b. Bienio Reformista (1931-1933)
La composición de las Cortes explica el carácter democrático y avanzado de la Constitución de 1931, aprobada en diciembre de 1931. España se convertía en una república democrática y de trabajadores con una amplia declaración de derechos. Entre otros, destacaban la libertad religiosa, la libertad de expresión, de asociación, el derecho de autonomía de las regiones y la separación entre Iglesia y Estado. Gobernará una coalición republicana de izquierdas presidida por Manuel Azaña que planteó un gran número de reformas.
La reforma religiosa reconoció el divorcio, el matrimonio civil y la secularización de cementerios. La reforma militar propició el retiro voluntario, para reducir el número de oficiales y fidelizar a la República, así como la supresión de capitanías y la Academia General. Se aprobó la Ley de Reforma Agraria en 1932, medida urgente en un país agrario y con mala distribución de la propiedad de la tierra. En lo social se aprobaron los seguros sociales y la rebaja de la jornada laboral, en educación se construyeron nuevas escuelas, se incrementó el número de maestros y se implantaron las misiones pedagógicas para fomentar la cultura en zonas rurales.
En relación a la política autonómica
El 14 de abril de 1931, Francesc Macià, líder de ERC proclamó la República Independiente de Catalunya, pero finalmente se llegó a un acuerdo y ERC se conformó con la autonomía de Cataluña que reconocía un gobierno catalán. El País Vasco no obtuvo la autonomía en ese momento ya que el PNV no formaba parte del Pacto de San Sebastián y era un partido conservador y católico. El País Vasco no consiguió un Estatuto de Autonomía hasta 1936.
El ejército se opuso a la Reforma Militar de Azaña y el Estatuto de Cataluña y siguiendo la tradición del siglo XIX volvieron los pronunciamientos militares para derribar al gobierno. El más importante fue el del General monárquico Sanjurjo que fracasó en el verano de 1932.
c. Bienio Rectificador (1933-1935)
En 1933, tras la división de la izquierda y la falta de apoyo de los movimientos obreros al gobierno de Azaña por los sucesos de Casas Viejas, Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca nuevas elecciones. En estas elecciones, en que votan por primera vez las mujeres, el centro, Partido Radical, y la derecha, CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, dirigida por Gil Robles, que quería conquistar el poder por medios democráticos y convertir España en una República conservadora), obtuvieron la victoria. El nuevo gobierno lo formó el Partido Radical y lo presidió Lerroux. Este gobierno detuvo las reformas del bienio anterior como la Reforma Agraria, el matrimonio civil y la anulación del concepto de autonomía. Además, excarceló a los militares sublevados en el golpe del General Sanjurjo. Las medidas conservadoras, la entrada de la CEDA en el gobierno y el ascenso de Hitler al poder provocan una reacción de los movimientos obreros. El PSOE y el anarquismo optaron por la vía revolucionaria y decretan una Huelga General Revolucionaria en octubre de 1934. Coincidiendo con esto, Lluís Companys, proclama el Estat Català. La huelga, con seguimiento irregular, triunfa en la cuenca minera de Asturias, Madrid y el País Vasco. La revolución, sofocada por el ejército al mando de Franco en Asturias, deja miles de muertos y detenidos. Además, el gobierno suspende la autonomía de Cataluña y encarcela a la Generalitat.
A partir de octubre de 1934 la situación política en España se polariza hacia la extrema derecha e izquierda.
a. Causas de la Guerra Civil
La victoria del Frente Popular el 12 de febrero de 1936 dio una nueva oportunidad para llevar a cabo el programa reformador del bienio azañista. El primer gobierno, presidido por Casares Quiroga, acelera todo el proceso de reformas. Estas reformas no contentaron a los sectores movilizados contra las injusticias sociales; proletarios y campesinos y tampoco a los sectores establecidos; clases altas y parte de las clases media y la burguesía. El descontento se manifestó en una fuerte conflictividad social, que terminó polarizando a la sociedad.
La crisis de las democracias, el auge de los movimientos totalitarios en Alemania e Italia y el desarrollo del comunismo durante los años 30 influyó en el origen y desarrollo de la Guerra Civil. La derecha española se decanta mayoritariamente por el uso de la fuerza y por el desprecio a la democracia mientras que los movimientos obreros organizan milicias comunistas y socialistas.
Desde el mismo momento en que vence el Frente Popular se producen conspiraciones militares para derribar a la república mediante un golpe de estado militar para defender sus intereses corporativos, de clase y su visión del orden social. La espiral de violencia fue creciendo y a un asesinato se sucedía otro en represalia, como el del teniente republicano Castillo a manos de falangistas y como respuesta, el asesinato del líder monárquico de Renovación Española Calvo Sotelo. Con este último asesinato el golpe se precipita. El proyecto del general Mola era realizar un pronunciamiento militar y converger sobre Madrid para acabar con el Frente Popular. El levantamiento se produce el 18 de julio de 1936, aunque se adelanta en Melilla al 17 de julio de 1936, constituyéndose una Junta militar. La rebelión se extiende a Marruecos en pocas horas. Franco se subleva en Canarias el día 18 y se traslada el día 19 a Tetuán donde asume el mando de las tropas marroquíes. La rebelión fracasa en las principales ciudades y en la mayoría de los centros industriales, abocando al país a una guerra civil.
Primeros meses de la guerra
El bando sublevado se apoyó en los grupos políticos de derechas, falangistas, monárquicos, cedistas y parte de la Lliga Catalana y de los grupos tradicionalmente dominantes; latifundistas y alta burguesía. Contaron con 14.000 oficiales y 150.000 soldados y desde el inicio se organizaron con una Junta de Defensa Nacional. El bando republicano contó con todos los partidos de izquierda, el proletariado urbano, los jornaleros y la pequeña burguesía progresista. Tenían 8.500 oficiales y 160.000 soldados y careció los primeros meses de dirección política y militar debido a la creación de milicias populares sindicales de y partidos de izquierda. Una de las primeras consecuencias de la guerra fue la represión en la retaguardia. En los dos bandos se procedió a la persecución y ejecución de los que se consideraba enemigos contra los partidarios del bando contrario, en la zona sublevada fue institucional y sirvió para vencer la resistencia de la población mediante el terror y en la zona republicana fue una acción revolucionaria incontrolada, aprovechando el vacío de poder y la impunidad.
El desarrollo militar del conflicto
La lucha por Madrid (julio del 36 a marzo del 37)
El objetivo prioritario del bando nacional es la toma de Madrid, atacando desde el norte y desde el sur. Las fuerzas del norte, dirigidas por Mola, no pudieron lograr su objetivo por la lentitud en el avance. Por el sur el ataque dependía de las tropas africanas que contaron con la ayuda de aviones alemanes para cruzar el estrecho. Antes de llegar a Madrid, Franco, que dirigía estas fuerzas, decide desviarse a Toledo para liberar el Alcázar asediado por los republicanos. Tras la victoria en Toledo se dirige a Madrid, pero la ciudad resistió. En la lucha por Madrid cabe destacar la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara.
El frente norte (abril-octubre de 1937)
Ante el fracaso de la toma de Madrid las tropas de Franco conquistan toda la zona norte peninsular (Asturias, Santander y Vizcaya). Participan en esta acción efectivos italianos y la Legión Cóndor alemana que el 26 de abril del 37 bombardea Guernica. Con la pérdida del frente norte la república perdía una zona con abundantes recursos industriales y mineros.