La globalización desde un punto de vista crítico
Elementos a considerar
En lo económico
La apertura generalizada de los mercados de bienes y capitales que sugiere el fin de los bloques comerciales, tratados regionales e independencia económica de los países pero al mismo tiempo facilita la capacidad de resolver necesidades económicas que actores locales han sido incapaces de satisfacer.La creciente Privatización de los sectores económicos, junto al auge de la empresa multinacional y el decaimiento de empresas y estado nacionales.El aumento de la competencia (economía) que por un lado incrementa la cantidad y calidad de los productos y por el otro amenaza las condiciones de trabajo (incluyendo salarios) y la sobrexplotacion del medio ambienteEl acceso irregulado de los países a los mercados internacionales, lo que por un lado facilita la venta de sus productos y la adquisición de tecnologías y mercancías y promueve empleos y por el otro desproteje los de menor calibre económico y lleva al abandono de intentos organizados de promover progreso y justicia social.
En lo cultural
El intercambio cultural que amenaza una pérdida en la integridad de las culturas o identidades nacionales de los países participantes versus la oportunidad de diversificar y enriquecer las costumbres.Conflicto entre la concepciones de la cultura como «civilización» o ‘Alta Cultura’ versus la extensión de la «Cultura del Hombre Común» o cultura popular)La posibilidad del reflorecimiento de culturas regionales o folclóricas y valores individuales versus la homogenización producto de la masificación e internacionalización de los mediosEl reforzamiento de una conciencia de «comunidad humana» versus la adquisición acritica de elementos culturales de sociedades dominantes.Posible sobrevaloracion de lo material por sobre lo social o moral versus la satisfacción de necesidades materiales mínimas de amplios sectores.
En lo político
El posible decaimiento del nacionalismo y surgimiento del internacionalismoEl poder político de empresas sobre los países.La generalización de la democracia y el estado de derecho como formas de gobierno predominantes a nivel mundial versus el resurgimiento de áreas y periodos de profunda inestabilidad política debido, por un lado, a la perdida de poder por parte de los gobiernos (produciendo los llamados estados fallados) y, por el otro, al rechazo a lo que se ve como concepciones occidentales de hacer política.La disminución paulatina en los controles migratorios, que puede llevar a la perdidad de los sectores más innovadores (ver fuga de cerebros) y la ‘invasión’ de élites empresariales internacionales en países pobres.
Consideración necesaria
La globalización es un fenómeno complejo, no debería ser sorpresa por lo tanto que provoque diferentes reacciones entre diferentes individuos o grupos. Para algunos, como el senador canadiense, amenaza la estructura misma de la «Nación estado» y el concepto moderno de democracia mientras que para otros, tales como los partidarios del Islamismo político, busca imponer estructuras políticas no islámicas (es decir, la democracia) sobre países que lo rechazan. Para otros, amenaza la identidad nacional mientras que otros -por ejemplo Mario Vargas Llosa[32] ven esa identidad como una construcción impuesta que busca obliterar diferencias individuales y culturas locales en aras de una unidad artificial. Aun otros ven el proceso como simplemente una continuación o incluso agudizacion de procesos explotativos, resultado directo del neocolonialismo capitalista, mientras para otros amenaza el fin de esa predominancia.[33] Para algunos, promete una nueva era de riquezas para todos, para otros, tales como Eduardo Galeano es la seducción de un consumismo que arruinará económica y moralmente a la mayoria[34] (comparar también con la posición de la Iglesia católica[35] )
Antes de hacer una crítica es necesario considerar un aspecto fundamental: la diferencia entre lo que los apoyadores del proceso proponen y la manera que esas propuestas han sido o están siendo implementada. . El libre comercio de la globalización no sólo se refiere al libre movimiento de capitales sino que también al libre movimiento de bienes y personas. Por lo tanto los globalistas consideran inaceptable, como se ha visto, las barreras aduaneras y tratos preferenciales que los países desarrollados imponen o practican cuando así les conviene. Las mismas objeciones se aplican a las barreras de todo tipo a la migración y movimiento de los trabajadores: como pueden los recursos ser alocados racionalmente o las sociedades derivar el máximo de beneficio del sistema cuando se imponen condiciones que son últimamente irracionales en términos económicos? Parafrazeando el criticismo que se hacia del marxismo, se podría decir que la globalización solo funciona bien en teoría.
