1. La Monarquía Absoluta
El origen del absolutismo monárquico se encuentra a finales del siglo XV, cuando el modelo político medieval fue sustituido por las monarquías, que concentraban gran cantidad de poder en el rey. En la monarquía absoluta, el poder del monarca era considerado de origen divino, por lo que concentraba en su persona todos los poderes del Estado (Legislativo, Militar y Judicial). La soberanía, entendida como el poder último y principal, era por lo tanto atribuida a los monarcas, que se consideraban reyes por designación divina. Como consecuencia, el absolutismo tenía pocos límites legales. Además, para no depender de la nobleza, los monarcas nombraban a los funcionarios de la Administración y del Ejército, a los que pagaban directamente. Este sistema político hacía que la participación de la mayoría de los súbditos en la vida política fuera prácticamente inexistente, por lo que solo la alta nobleza, a través de los cargos que ocupaba por designación real, poseía cierta influencia política. No obstante, el absolutismo tenía algunas limitaciones, como los privilegios nobiliarios, los Parlamentos locales o la compra de cargos públicos. Existían excepciones significativas, como los casos de Gran Bretaña y Holanda, donde un sistema parlamentario limitaba el poder real.
2. El Antiguo Régimen: La Sociedad Estamental
Socialmente, el Antiguo Régimen era una sociedad estamental:
- La nobleza y el clero: Constituían los estamentos privilegiados.
- El tercer estado: Que incluía a la mayoría de la sociedad, era el estamento no privilegiado, sobre el que recaía el pago de impuestos y se encontraba además sometido a la arbitrariedad del monarca y de los estamentos privilegiados.
2.1. La Nobleza
La aristocracia procedía de la nobleza feudal medieval y tenía una función militar, pues su ocupación tradicional era el ejercicio de las armas. Poseía extensas propiedades de tierras, en las que trabajaba una abundante mano de obra campesina, de la que los privilegiados obtenían sus principales rentas.
Se distinguían:
- Alta nobleza o aristocracia: Poseedora de títulos, extensas propiedades territoriales, altos cargos en la corte y privilegios.
- Baja nobleza: Con un nivel de vida más modesto y unos recursos más escasos.
Ambas gozaban de importantes privilegios, como la exención de tributos y el ejercicio de la mayor parte de los cargos políticos, administrativos y militares del Estado.
2.2. El Estamento Eclesiástico
Constituido por los miembros del Clero. Tenía importantes propiedades territoriales y privilegios fiscales.
Se distinguían:
- Alto clero: Formado por los principales cargos eclesiásticos, procedía de familias nobles que buscaban una ocupación de prestigio para sus hijos.
- Bajo clero: Constituido por sacerdotes y frailes, disfrutaba de un inferior nivel de vida y unas rentas más modestas.
2.3. El Tercer Estado
Era el grupo más numeroso y diverso, pues estaba integrado por todos aquellos que no eran nobles ni clérigos. De él formaban parte comerciantes, burgueses y campesinos acomodados, pero también los grupos más humildes. El campesinado constituía el grupo más numeroso, pues representaba alrededor del 80% del total de la sociedad. La mayoría tenía escasos recursos, y muchos de ellos no poseían tierras, pero sí soportaban diversas obligaciones de carácter señorial, como el pago de ciertos servicios y rentas a los nobles propietarios. Su situación, sin embargo, variaba según las regiones europeas:
- En la mayor parte de Europa Occidental: El campesinado era más o menos libre debido a la progresiva desaparición de las relaciones de vasallaje.
- En cambio, en la Europa Central y Oriental: Gran parte del campesinado seguía sometida a la servidumbre y estaba atada a las tierras de la nobleza y del clero, lo que le hacía soportar numerosas obligaciones señoriales, como trabajar las propiedades del señor o pagarle determinadas rentas.
3. El Antiguo Régimen: La Economía
Economía tradicional y de base rural.
3.1. Las Actividades Agrarias
Las actividades agrarias eran las más importantes, ya que ocupaban al 80% de la población activa, y en algunos países como Rusia era aún mayor. El sistema predominante en Europa era el organizado en openfields. En ellos se cultivaban principalmente cereales. Se trataba de agricultura tradicional y, en general, de baja productividad, en la que las innovaciones tecnológicas eran casi inexistentes. Se lograban rendimientos escasos, de modo que gran parte de la población vivía al límite de la subsistencia y existían hambrunas frecuentemente. Las únicas excepciones a esta agricultura tradicional eran Gran Bretaña y las Provincias Unidas.
3.2. Las Actividades Industriales
También la industria en el siglo XVII seguía siendo artesanal, estaba organizada en gremios, que ejercían un férreo control sobre los pequeños talleres, controlaban los salarios, la cantidad de productos que podían fabricar y los precios de venta. Desde la segunda mitad del siglo empezaron a experimentarse transformaciones para poder progresar. Como consecuencia, el sistema fue entrando en crisis y se vio sustituido por otros modelos de producción.
3.3. Las Actividades Comerciales
- El comercio interior: Se realizaba por caminos, ríos y canales, y se veía dificultado por la lentitud y la inseguridad de las rutas y las aduanas. El más importante era el comercio de granos.
- El comercio exterior: Se realizaba principalmente por mar y estaba controlado por compañías privilegiadas.
6. La Ilustración
6.1. Características
- Valoraba la razón humana.
- Fundamentaba el conocimiento en el sistema newtoniano.
- Era una cultura optimista que creía en la idea del progreso.
- Prestaba gran atención a la educación.
- Adoptaban una postura crítica frente a la sociedad del Antiguo Régimen.
- Defendían el libre pensamiento.
- Era un movimiento reformista.
- Fue un movimiento esencialmente francés.
6.2. La Ilustración y los Ilustrados en Francia
- Montesquieu (1689-1755): Admirador del parlamento británico, en sus Cartas Persas (1721) criticó el orden político y social de la Francia de su época. Su obra más importante fue El espíritu de las leyes (1748), en la que sostuvo la necesidad de la separación de poderes del Estado (ejecutivo, legislativo, judicial) para evitar la tiranía.
- Voltaire (1694-1778): Ensayista y polemista, criticó en sus Cartas inglesas (1734) las instituciones francesas. Su principal obra es Ensayo sobre la historia general y sobre las costumbres y el carácter de las naciones (1756), en la que denunciaba la religión y el poder del clero como los principales males de la sociedad.
- Rousseau (1712-1778): Fue el más radical en sus posiciones políticas, por lo que se vio obligado a exiliarse de Francia. Defendió en sus obras la idea de que el Estado surge de un acuerdo o contrato entre los ciudadanos (el contrato social) y que, por tanto, la soberanía reside en estos. Sostuvo que la sociedad y el Estado son el resultado de la voluntad general y, por consiguiente, que el poder reside en el pueblo.