1. Introducción
Pese a las dificultades de la crisis económica y de las heridas no cerradas de la Guerra Civil, la democracia sienta sus bases con la Constitución de 1978 y se consolida definitivamente, tras el intento de golpe de Estado de 1981, cuando en 1982 alcanza el poder uno de los partidos perdedores de la Guerra Civil: el PSOE de Felipe González.
2. Evolución Política
2.1. El segundo gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981)
En las nuevas elecciones de marzo de 1979 vuelve a ganar por mayoría simple la UCD. La actividad reformista se va ampliando con la aprobación del Estatuto de los Trabajadores en 1980 y de los estatutos de autonomía del resto de regiones españolas entre 1981 y 1983. También se lleva a cabo el desarrollo legislativo constitucional, adaptando las normas legales al nuevo marco político.
Hay un crecimiento de la inestabilidad interna en la UCD ante las críticas a Adolfo Suárez y el fracaso relativo en las primeras elecciones municipales democráticas de abril de 1979 y en las autonómicas de Cataluña y el País Vasco de marzo de 1980. A todo ello se une el descontento social por los problemas derivados de la crisis económica y de las políticas de ajuste y el descontento militar por los atentados de la ETA y el GRAPO. Por último, el PSOE lleva a cabo una dura oposición, presentando una moción de censura en mayo de 1980. Frente a todo lo anterior, Adolfo Suárez dimite como presidente del gobierno y de la UCD en enero de 1981.
2.2. El gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982)
Cuando el Congreso elegía como sucesor a Leopoldo Calvo Sotelo se produce el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. El golpe, dirigido por Antonio Tejero, consistió en la ocupación del Congreso de los Diputados y en la declaración del Estado de excepción, sacando las tropas a las calles valencianas. Su objetivo era volver a establecer un régimen de dictadura militar que acabara con la democracia, pero fracasó por la falta de apoyos sociales y la actitud del rey, que hizo valer su papel como máximo dirigente del Ejército para que en su inmensa mayoría éste apoyara la democracia.
Durante su corto mandato, Calvo Sotelo solicita el ingreso en la OTAN en 1982, y prosigue la política reformista con la aprobación de la Ley del Divorcio en 1981. En 1982 la situación de UCD sigue degradándose. Ello explica que en las elecciones de octubre de 1982 la victoria corresponda al PSOE de Felipe González con mayoría absoluta, seguida de AP, desapareciendo prácticamente la UCD.
2.3. Los gobiernos de Felipe González (1982-1996)
En las elecciones de octubre de 1982 el PSOE gana las elecciones por mayoría absoluta, alcanzando la presidencia del gobierno su líder, Felipe González Márquez. Este resultado será revalidado en las posteriores elecciones de 1986 y 1989. Todo ello le permite llevar a cabo en solitario un amplio abanico de reformas cuyas prioridades eran la lucha contra la crisis económica, la consolidación definitiva del régimen democrático y el avance hacia el Estado de Bienestar.
La lucha contra la crisis económica se lleva a cabo con instrumentos como la reconversión bancaria, el control de la inflación y la reconversión industrial, contestada ésta última con una fuerte conflictividad social (Huelga General de diciembre de 1988). La mejora económica se conseguirá gracias a la nueva fase expansiva de la economía internacional y al ingreso en la CEE el 1 de enero de 1986. La nueva coyuntura económica expansiva queda de manifiesto en los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla en 1992.
Se sigue consolidando el sistema político democrático al completarse el mapa autonómico y ampliar las competencias autonómicas mediante la Ley de Proceso Autonómico de 1983, se emprende una reforma del Ejército para acabar con el peligro del golpismo y frente al terrorismo de ETA se opta por el consenso de todas las fuerzas políticas democráticas vascas. Se extiende el Estado de Bienestar a través de la reforma educativa y la ampliación de los sistemas de protección social (universalización de la asistencia médica gratuita, pensiones no contributivas, aumento de la prestación por desempleo).
En las elecciones de 1993 el PSOE pierde la mayoría absoluta ante el aumento destacado del PP dirigido por Aznar. Ello fue debido a las siguientes causas: crisis económica internacional a partir de 1992, enfrentamientos internos entre “guerristas” y renovadores y casos de corrupción. Todos estos factores explican la victoria electoral del PP en las elecciones de marzo 1996.
2.4. El primer gobierno de José María Aznar (1996-2000)
Durante la primera legislatura el PP no obtiene mayoría absoluta, por lo que debe gobernar con el apoyo de las formaciones nacionalistas, lo que le obligó a mantener una orientación centrista. Gracias a la bonanza económica internacional, el PP consigue reducir las tasas de paro, seguir mejorando las infraestructuras y alcanzar los criterios de convergencia en 1999 para su entrada en el euro. Se consigue además reducir la tasa de paro, basándose en el desarrollo de los servicios, las inversiones exteriores y la explosión del mercado inmobiliario.
En política interior destaca el problema del terrorismo de ETA. Después de una primera etapa de entendimiento con el PNV, el secuestro y asesinato en 1997 de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua, provoca un endurecimiento de la política antiterrorista del gobierno. Así, el Pacto de Ajuria Enea se rompe, optando el PP por acuerdos con el PSOE y los nacionalistas vascos por el acercamiento a la izquierda abertzale (Pacto de Lizarra de 1998).
En las elecciones del 2000 el PP consigue vencer por mayoría absoluta gracias a la buena coyuntura económica y a la falta de un liderazgo claramente asentado en el PSOE, que sigue inmerso en problemas internos.
3. Conclusiones
Pese a todas las dificultades, durante la Transición política se establece en España un régimen democrático que se fue consolidando gracias a la nueva estructura social del país (predominio de la clase media) y al consenso alcanzado por las principales fuerzas políticas, reflejado en la Constitución de 1978. Esto último explica que ésta continúe estando vigente en la actualidad sin apenas reformas de importancia y que, en general, siga siendo considerada como un punto de encuentro de la mayor parte de las opciones políticas. Se consolida así un periodo de normalización política, crecimiento económico y modernización social, aunque con el problema actual de la crisis económica.
la crisis económica.