Igualmente complicado es el análisis de algunos de los fenómenos que acompañan al proceso. Por ejemplo, Bernard-Henri Lévy, un intelectual frances ha escrito recientemente, en The Guardian un influyente periódico liberal de izquierda inglés, en respuesta a un artículo en el New York Times que proclamo que la cultura francesa carece de importancia en el mundo moderno, que el artículo es más revelatorio de la situación en EEUU que en Francia. Aceptando que la cultura francesa no tiene estos días la importancia que tenia, por ejemplo, antes de las guerras mundiales y que de hecho la cultura de EEUU es en el presente la dominante, el alega que «el artículo no reflejaría la situación de la cultura francesa sin que reflejara la realidad de todas las culturas que una ves fueron dominantes y que más tarde o más temprano ven decaer esa dominación. Ese artículo es realmente acerca de los EEUU y lo que sucederá cuando el poder creciente del Castellano, Chino y quizás otros idiomas asiáticos signifiquen que el anglo-americano no sea el idioma de la formula y de la traducción universal» Bernard-Henri Lévy encuentra que el artículo es menos acerca de Francia que «un reflejo salvaje del estado de la cultura norteamericana misma» con sus artistas e intelectuales olvidados y marginados, que debieron y deben luchar para «hacerse escuchar en una sociedad que, como todas, esta diseñada para resistir su emergencia».[36]
Esbozo de criticas
Dado lo anterior, es necesario aclarar que este esbozo es principalmente al proceso tal cual ha sido implementado, el llamado Consenso de Washington especialmente como se expresan en las recomendaciones y prácticas del FMI y BM entre otros.
Una primera crítica viene desde los teóricos de la globalización misma. Como se ha visto, estos se oponen a las barreras y trabas al movimiento tanto de bienes como de personas que los gobiernos que dicen seguir las políticas globalización imponen sobre los productos y personas de otros países. Igualmente cuestionable son las subvenciones y otras medidas proteccionistas que esos países utilizan. En ese sentido, se ha afirmado que las instituciones del «Consenso» están al servicio de sus accionistas mayores (es decir, EEUU) y no al de quienes fue creado para beneficiar.[37]
Otra crítica que se puede aducir es que si aceptamos la sugerencia de los proponentes de la globalización que tanto la democracia como el capitalismo fueron las fuentes de la prosperidad económica de los países desarrollados, sigue que el rol que el estado ejerció a nivel nacional en la emergencia de esa prosperidad necesita ser replicado no sólo al nivel de los países que se integren al sistema[38] sino también al internacional[39] y[40] Incluso algunos proponentes de la globalización reconocen esto[41] (a pesar que se argumenta que la la democracia por sí misma no promueve el crecimiento económico[42] cabe considerar que el origen de los presentes niveles de Desarrollo económico y Bienestar social en ciertos países se debe a consideraciones políticas que se hacen urgentes con la expansión y profundizacion de la democracia -ver «Origines y Evolución» en Estado de bienestar– Quizás se puede sugerir que si bien la mera democracia no produce prosperidad, una vez que se ambas se hacen presentes crean un sistema de retroalimentación positiva)[43][44][45]
Una tercera crítica, esta vez de oponentes al proceso, sugiere que sus proponentes se han y están, por un lado, apropiándose de los resultados de la acciones de terceros y por el otro, malinterpretando los hechos -incluyendo el distorsionar los datos estadísticos básicos[46] – a fin de propagar sus ideas:[47][48]a) La especialista en materias de desarrollo, Dra Amsden, apunta por ejemplo que -en América Latina- comparando los períodos de 1950 al 1980 y de 1980 al 2000, todos los países crecían más rápido antes del Consenso de Washington (antes de 1980) que después de ese año.[49]
b) Los avances, por ejemplo, en los derechos de las mujeres, disminución en la mortalidad infantil, incremento en las tasas de educación, etc, no se deben a la globalización sino a la acción muchas veces estatal y en otras a grupos ciudadanos organizados ya sea en sindicatos u ONGs que han tenido que luchar duramente, y contra las mismas fuerzas que ahora proclaman esos logros, para obtenerlos. En otras palabras, los avances han sido en su mayoría resultado de propuestas y activismo ciudadano[50] o políticas estatales, no a la adopción de las políticas del Consenso.[51]Como ejemplo de lo anterior, el Consejo Nacional de Organizaciones Voluntarias del Reino Unido[52] en su informe del año 2007 indica que el público de ese país dono en ese año la cantidad aproximada de 9 mil quinientos millones de libras esterlinas (aproximadamente 19 mil millones de dolares)[53] para diversos programas de ayuda a través de ONGs, muchas de las cuales se concentran en programas de acción ambiental y programas para disminuir la pobreza, especialmente en África. Contrástese esas figuras con las de la ayuda oficial de distintos gobiernos, dada más arriba. Para un ejemplo del tipo de organizaciones envueltas y sus actividades, ver Oxfam y[54]
