Ley Orgánica del Estado
Este texto, escrito durante la dictadura franquista, expone las funciones del jefe de Estado, siendo este, desde finales de la década de los 30, el general Francisco Franco.
En él se especifica que la figura del caudillo personaliza la soberanía nacional, terminología contradictoria a la dictadura impuesta por el mismo. Franco asume la jefatura del movimiento, que se trata del partido único que sustenta y difunde los principios ideológicos del régimen a través de distintas organizaciones pertenecientes a él.
Así mismo, Franco tiene en sus manos el poder ejecutivo, ya que aprueba o sanciona las leyes y se encarga de que se lleven a cabo, también el legislativo, pudiéndose otorgar el indulto en su nombre. Como jefe de Estado, del mismo modo es jefe de los ejércitos de tierra, mar y aire y es el encargado de velar por la seguridad y orden público de España.
Todo esto está recogido en la Ley Orgánica del Estado (LOE) aprobada en 1967 como final de la refundición de las seis leyes fundamentales aprobadas en 1938 y 195(esta ley era un intento de aparentar la existencia de un sistema democrático con el fin de ingresar en la CEE, ya que en la plataforma de Múnich en 1962 se exigía la legitimación democrática para entrar a formar parte de los organismos europeos.
Como se observa en el texto, sigue habiendo una concentración de poderes aunque articula con la división entre la jefatura de Estado y el presidente del Gobierno, para la cual será elegido Carrero Blanco en 1973.
La ley se somete a referéndum y a pesar de que se prohibía la propaganda contraria al voto favorable, su aprobación se convierte en legitimadora del régimen franquista.
Manifiesto de la Junta Democrática
Es un texto de carácter político, escrito por la Junta Democrática, liderada por Santiago Carrillo del PCE. El manifiesto va dirigido a la opinión pública y tiene como finalidad reivindicar el régimen democrático para España de forma pacífica, con derechos y libertades para los ciudadanos.
En cuanto al análisis del texto vemos que en el primer punto se exige la formación de un gobierno provisional que sustituya al régimen franquista y que devuelva a los ciudadanos sus derechos y libertades.
En el segundo punto se pide la amnistía para los presos políticos y sindicatos, ya que el único sindicato permitido era el vertical y el único partido era el Movimiento Nacional.
En el punto tres y cuatro se reivindica la pluralidad política a través de la legalización de todos los partidos.
En el punto quinto y sexto, se reivindican derechos como el de la huelga, reunión y expresión, ya que existía la censura en España.
Otro punto a destacar es que se solicita la independencia y unidad jurisdiccional del poder judicial, ya que la LOE declara que dicho poder lo asume el jefe de Estado.
En el punto ocho, se pedía la no intervención del ejército en la política manteniendo el orden público.
En el punto nueve se solicita el reconocimiento del derecho a los estatutos de autonomía de todas las regiones, ya que había un sistema centralista donde se perseguía el nacionalismo.
En 1962, el 4º congreso celebrado en Múnich del»Movimiento Europe» también reclamó la modernización del país, pero fue en los años setenta cuando la oposición aumentó considerablemente, se creó la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática.
En definitiva, este documento tiene gran importancia actualmente ya que las reivindicaciones que se exigían son las mismas en las que se basa el actual sistema político de España, monarquía parlamentaria.
El Mensaje de la Corona
Este texto es un fragmento del discurso pronunciado por Don Juan Carlos de Borbón ante las Cortes franquistas dos días después de la muerte de Franco. Es el acto en el cual asume la jefatura del Estado a título de rey, hay que recordar que, su padre, Don Juan, no le había cedido todavía los derechos dinásticos. Fue Franco el que le designó como sucesor años antes de su muerte, tal y como recogía la Ley de Sucesión en la Jefatura de Estado.
Cuando es nombrado sucesor asume en su persona: la concentración de los tres poderes y la jefatura del sindicato único y del movimiento. Mismos poderes que tenía Franco.
Don Juan Carlos se refiere al fallecimiento de Franco cuando dice:»En esta hora llena de dolor por los acontecimientos que acabamos de vivir..» Franco fue jefe de Estado en todo momento, hasta su muerte. Don Juan Carlos tomó algunas decisiones de forma interina en momentos determinados, pero no asume hasta este momento la jefatura de Estado.
No se sabía cuáles iban a ser las intenciones del rey y dentro de las Cortes habían 3 posturas principales: inmovilistas, aperturistas y reformistas.
En la ilegalidad y clandestinidad se encontraba la oposición, hay que recordar que estaban prohibidos los partidos políticos y los sindicatos. Algunos de los más importantes son: PCE, partido antifranquista más prestigioso, con una presencia cada vez mayor en CC.OO; en PSOE y UGT, ambos con divisiones internas y del exilio, la oposición moderada representada por Democracia Cristiana a la que se unieron PNV y Unión Democrática de Cataluña. Todos estos partidos y algunos más crean la plataforma unitaria como la Junta Democrática o la Plataforma de Convergencia Democrática.
El objetivo del rey con este discurso es buscar el máximo apoyo posible. Quiere incluir a todos en el proceso de transición. La herramienta que utiliza para buscar ese apoyo son: la amistad, el resaltar que busca el consenso y hace alusión a posibles cambios. Estas alusiones son:
- …reconocimiento de los derechos sociales y económicos…..ejercicio de todas sus libertades…, puede referirse a los derechos vigentes a una nueva legislación con derechos y libertades más amplios.
- Menciona a la Iglesia y al Ejército de forma directa como los pilares fundamentales de la dictadura franquista, para buscar su apoyo.
A pesar de que en este discurso el rey no se define ni especifica sus intenciones, posteriormente avanza hacia el cambio (tal y como querían los reformistas) en los límites de la legalidad y desde dentro del sistema.
En 1976 el presidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda redacta la Ley para la Reforma Política, este proyecto es aprobado por las Cortes y es considerado un suicidio político al ser aprobada la ley que deroga los principios fundamentales del movimiento.
Finalmente es aprobada en 1978 tras someterse a referéndum. Contiene una gran declaración de derechos y libertades políticos, sociales y económicos, y cuyos deberes principales son: defensa de la nación y el pago de impuestos.
Finalmente, Don Juan cedió los derechos dinásticos a su hijo, actual rey de España, justo después de la reforma política, antes de las primeras elecciones.