El Siglo XVII Español: Decadencia y Esplendor bajo los Últimos Austrias

Felipe III

Heredero de un gran imperio y un país agotado por las continuas guerras y la crisis económica, Felipe III llevó una política de pacificación con Inglaterra y Francia y una tregua (12 años) con los Países Bajos. Fue el primero en usar un Valido, ministro designado por el rey que realizaba las acciones de gobierno, siendo el Duque de Lerma el primero en ocupar este cargo.

En 1609, se decretó la expulsión de los moriscos, acusados de mantener su religión y prestar ayuda a los piratas berberiscos. Entre 150.000 y 300.000 moros se marcharon al norte de África, lo que tuvo graves consecuencias económicas y demográficas, especialmente en Aragón y Valencia, donde muchas tierras dejaron de ser cultivadas, haciendo perder a los nobles numerosas rentas.

Felipe IV

Felipe IV delegó su gobierno al Conde Duque de Olivares, hombre ambicioso con el que España entró en una política exterior más agresiva. Esto llevó a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) contra Francia y Holanda, que comenzó en Centroeuropa por causas religiosas y que involucró numerosas alianzas. España entró en la guerra por afinidad con el Emperador Alemán y por la defensa del catolicismo frente al protestantismo.

Durante los primeros años se sucedieron éxitos (Batalla de Breda), pero se hicieron habituales las derrotas (Batalla de Rocroi). La guerra finalizó con la Paz de Westfalia (1648), un gran fracaso para la familia de los Austrias (los Habsburgo) que supuso la hegemonía francesa en Europa. España reconoció la independencia de Holanda y se afirmó el protestantismo en el continente. España continuó su guerra con Francia durante 11 años más, finalizando con la Paz de los Pirineos (1659), en la que España perdió el Rosellón y algunas zonas de los Países Bajos.

Carlos II

Tras la muerte de Felipe IV, su madre Mariana de Austria asumió la regencia hasta la mayoría de edad de Carlos II. Su valido fue Nithard. Carlos II fue un rey débil y de mala salud física, incapaz de asumir el poder. Se sucedieron numerosas guerras con Francia en las que se impuso aún más la hegemonía francesa.

Al no tener descendencia, se plantearon dos candidatos para sucederle: Felipe de Anjou, apoyado por Francia y Castilla, y el Archiduque Carlos de Austria, apoyado por Aragón, Austria, Inglaterra, Países Bajos y Dinamarca. Esta disputa daría lugar a la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), aunque Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou, que se convertiría en Felipe V.

El Ocaso del Imperio Español

El siglo XVII estuvo marcado por el debilitamiento político-militar de España y la pérdida de la hegemonía europea a favor de Francia. La política pacifista de Felipe III supuso para los enemigos de la corona un periodo de rearme y consolidación de posiciones. Con Felipe IV, la recuperación militar se vio truncada por la Guerra de los Treinta Años y las derrotas en la Paz de Westfalia y de los Pirineos. Con Carlos II, la decadencia fue imparable, perdiendo numerosos territorios en Europa como Holanda, algunas zonas de los Países Bajos, el Franco Condado y el Rosellón, anticipándose a la pérdida de todos los territorios españoles en Europa tras la Guerra de Sucesión.

Causas de la Decadencia

  • Agotamiento de los recursos económicos y humanos de la Corona de Castilla por el esfuerzo de mantener el imperio.
  • Disminución de las tropas que mantenía la monarquía en Europa provocada por la crisis económica (menos ingresos y menor llegada de metales preciosos).
  • Mayor dinamismo económico de países como Francia o Inglaterra.
  • Debilidad de los reyes, que delegaron el poder en validos que buscaban su interés personal.

Gobierno de Válidos y Conflictos Internos

Los validos de Felipe III (Duque de Lerma) y Felipe IV (Conde Duque de Olivares) prescindieron de los consejos reales y establecieron juntas constituidas por nobles. Esto provocó conflictos internos, principalmente durante el reinado de Felipe IV debido a la política centralista del Conde Duque de Olivares, cuyos objetivos eran imponer el modelo de organización política de Castilla en el resto de territorios de la monarquía e intentar distribuir los gastos del imperio entre todos.