c) Las disminuciones más notables en las tasas de pobreza absoluta han tenido lugar en países tales como India y China, que no han seguido las políticas del consenso de Washington: a pesar que se han integrado al mercado mundial, no han privatizado ni desregulado masivamente sus economías. En países que han seguido fielmente las recetas del FMI y BM, tales como los de Latinoamérica y Africa, ese decrecimiento ha sido ya sea mucho menor o incluso negativo. (nótese que en la tabla más arriba se considera integración al mercado internacional, no adherencia a las políticas del FMI, etc)[55]
En adición, se puede mencionar que la disminución en las tasas de pobreza relativa en países que aplican las políticas del FMI no parece estar lográndose gracias a la disminución de los extremos en la distribución del ingreso, sino gracias a la pérdida de ingresos de las clases asalariadas de países industrializados y la pauperización de las clases medias,[56] especialmente en países desarrollados y de ingresos medios, tales como los de América latina.[57] quienes se encuentran ahora desprovistos de los sistemas de seguridad y apoyo que gozaban, por ejemplo, en educación, medicina, seguros, pensiones de jubilación y otros servicos estatales, etc. La concentración de propiedad a nivel mundial continúa y se acentúa, lo que no debería ser sorpresa, ya que en la segunda mitad de la década del noventa del siglo pasado algunos estudiantes de las políticas del desarrollo -por ejemplo, Michael P Todaro «Economic Development»- advertían que la presencia de empresas multinacionales en países en desarrollo podría resultar en el empobrecimiento a largo plazo de esos países debido al desplazamiento de empresas locales, la desviación de recursos locales a fin de servir mercados mas lucrativos en otras regiones y la exportación de ganancias, etc.[58]
Las políticas tanto del Consenso de Washington como del resto de los proponentes de la globalización sugieren que seria posible lograr niveles de prosperidad económica a nivel mundial similares a los que se ven en Europa o EEUU. Esta presuncion es cuestionable, especialmente desde un punto de vista ecológico[59] (ver: Los límites del crecimiento)
El Consenso de Washington
En noviembre de 1989 el economista estadounidense John Williamson incluyó en un documento de trabajo una lista de diez políticas que consideraba más o menos aceptadas por los grupos económicos con sede en Washington y lo tituló el Consenso de Washington. Con los años se convirtió en el programa de la globalización.
- Disciplina fiscal
- Reordenamiento de las prioridades del gasto público
- Reforma Impositiva
- Liberalización de las tasas de interés
- Una tasa de cambio competitiva
- Liberalización del comercio internacional (trade liberalization)
- Liberalización de la entrada de inversiones extranjeras directas
- Privatización
Creación de la OMC
La creación en 1995 de la Organización Mundial de Comercio (OMC) es uno de los momentos decisivos de la globalización. Por estar integrada por la mayoría de los países de la población mundial: propiedad intelectual, regulación de empresas y capitales, subsidios, tratados de libre comercio y de integración económica, régimen de servicios comerciales (especialmente educación y salud), etc.
Crisis económicas: tequila, dragón, vodka, samba, tango
La velocidad y libertad alcanzada por los capitales para entrar y salir de países y empresas está asociada a una serie de crisis eco-financieras locales de impacto global. La primera de la serie se produjo en México en 1994/1995 y su impacto global se conoció como efecto Tequila. Con posterioridad se produjeron la crisis asiática en 1995/1997 (efecto Dragón), la crisis rusa en 1998 (efecto Vodka), la crisis brasileña en 1998/1999 (efecto Samba) y la crisis argentina en 2001/2002 (efecto Tango).
Las reiteradas crisis económicas ha generado una amplia discusión sobre el papel desempeñado por el Fondo Monetario Internacional.
Detención de Pinochet y creación de la Corte Penal Internacional
En octubre de 1998 el ex-dictador de Chile, Augusto Pinochet, fue detenido en Londres acusado en España por tortura y terrorismo. El 24 de marzo de 1999 el Tribunal de los Lores del Reino Unido resolvió que Pinochet podía ser extraditado, aunque finalmente la extradición no fue completada debido a la supuesta demencia del comandante. El hecho es destacado como un punto de inflexión en la globalización de los derechos humanos.
Simultáneamente en 1998 se firmó el Estatuto de Roma creando la Corte Penal Internacional, que entró en vigor el 1 de julio de 2002 luego de alcanzar la cantidad de ratificaciones necesarias. En 2003 la Corte penal Internacional quedó constituida. El principal problema para el funcionamiento de la misma es la posición de los Estados Unidos, opuesto a su jurisdicción.
Ingreso de China en la OMC
En 2001 (Ronda de Doha) y después de 15 años de duras negociaciones, China ingresó en la OMC. De este modo el país más poblado del mundo (22% de la Humanidad), quinta economía mundial y la de mayor crecimiento en los últimos 30 años, se incorporó plenamente al mercado mundial. Los enormes desplazamientos de capital y trabajo que está causando la economía china, así como las consecuencias para el sistema mundial que tendrá la vinculación de una gigantesca y pujante economía de » mercado socialista» (ver también socialismo de mercado) con el sistema capitalista mundial, son discutidas apasionadamente por los estudiosos de todo el mundo. Existe sin embargo un amplio consenso de que China, y su creciente liderazgo económico en Asia, está impulsando un proceso histórico que será determinante en el curso del siglo XXI y la orientación de la globalización mundial.
El 11 de septiembre de 2001
Los atentados del 11 de septiembre de 2001, contra el Centro Mundial de Comercio (World Trade Center) de Nueva York y el Pentágono, transmitidos en vivo y en directo por las cadenas globales de televisión a toda la Humanidad, adquirieron una significación mundial.
A partir de ese momento, la lucha contra el terrorismo internacional y la defensa de la seguridad nacional de los Estados Unidos, adquirirá una jerarquía prioritaria en la agenda global, propondrá la necesidad de restringir los derechos humanos para garantizar la seguridad, y reinstalará el valor del Estado.
Sin embargo, es necesario remarcar el impacto en la comunidad internacional de este fenómeno, que repercutió a nivel global de manera casi inmediata, iniciando acciones como la Invasión de Afganistán o el cierre de Fronteras de Estados Unidos y La Unión Europea.
La quiebra de Enron y la burbuja de la «nueva» economía
El 2 de diciembre de 2001 la quiebra de la empresa Enron sacudió al mundo económico: pocos meses antes la revista Fortune había premiado a la empresa como la más creativa de los últimos cinco años, y había asegurado que tendría un crecimiento continuo durante toda la década.
Los actos criminales en perjuicio de accionistas, trabajadores y la comunidad puso en cuestión todo el sistema de desregulación que caracterizó a la globalización y dio un gran impulso a la idea de responsabilidad social empresaria (RSE).
Las revueltas en París y las migraciones
En los disturbios de Francia de 2005, en noviembre, miles de jóvenes franceses, hijos de inmigrantes provenientes del norte de África, protagonizaron durante dos semanas una revuelta que tuvo su sello en la quema de miles de automóviles en París. En la región de París, más de la mitad de la población menor de 15 años, es originaria de África, lo que ha dado un vuelco a la cultura de la zona en menos de una generación.
El acontecimiento sorprendió al mundo y puso sobre el tapete la cuestión de las migraciones internacionales y las desigualdades sociales y territoriales en la globalización.
El Foro Económico Mundial, también conocido como Foro de Davos, es una fundación privada creada en 1971 con la misión de reunir anualmente en el monte Davos de Suiza a los principales líderes económicos europeos. A partir de 1991 se transforma en la reunión cumbre de los líderes políticos y empresarios más poderosos del mundo. Es uno de los principales centros estratégicos de la globalización. Tiene su sede en Ginebra y está supervisado por el gobierno suizo.
Fukuyama y El fin de la historia
En julio-septiembre de 1989 el economista político estadounidense Francis Fukuyama publica un artículo titulado El fin de la Historia, donde sostiene que «lo que podríamos estar viendo no es sólo el fin de la Guerra Fría, o de un particular período de post-guerra, sino el fin de la historia como tal: esto es, el punto final de la evolución histórica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano». El escritor, el artículo y sobre todo la frase de su título van a ser un constante punto de referencia a favor y en contra de la globalización. Sin embargo, desde un punto de vista histórico, y partiendo de la base que el motor de la historia son los conflictos, Fukuyama cae en un error otorgándole la categoría de «victoria total o planetaria» a un período que sólo significa la profundización, en mayor escala que antes, del sistema capitalista. Poco tiempo tardó la «historia» en demostrarle a Fukuyama su error: la insurrección del EZLN al sur de México (1994), las protestas multitudinarias en todo el mundo cora la globalización, el alzamiento del MST en Brasil, entre muchas otras, demostraron que, en ese sentido, la «historia» sigue gozando de «buena salud».