Turno de Partidos
El sistema de la Restauración se basó en la alternancia pactada y pacífica entre el Partido Conservador y el Partido Liberal.
Partido Conservador
Liderado por Cánovas, su ideología se basaba en el orden y el catolicismo. Sus bases eran la aristocracia, la alta burguesía, la jerarquía y la Iglesia.
Partido Liberal
Liderado por Sagasta, su ideología se basaba en las reformas sociales y la educación. Sus bases eran la burguesía industrial y comercial y la clase media.
Sagasta consolidó el gobierno gracias a su intensa labor legislativa, promoviendo la Ley de Asociaciones, ampliando las libertades de prensa y la tolerancia con los adversarios políticos, promulgando el Código Civil y restableciendo el sufragio universal masculino.
El modelo alcanzó su máximo esplendor tras la muerte de Alfonso XII, cuando conservadores y liberales firmaron el Pacto del Pardo, acordando el turno de partidos.
Otras Opciones Políticas
A la derecha, estaban los carlistas y el partido de Ramón Nocedal. A la izquierda, los republicanos, socialistas y anarquistas.
El lado más negativo fue la restricción de la participación ciudadana marcada por el fraude electoral, basado en el control de los resultados electorales por parte de los caciques.
El Republicanismo
Los republicanos triunfaron electoralmente en las principales ciudades debido al restablecimiento del sufragio universal masculino. Enfrentaron dos dificultades:
- La división interna entre federalistas, centralistas y posibilistas.
- La parálisis de sus estructuras, predominando la vieja idea insurreccional.
Surgieron nuevos representantes con nuevas ideas, facilitando el restablecimiento de la Unión Republicana. Aparecieron partidos republicanos modernos que planteaban la democratización del país, la superación del caciquismo, la toma de conciencia social y la separación entre Iglesia y Estado:
- El Partido Radical, creado por Lerroux, con estructuras organizativas y prácticas políticas propias de un partido de masas.
- El Partido Reformista, encabezado por Melquíades Álvarez, que agrupó a la mayoría de la intelectualidad crítica y adoptó una postura posibilista.
Nacionalismo Vasco
La derrota carlista y la abolición de los fueros provocaron un estado de opinión que desembocó en la formación del nacionalismo político vasco.
Las primeras manifestaciones de recuperación de la cultura vasca tuvieron lugar en torno al euskera. Diversas iniciativas consolidaron la idea de un pueblo sometido y traicionado por los reyes de Castilla.
Sabino Arana fue el primer ideólogo del nacionalismo vasco, fundando el PNV en 1895. Influido por el darwinismo social, sus posiciones eran racistas y xenófobas. Apoyó el autonomismo.
Tras la muerte de Arana, sus seguidores reorganizaron la estructura del nacionalismo vasco organizando el Euskadi Buru Batzar.
Regeneracionismo Liberal
El modelo regeneracionista liberal tuvo su máxima expresión en José Canalejas. Su proyecto debatía tres cuestiones:
- El avance en políticas sociales, como la sustitución del impuesto de consumos por rentas urbanas, la mejora de las condiciones laborales y la Ley de Reclutamiento.
- La Ley de Mancomunidades, que permitió la creación de la Mancomunidad de Cataluña.
- Los enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado, que llevaron a su separación y a la reforma de la financiación de la Iglesia.
En 1912, Canalejas fue asesinado, truncando el espíritu regeneracionista y abriendo un período de inestabilidad política que derivó en la dictadura de 1923.
Crisis de Marruecos
Tras el Barranco del Lobo, el problema con África quedó aplazado por la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, se creó el nacionalismo marroquí, representado por Mizzian y Abdelkrim.
El ejército español ocupó la zona occidental sin dificultades, pero en la oriental, la precipitada toma de tierras por parte de Silvestre llevó al Desastre de Annual, con miles de víctimas.
La noticia conmocionó a España, que encargó una investigación al general Picasso. Sin embargo, el golpe de estado del general Primo de Rivera impidió su publicación.