La Constitución de 1876 y la Restauración
La Constitución de 1876, inspirada en la moderada de 1845, fue aprobada durante la Restauración con el partido conservador en el gobierno. Esta retomaba la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes; recogía atribuciones del Rey tales como las de las Constituciones anteriores (inviolabilidad del Rey, poder ejecutivo, designación de ministros, etc.) y además este podía disolver el Congreso y elegir al Senado. Era una Constitución ambigua para permitir el gobierno de diversos partidos, es decir, no regulaba muchos derechos, se remitía a leyes ordinarias y la extensión del sufragio no quedaba recogida. Las Cortes eran bicamerales, con el Senado, del cual una parte era elegido por el Rey, y el Congreso elegido por sufragio.
Los procedimientos para manipular los resultados eran:
- Los funcionarios municipales se convertían en agentes electorales, por lo que las votaciones eran poco transparentes.
- La falsificación del censo con personas que no tenían derecho a voto en ese distrito.
- La compra de votos.
- La violencia a través de grupos armados o de la propia fuerza pública.
- El “pucherazo”, por el que una vez se introdujo en la urna un mazo de papeletas atadas con un hilo.
- En las zonas rurales, se votaba lo que el cacique decía porque era la única forma de sobrevivir.
La Constitución de 1869 y el Reinado de Amadeo I
La Constitución de 1869 fue proclamada durante el Gobierno Provisional y es la más progresista que España había tenido hasta el momento. Esta recogía la soberanía nacional y confirmaba el sufragio universal masculino, contenía una gran declaración de derechos y libertades (libertad de expresión), establecía la monarquía como forma de gobierno, pero limitaba el poder del rey.
Amadeo I fue coronado rey en 1871, pero al subir al poder muere su valedor Prim. A partir de aquí tuvo que enfrentarse a varios problemas:
- Los moderados se opusieron por su fidelidad a los Borbones y empezaron a preparar la candidatura del hijo de Isabel II.
- La Iglesia está en contra del nuevo régimen por un decreto que les obligó a jurar la Constitución de 1869.
- La burguesía se fue oponiendo al monarca, conforme vio peligrar sus intereses.
- Los republicanos no lo apoyaban.
- El carlismo, con la llegada de Amadeo, vuelve a tomar sus armas para proponer a su candidato.
- Se inicia la guerra de Cuba.
La Revolución de 1868 supuso el establecimiento de una monarquía democrática por la Constitución de 1869, siendo elegido en 1870 Amadeo de Saboya. Sin embargo, este rey renunció en 1873, por problemas sociopolíticos. España quedaba entonces con las siguientes características:
- Problemas de Hacienda.
- Ejército con tendencia monárquica.
- I guerra de Cuba.
- Tercera guerra carlista.
- Gran desinterés internacional.
- Una división interna de los republicanos.
La Primera República y la Restauración Borbónica
Un día después de la renuncia de Amadeo, se planteó en las Cortes la votación para una república. Obtuvo una mayoría, como estrategia para dañar más la situación política y hacer posible la vuelta de los Borbones. Por lo que, en febrero de 1873, se proclamó la I República española.
Tras la renuncia de Amadeo, se planteó en las Cortes la votación para una república. Esta obtuvo una mayoría, con la estrategia de dañar aún más la situación política y lograr que reinara Alfonso, hijo de Isabel II. La República se planteó en medio de grandes problemas y una división interna de los republicanos. Con la llegada de esta, se aceleró el conflicto carlista. La Guerra en Cuba continuó sin que los republicanos pudieran intervenir.
La República se estableció en medio de enormes dificultades que generaron inestabilidad y dieron lugar a que hubiera cuatro presidentes en once meses. El último de ellos, Emilio Castelar, suspendió las Cortes y gobernó de manera autoritaria. Castelar fue derrotado el 3 de enero de 1874 y para impedir que se formara un gobierno de centroizquierda, el ejército ocupó los puntos clave de Madrid, y el general Pavía, capitán general de Madrid, entró con las tropas en el Congreso. Disolvió el Parlamento sin apenas resistencia, formando un gobierno dirigido por el general Serrano.
El Gobierno Socialista de Felipe González (1982-1996)
El 27 de agosto de 1982, Calvo Sotelo anuncia la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones. La situación del PSOE era privilegiada:
- Supo ponerse a la cabeza de los descontentos sociales como la entrada en la OTAN.
- Ofrecía una imagen de cohesión interna.
- Su posición de salida estaba avalada por los resultados en las elecciones andaluzas.
- Elabora un programa que renuncia a las definiciones ideológicas y se centra en la justicia, la libertad, la calidad de vida y el cambio.
En las elecciones del 28 de octubre, el PSOE logró mayoría absoluta. El PCE sufrió la concentración de votos en el Partido Socialista. UCD se desplomó, pasando sus votos a Alianza Popular.
Problemas Económicos y Medidas:
El primer problema fue el económico. Pusieron en marcha una política de ajuste que incluyó la reconversión industrial: se cerraron fábricas y se expropió RUMASA a Ruiz Mateos.
Reforma Educativa:
La reforma del sistema educativo fue llevada a cabo por el ministro José María Maravall y se basó en la LODE, que ponía los centros concertados en manos del Estado y la LOGSE, que ampliaba hasta los 16 la escolaridad obligatoria.
Democratización del Ejército:
Tras el intento de golpe de Estado, se imponía la reforma y democratización del ejército. Con Narcís Serra, se dejó claro que el ejército estaba supeditado al poder civil. Para ello se redujeron el número de oficiales, etc.
Entrada en la OTAN y la CEE:
El referéndum de marzo de 1986 sobre la permanencia de España en la OTAN fue importante. El PSOE prometió que si ganaba las elecciones sacaría a España de la OTAN, pero cambió de opinión. Fue importante la incorporación de España en la Comunidad Económica Europea el 1 de enero de 1986, durante el primer mandato de Felipe González.
Fin del Gobierno Socialista:
En 1986, 1989 y 1993, el PSOE ganó las elecciones. El último mandato fue conflictivo debido a casos de corrupción y el asunto del GAL (empresa paraestatal que hizo la guerra sucia contra ETA). Esto unido al desgaste de 14 años de gobierno, hizo que ganara Aznar en las elecciones de 1996.