La Revolución de 1905: El ejército zarista fue derrotado por las tropas japonesas en una guerra motivada por los intentos de expansión de Rusia en Asia. Esta revolución se desencadenó el 9 de enero cuando las masas populares se dirigieron al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del zar, para hacerle llegar sus peticiones. Los manifestantes no pretendían destruir el zarismo, sino denunciar el mal gobierno y forzar el inicio de reformas políticas. Sin embargo, la respuesta de estas autoridades fue una violenta represión, por ello se reconoce a este día como el Domingo Sangriento. Las protestas duraron varios meses; los campesinos y obreros se organizaron en sóviets, creando así un modelo de organización que tuvo gran importancia en el futuro. El zar se vio obligado a hacer algunas concesiones que se recogieron en el Manifiesto Imperial, emitido en octubre de 1905.
Revolución de febrero de 1917: Comenzó tras la manifestación del 23 de febrero en San Petersburgo. El 25 estalló una huelga general y el 26 se produjeron motines en los cuarteles. El 27 de febrero se creó un gobierno provisional en el que el moderado Kerensky era la figura más destacada. Obreros, campesinos y soldados formaron los sóviets por todo el país.
Revolución de octubre de 1917: La estabilidad social y política no pudo ser atajada por el gobierno provisional. Lenin, líder de los bolcheviques, regresó del exilio y en las llamadas Tesis de Abril estableció el programa a seguir. Los bolcheviques prepararon una insurrección popular en julio, pero fracasaron y Lenin tuvo que exiliarse de nuevo. En septiembre, un golpe provisional también se enfrentó a un golpe de estado del sector del ejército más conservador. En octubre, los bolcheviques intentaron de nuevo derrocar al gobierno y esta vez no fracasaron; la caída del gobierno provisional se consumó tras el asalto al Palacio de Invierno.
Guerra civil y comunismo de guerra: A comienzos de 1918, la revolución había triunfado, pero en amplias zonas del país el futuro era incierto. Los partidarios del zarismo y los defensores del sistema político liberal intentaron acabar con la revolución por la fuerza. El país quedó dividido y enfrentado en dos bandos: el Ejército Blanco y el Ejército Rojo. La guerra civil duró 3 años y acabó con la victoria de los bolcheviques, debido a la labor de Trotsky en el Ejército Rojo. Para abastecer el frente y las ciudades durante la guerra, el gobierno adoptó una política económica llamada comunismo de guerra. Lenin rompió con el modelo de estado liberal y lo sustituyó por la dictadura del proletariado. La propuesta más célebre fue la sublevación de los marineros de Kronstadt.
La NEP: La revolución había conseguido sobrevivir, pero con muchas pérdidas materiales y humanas. En 1921 se estableció una nueva política económica (NEP) con el objetivo de reconstruir la maltrecha economía. Se dejó a los agricultores cultivar y cosechar libremente, se autorizó el libre comercio interior y se estableció la propiedad privada de pequeñas y medianas empresas industriales. Estas medidas provocaron el crecimiento de la economía, por lo que la burguesía resurgió.
La URSS: un nuevo estado: En 1922 nació la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En 1923 se elaboró la constitución que delineaba el sistema político del nuevo estado: las repúblicas tenían autonomía en la política interna en materias de organización judicial. Podían abandonar la unión. El órgano supremo legislativo era el Soviet Supremo, que nombraba al Presidium y al Consejo de Comisarios del Pueblo. La organización política era controlada por el partido único, cuyo principal órgano era el Comité Central, dirigido por el Secretario General.
Stalin implanta una dictadura totalitaria: En 1929, Stalin acaparó todos los poderes y utilizó tres medios:
- El culto a la personalidad: Se ensalzaba la imagen de Stalin como gran benefactor.
- Refuerzo del poder del Partido Comunista: Si se quería participar en la vida política de los sóviets, era necesario pertenecer al PCUS.
- El terror: Era la forma de acallar cualquier oposición; el instrumento para llevarlo a cabo fue el NKVD. Las purgas o depuraciones más intensas se desarrollaron entre 1933 y 1939; fueron célebres los juicios de Moscú.
Stalin procedió a un control absoluto de la cultura y estableció una única tendencia oficial: el realismo socialista.
Economía planificada: A partir de 1927, Stalin promovió la idea de que el estado debía planificar la economía. Se creó el Gosplan, organismo encargado del diseño y preparación del plan; cada plan duraba 5 años (planes quinquenales). Todas las actividades económicas quedaron bajo el control del estado y la propiedad privada desapareció.
La colectivización agraria: El primer plan quinquenal estableció la colectivización de la tierra; los propietarios debían renunciar a la propiedad de sus parcelas, que pasarían a ser de la colectividad. La colectivización agraria se organizó a través de dos tipos de explotaciones: los koljoses y los sovjoses. En ambas se potenció el uso de maquinaria y la aplicación de técnicas agrícolas avanzadas.
El desarrollo industrial: La política económica estalinista dio prioridad a la industria pesada y a la producción de energía. El carbón, petróleo y electricidad pronto duplicaron la producción. Se incentivó la productividad mediante diversos métodos, y en este aspecto, la propaganda jugó un papel importante. Se alentó el trabajo en días de descanso y el máximo rendimiento individual mediante el sacrificio desinteresado de los obreros. Los resultados fueron espectaculares y convirtieron a la URSS en una potencia industrial. Sin embargo, también se originaron desequilibrios económicos, ya que se potenció en exceso la fabricación de bienes de equipo y se descuidó la de bienes de consumo, lo que repercutió en el bajo nivel de vida de la población.