la población activa y a la destrucción de infraestructuras viarias y fabriles (carreteras, vías férreas, puertos, etc.) lo que se tradujo en la dependencia de una economía básicamente agraria. A esto hay que añadirle el aumento de la deuda externa y la pérdida de las reservas de oro del Banco de España, usadas por el gobierno de la República para pagar la ayuda soviética. Esta situación se verá posteriormente agravada con el aislamiento internacional que impedirá que España se beneficie de las ayudas económicas americanas (Plan Marshall), desembocando en los “años del hambre” y el racionamiento. En el plano social la oligarquía terrateniente, industrial y financiera recuperó la hegemonía económica y social que temió perder durante la República, a la vez que los trabajadores perdieron todos los derechos adquiridos. Desde un punto de vista cultural los asesinatos de personajes como García Lorca o Miguel Hernández, y el exilio de muchos intelectuales (Alberti, Miró, Severo Ochoa, etc.) truncó la Edad de Plata de la cultura española al tiempo que originó una “desertificación cultural”. Moralmente se produjo la fracturación del país entre vencedores y vencidos, cayendo sobre estos últimos la dureza de la represión. También se produjo depuraciones de los funcionarios sospechosos de simpatizar con el régimen, perdiendo así su puesto de trabajo y, en ocasiones, su vida