El Triunfo del Nacionalismo en Europa
El Nacimiento del Nacionalismo
En la Edad Media y Moderna, el término «nación» se refería a un grupo de personas nacidas en un mismo lugar y bajo el poder de un mismo monarca. Sin embargo, en el siglo XIX, el término adquirió una dimensión política, y muchos comenzaron a reclamar que las fronteras de los Estados coincidieran con las fronteras raciales, lingüísticas e históricas.
Concepciones del Nacionalismo
Desde sus orígenes, hubo dos concepciones distintas del nacionalismo:
- Concepción cultural (románticos alemanes): La nación es un ser vivo con una cultura, lengua e historia comunes, y tiene derecho a organizarse como Estado soberano.
- Concepción política (teóricos franceses): La nación se forma por la decisión voluntaria de un conjunto de personas, y lo que caracteriza a sus ciudadanos es compartir leyes, derechos y deberes, no una cultura.
Políticas Nacionalizadoras y Movimientos Nacionalistas
Estas ideologías dieron lugar a dos procesos: los Estados implementaron políticas nacionalizadoras, mientras que muchos pueblos lucharon por convertirse en Estados (movimientos nacionalistas).
La Política Nacionalizadora de los Estados
Los Estados del siglo XIX buscaban desarrollar el sentimiento nacional y la cohesión de sus habitantes. La educación promovió el uso de una lengua nacional, se desarrollaron tradiciones, banderas e himnos, y las competiciones deportivas fomentaron el amor por el país. Este patriotismo exacerbado a menudo iba acompañado de odio hacia otros países, vistos como amenazas.
Movimientos Nacionalistas Disgregadores
Algunos movimientos nacionalistas llevaron a la disgregación de entidades políticas existentes, como la separación de Bélgica de los Países Bajos.
Movimientos Nacionalistas Unificadores: Italia y Alemania
Otros movimientos nacionalistas condujeron a la unión de poblaciones divididas, como en el caso de Italia y Alemania.
- Italia: Unificada bajo el liderazgo de Piamonte en 1861, gracias a la existencia de una lengua común.
- Alemania: Unificada bajo el liderazgo de Prusia, acelerada por la vía militar a partir de 1862, dando lugar al Imperio Alemán en 1871.
La Construcción de una Nación: Estados Unidos
Expansión hacia el Oeste
Entre 1800 y 1850, la población de Estados Unidos se multiplicó por cinco, gracias a la inmigración y la incorporación de nuevos territorios (Luisiana, Florida, Oregón, Texas, Nuevo México y California).
El Problema de la Esclavitud y la Guerra de Secesión
La Constitución dejaba la abolición de la esclavitud en manos de cada Estado. Los estados del norte y el oeste la habían abolido, mientras que los del sur la mantenían como base de sus economías agrícolas. El enfrentamiento entre estados abolicionistas y esclavistas se intensificó a mediados del siglo XIX.
En 1860, Abraham Lincoln fue elegido presidente y se opuso a la extensión de la esclavitud. Once estados del sur se separaron y crearon una confederación. El presidente Lincoln y el Congreso de Estados Unidos se propusieron someterlos por la fuerza.
La Guerra de Secesión duró cuatro años y terminó con la victoria del norte. Fue una guerra destructiva, con medio millón de muertos y territorios arrasados.
La Reconstrucción
El período posterior a la guerra fue de gran prosperidad económica y desarrollo industrial. La esclavitud fue abolida, pero el sur suprimió las leyes favorables a la población negra tras la retirada del ejército del norte.
En este período, la vida política comenzó a organizarse en torno a dos partidos: los republicanos y los demócratas, que perduran hasta hoy.