La Segunda República Española: Reformas y Conflictos (1931-1936)

La Proclamación de la República y el Periodo Constituyente

Las elecciones municipales de abril de 1931 dieron un vuelco a la situación política española. Las fuerzas políticas y la opinión pública eran conscientes de que las elecciones se convirtieron en un plebiscito sobre la continuidad de la monarquía. Los diputados electos formaron las nuevas Cortes republicanas y el ejecutivo quedó en manos de la coalición vencedora que ratificó en sus cargos al jefe del gobierno, Niceto Alcalá Zamora.

La Constitución de 1931

Las Cortes elaboraron un proyecto que fue aprobado en 1931. La constitución del 31 tenía carácter democrático y progresista, donde se define a España como una república de trabajadores de todas las clases que se organiza en un régimen de libertad y justicia y se establece que todos los poderes emanan del pueblo.

La Constitución agrupaba:

  • El estado se configuraba de forma integral.
  • El poder ejecutivo recaía en el gobierno formado por el consejo de ministros y el jefe del gobierno.
  • El poder judicial se confiaba a unos jueces independientes.

La Constitución incluía una amplia declaración de derechos y libertades. Garantizaba la igualdad, la importancia por la educación, reconocía la facultad del gobierno de expropiar bienes de utilidad y concedía el voto a la mujer. El Estado era laico, no declaraba ninguna religión como oficial y reconocía el matrimonio civil y el divorcio.

Tensiones con la Iglesia Católica

La Constitución fue aprobada por mayoría, existían discrepancias entre izquierda y derecha. La aprobación de los artículos religiosos provocó la dimisión de los sectores católicos del gobierno y Manuel Azaña pasó a ser el presidente del Gobierno provisional.

Uno de los primeros objetivos de la república fue limitar la influencia de la iglesia y secularizar la sociedad española. Se prohibió la religión en la educación. El proceso se completó con la Ley de Congregaciones que limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y previó la posibilidad de su disolución en caso de peligro para el Estado.

El resurgimiento de los viejos movimientos populares anticlericales incendiaron conventos y edificios religiosos. La jerarquía eclesiástica no dudó en mostrar su antagonismo hacia la república y en movilizar a los católicos en su contra. La actitud del cardenal Segura provocó que el gobierno optase por una medida de fuerza y dictase su expulsión del territorio español.

Reforma del Ejército

Manuel Azaña impulsó una reforma que pretendía crear un ejército profesional y democrático. Se promulgó la ley del retiro de la oficialidad que establecía que todos los oficiales en activo debían prometer su adhesión a la república, pero se les daba la posibilidad de retirarse con el sueldo íntegro si así lo deseaban. Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la república. La reforma tuvo resultados limitados.

Reforma Agraria

La reforma de la agricultura pretendía poner fin al predominio del latifundismo y mejorar la situación de los campesinos sin tierra y a los arrendatarios. Fijaron la jornada laboral de 8 horas y determinaron el establecimiento de los salarios mínimos. Se elaboró una ley de Reforma Agraria con el objetivo de la modernización de la agricultura. La ley permitía la expropiación sin indemnización de las tierras de una parte de la nobleza. La aplicación de esta ley se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria.

Los resultados de la reforma fueron escasos. La aplicación de la ley originó un aumento de la tensión social. Los propietarios se opusieron a la reforma y los campesinos, decepcionados con los resultados, se orientaron hacia posturas aún más revolucionarias.

El Problema de las Autonomías

Cataluña

En Cataluña, Francesc Macià (Presidente de Esquerra Republicana) proclamó la república catalana. Esto era un problema ya que el Pacto de San Sebastián dictaba que debía ser la constitución la que dictase el nuevo tipo de Estado. Se anuló esta decisión y se formó la Generalitat, que elaboraría el Estatuto de Autonomía. Una comisión quedó encargada de redactar el estatuto (Estatuto de Núria). La aprobación del estatuto contó con la oposición de la derecha y de algunos sectores republicanos pero gracias a Manuel Azaña, fue aprobada. Las primeras elecciones en Cataluña dieron la victoria a Esquerra Republicana y Macià fue elegido presidente de la Generalitat.

País Vasco

En el País Vasco, nacionalistas del PNV y carlistas aprobaron el Estatuto de Estella, pero su aprobación se retrasó debido a las oposiciones. En 1936 se aprobó un estatuto y José Antonio Aguirre fue elegido primer lehendakari.

Galicia

En Galicia se sometió a plebiscito un proyecto de estatuto que no llegó a ser aprobado.

Reforma de la Enseñanza

Otra reforma importante fue la de la enseñanza; cuyo objetivo primordial era promover una educación liberal y laica. Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. Los dirigentes republicanos querían mejorar el nivel cultural y con el apoyo de intelectuales y artistas promovieron campañas culturales destinadas a los sectores más humildes. Las misiones pedagógicas llevaban a las zonas rurales bibliotecas, cines, etc.

Reformas Laborales

Francisco Largo Caballero inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales (Ley de Contratos de Trabajo) y (Ley de Jurados Mixtos). Estas medidas provocaron la irritación de las organizaciones patronales que se opusieron a su promulgación y consiguieron frenar algunos proyectos, como el de la intervención obrera de las empresas.

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