Olivares diseñó la Unión de Armas, por la cual cada territorio debía enviar un número de hombres pagados y equipados, imponiendo los mismos impuestos que en Castilla. Las Coronas de Aragón y Portugal rechazaron esta medida, produciéndose un choque entre centralismo y foralismo (fueros).

Revueltas

  • Cataluña: Los abusos de los soldados castellanos que luchaban en la frontera fueron el detonante del Corpus de Sangre (1640), en el que los sublevados dieron muerte al virrey. Se produjo una separación que duró 12 años, en los que los catalanes contaron con el apoyo francés. Esto les llevó a una mala situación económica y acabaron rindiéndose en el asedio de Barcelona (1652).
  • Portugal: Las medidas centralistas de Olivares fueron impopulares en Portugal, y los portugueses acabaron proclamando a su propio rey en 1640, separándose de la monarquía hispánica. La debilidad militar española, inmersa en varios conflictos, facilitó la independencia portuguesa.
  • Nápoles y Sicilia: En 1647 estalló una revuelta, no independentista, pero contraria a la Unión de Armas y a la subida de impuestos. La revuelta, liderada por Masaniello, gritaba:»¡Viva el rey y abajo los impuestos y el mal gobierno». Las autoridades españolas lograron controlar la situación.
  • Andalucía y Aragón: Aparecieron movimientos independentistas liderados por el Duque de Medina Sidonia y el Duque de Híjar, respectivamente. Aunque no prosperaron, reflejaban el malestar social y la debilidad de la monarquía.

Evolución Económica y Social. El Siglo de Oro

Economía

  • Demografía: Descenso de la población de 8 millones a 7 millones de habitantes, causado por las epidemias, las malas cosechas y la expulsión de los moriscos.
  • Agricultura: Abandono de muchas tierras y descenso de la producción, causado por los problemas demográficos y los cambios en los cultivos (introducción del maíz en el Cantábrico y sustitución de cereales por vid y olivo en otras zonas).
  • Industria: Menor demanda, población y recursos. Los productos españoles fueron sustituidos por otros de mayor calidad procedentes de otros países europeos.
  • Comercio: Disminución de la llegada de oro y plata por el agotamiento de las minas americanas, la falta de mano de obra y la piratería.
  • Hacienda: El Estado aumentó los impuestos, emitió moneda y vendió tierras y títulos de nobleza para intentar paliar la crisis.

Sociedad

  • Crecimiento de los grupos privilegiados (nobleza y clero) por la compra de títulos y el aumento del número de religiosos. Esto supuso una mayor presión fiscal para el pueblo llano, que tenía que sostener a los privilegiados.
  • La baja nobleza sufrió la crisis al ver recortadas sus limitadas rentas y aumentar los precios.
  • Muchos burgueses adquirieron títulos nobiliarios, ya que resultaba más cómodo vivir de las rentas que del comercio o la industria.
  • Aumento de la pobreza y la mendicidad. Se sucedieron numerosas revueltas populares por el hambre y los impuestos.

Cultura. El Siglo de Oro

El siglo XVII fue una época de esplendor cultural en España, conocido como el Siglo de Oro. Esta época de brillantez cultural contrastaba con la decadencia política y económica. La ciencia, sin embargo, se vio limitada por la persecución de la Inquisición.

Literatura

La literatura española del Siglo de Oro tuvo una gran importancia. A principios de siglo, Miguel de Cervantes publicó su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha (1605). El teatro alcanzó su máximo esplendor con dramaturgos como Lope de Vega y Calderón de la Barca. En poesía, la complejidad de Luis de Góngora contrastaba con la sencillez de Francisco de Quevedo.

Arte

El estilo artístico predominante fue el Barroco, ligado a la Contrarreforma y centrado en la temática religiosa.

  • Arquitectura: Gran ornamentación con tendencias al exceso, como el estilo churrigueresco.
  • Escultura: Naturalismo, búsqueda del movimiento y de la expresividad del rostro. Predominio de la escultura religiosa en madera policromada.
  • Pintura: Complejidad de las composiciones, búsqueda del movimiento e interés por la luz. El pintor más relevante fue Diego Velázquez, seguido de Bartolomé Esteban Murillo y José de Ribera.

En definitiva, el siglo XVII en España fue una época de contrastes, con una profunda crisis política y económica que coincidió con un periodo de gran esplendor cultural.

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