Historia de Al-Andalus, la Repoblación y la Convivencia con Mudéjares y Moriscos

Al-Andalus

En el año 711, las tropas musulmanas se introducen en la Península Ibérica, con el general Tariq, que pertenece al Califato musulmán de la dinastía de los Omeyas. Estos conquistaron el sur frente a los visigodos, pero en el norte se resistían astures y vascones. En el 750, la dinastía de los Omeyas cae derrotada ante los abasíes. El último miembro de la dinastía de los Omeyas, Abderramán I, huye a la península y convierte al Al-Andalus en un emirato independiente con capital en Córdoba. En 1031, la Guerra Civil provocó que Al-Andalus se dividiera en distintos reinos de Taifas, que sucumbieron a las tropas cristianas, que también derrotaron a los almorávides y almohades. Desde el siglo XIII, se reduce al reino de Granada, que más tarde en el 1492 será conquistado por los Reyes Católicos. La sociedad del Al-Andalus estaba dividida en la comunidad islámica, los bereberes, los mozárabes, que son los cristianos de Al-Andalus, y los judíos, que eran respetados por los musulmanes y por sus leyes, pero debían seguir pagando tributos. Muchos mozárabes emigraron a territorios cristianos y los judíos se encargaron de hacer los trabajos relacionados con el comercio, impuestos, médicos… Su base económica era la agricultura, con la incorporación de nuevos cultivos, la ganadería, la actividad artesanal… Gracias a los musulmanes, hoy en día aún mantenemos mucha cultura andalusí, como la lengua, arquitectura, etc.

La Repoblación Cristiana

Los ejércitos cristianos iniciaron un movimiento de colonización sobre el territorio musulmán. La repoblación de los cristianos se centraba en conquistar las zonas de peligro para defender los territorios conquistados. Una parte de la tierra fue entregada a los nobles que participaron en la conquista. Firmaban un pacto entre el pueblo y el rey en el que se les otorgaba ventajas a los ciudadanos que ayudaban a conquistar. A cada fuero le correspondía una ciudad, un territorio y varias aldeas. La concesión de una carta puebla respondía a motivos militares y tenía derechos económicos y políticos. Los fueros se extienden por León, Castilla, Navarra y Aragón. Al principio se repoblaron las tierras del cantábrico y el Duero. Durante el mandato de Alfonso I las tierras fronterizas con los musulmanes se repoblaron por fueros, también predominó la propiedad mediana, con abundancia de tierras comunales. Durante el siglo XI los fueros más importantes fueron el de Castilla y el de León, que servían de eje defensivo frente a Al-Andalus. En Aragón fueron más tardíos, el más relevante fue el de Teruel. En Navarra todo el territorio se fortaleció, más tarde se repoblaron la Mancha, Extremadura y el Maestrazgo turolense. En el Guadalquivir y costa levantina se repobló por repartimientos, que eran los bienes para los participantes en la conquista. Durante la Guerra de Sucesión se suprimieron los fueros en la Corona de Aragón. La consecuencia de la repoblación medieval fue un desequilibrio en la estructura agraria, con predominio del latifundio al sur del Tajo y de la pequeña y mediana propiedad al norte del Tajo.

Mudéjares y Moriscos

Mudéjar hace referencia a los musulmanes que permanecieron en los reinos cristianos bajo el control político cristiano. Se les permitió seguir practicando su religión, cultura y lengua, aunque vivían en barrios apartados y debían pagar impuestos mayores. A partir de la conquista del reino de Granada se les llama moriscos. En 1085, tras la conquista de Toledo, muchos musulmanes se quedaron. Alfonso I, en el siglo XII conquista zonas de Aragón, pero surge un problema de repoblación cristiana en estas tierras, por lo que en las zonas del valle del Ebro predomina la población musulmana. En el siglo XIII los cristianos conquistan grandes partes de Andalucía y el Levante. Al final se redujo el Al-Ándalus al reino de Granada. Los mudéjares ocupaban zonas de Aragón, Valencia y Murcia, ejerciendo trabajos de artesanía y comercio en ciudades y trabajando en el campo, lo que produjo muchas migraciones hacia el norte de África y el reino de Granada. En 1492, el reino de Granada es conquistado por los Reyes Católicos, lo que daría lugar a numerosos enfrentamientos entre el siglo XV y XVI entre los cristianos, que inician la Inquisición y hacen duras represalias contra los mudéjares y su fe en el islam. Para no ser exiliados tuvieron que convertirse al cristianismo pero muchos siguieron practicando el islam en secreto. Otro peligro, era la incursión turca. Felipe II se basó en la defensa del catolicismo ante los turcos y los moriscos. Suprimió la cultura musulmana, lo que hizo que se sublevaran en Las Alpujarras. En la batalla de Lepanto, la flota turca es derrotada a manos de la Santa Liga. A finales del siglo XVI los moriscos se ocupaban de los trabajos en el campo. Con la Inquisición, se destruyeron sus estructuras sociales y culturales. La expulsión de los moriscos fue decretada por Felipe III debido al rechazo de la población cristiana a los moriscos. Las consecuencias fueron muy perjudiciales ya que se paralizó la agricultura en Valencia y Aragón y otros problemas fueron la despoblación en muchas zonas, muchas clases sociales se vieron afectadas económicamente. Se produjo una gran inflación ya que vendieron sus tierras por poco dinero. Los Reyes Católicos culminaron con la intolerancia religiosa en España.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *