Guerra de la Independencia (1808-1814)
Mayo de 1808: El inicio de la lucha
La Guerra de la Independencia española contra los franceses comenzó en mayo de 1808. Los españoles se levantaron en armas contra los soldados franceses que habían ocupado Madrid. La respuesta francesa fue una fuerte represión, pero los alzamientos se propagaron por el resto de las ciudades españolas.
Julio de 1808: La batalla de Bailén
En julio, las fuerzas napoleónicas fueron derrotadas en la batalla de Bailén por el general Gregorio Castaños. Esta victoria precipitó la caída de José I Bonaparte, el rey impuesto por Napoleón.
La intervención de Napoleón
Ante la situación, Napoleón intervino personalmente en España. José I fue nuevamente impuesto como rey y los franceses ocuparon la parte central del país.
La llegada de los británicos
En agosto de 1808, los británicos llegaron a Portugal para enfrentarse a los ocupantes franceses.
1809: La batalla de Ocaña
En 1809, el ejército español fue derrotado en la batalla de Ocaña. Esta derrota dio paso a un nuevo tipo de lucha: la guerrilla.
La guerrilla
Las guerrillas, formadas por grupos de civiles armados, se convirtieron en un recurso fundamental para combatir a los franceses ante la incapacidad del ejército regular.
1812-1813: Victorias españolas
A partir de 1812, las guerrillas y los fracasos napoleónicos dieron paso a las victorias españolas en las batallas de Arapiles y Vitoria.
1813: El tratado de Valençay
En 1813, se firmó el tratado de Valençay, que puso fin a la guerra. Fernando VII fue reimpuesto como rey de España.
El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Tras la retirada de las tropas francesas, Fernando VII regresó a España. Poco después, un grupo de diputados absolutistas de la corte le entregó el Manifiesto de los Persas, un documento que anulaba las reformas liberales impuestas en su ausencia.
El reinado absoluto de Fernando VII
Fernando VII anuló la Constitución de 1812, disolvió las Cortes y comenzó a reinar como soberano absoluto. Su gobierno se caracterizó por la represión de los liberales, que llevaron a cabo conspiraciones y pronunciamientos que fueron descubiertos y reprimidos.
El Trienio Constitucional (1820-1823)
El pronunciamiento de Rafael del Riego
En 1820, el general Rafael del Riego, inspirado por la revolución liberal en Portugal, lanzó una proclama en favor de la Constitución de 1812 y sublevó a su tropa en Sevilla.
El restablecimiento de la Constitución
Las guarniciones del norte de España se alzaron en apoyo de Riego. Fernando VII, ante la presión popular, se vio obligado a firmar el restablecimiento de la Constitución de 1812.
El régimen liberal
El restablecimiento de la Constitución supuso la imposición de un régimen liberal y la creación de milicias nacionales.
La Década Ominosa (1823-1833)
La represión de Fernando VII
Fernando VII emprendió una fuerte represión contra los liberales, provocando un gran exilio político. Se suprimieron las leyes aprobadas durante el Trienio Constitucional y se restableció el antiguo régimen.
La disolución de la milicia nacional
La milicia nacional fue disuelta y en su lugar se creó la Guardia Real.
Los pronunciamientos
Los liberales continuaron con los pronunciamientos, pero todos fracasaron. Los más importantes fueron los de El Empecinado (1825) y Torrijos (1831).
La Pragmática Sanción
Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica y permitía que las mujeres pudieran heredar el trono. Esta decisión dejó sin trono a su hermano Carlos, un partidario del absolutismo.
La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
El inicio de la guerra
La Primera Guerra Carlista comenzó en 1833, tras la muerte de Fernando VII y la proclamación de su hija Isabel II como reina. Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, reclamó el trono para sí mismo, argumentando que la Pragmática Sanción era inválida.
La lucha entre carlistas y liberales
La guerra se caracterizó por la lucha entre los carlistas, partidarios de Carlos María Isidro, y los liberales, partidarios de Isabel II.
La victoria de los liberales
En 1836, la guerra cambió de signo a favor de los liberales, gracias a sus mejores recursos. El general Baldomero Espartero obtuvo la victoria en la batalla de Luchana, levantando el asedio de Bilbao.
El convenio de Vergara
En 1839, ante la imposibilidad de ganar la guerra, el general carlista Rafael Maroto firmó el convenio de Vergara, que puso fin a la Primera Guerra Carlista. Carlos María Isidro abandonó España.
La Década Moderada (1843-1854)
El gobierno de Narváez
En 1843, Isabel II fue proclamada reina y Luis Narváez, un líder del liberalismo doctrinario, se convirtió en presidente del gobierno.
La Constitución de 1845
Se promulgó la Constitución de 1845, que era más restrictiva que la de 1837, ya que limitaba las libertades individuales y otorgaba al rey un mayor poder.
La política centralista
Los gobiernos de la Década Moderada implementaron una política centralista, que se plasmó en las reformas de las leyes fundamentales y la promulgación del Código Civil.
La consolidación del estado liberal
Se consolidó el estado liberal, con la creación de instituciones como la Guardia Civil, el Banco de España y los gobernadores civiles.
La Segunda Guerra Carlista (1846-1849)
En 1846, el general carlista Ramón Cabrera regresó a España y reanudó la guerra. La Segunda Guerra Carlista fue un conflicto prolongado que terminó en 1849.
El Bienio Progresista (1854-1856)
El manifiesto de Manzanares
En 1854, Antonio Cánovas del Castillo, un líder del Partido Conservador, publicó el Manifiesto de Manzanares, en el que pedía una rebaja de impuestos y nuevas leyes.
Las jornadas de julio
En julio de 1854, se produjeron barricadas en Madrid, lo que obligó a la reina Isabel II a aceptar la formación de un gobierno progresista.
El gobierno de Espartero
El gobierno de Espartero amplió las libertades políticas y la participación electoral, y promovió el desarrollo económico.
Las desamortizaciones
Se produjeron desamortizaciones, que consistieron en la venta de bienes de la Iglesia y de las comunidades de vecinos para financiar el desarrollo económico.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
La Revolución Gloriosa
En 1868, se produjo la Revolución Gloriosa, un pronunciamiento militar en Cádiz que derrocó a Isabel II.
El gobierno provisional
Se formó un gobierno provisional presidido por Juan Prim, que asumió el poder y disolvió las juntas.
La Constitución de 1869
Las Cortes elaboraron la Constitución de 1869, que establecía un régimen democrático con sufragio universal masculino.
El reinado de Amadeo de Saboya (1870-1873)
Juan Prim buscó un nuevo rey para España en Europa. Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, fue elegido rey en 1870.
Los problemas del reinado de Amadeo
El reinado de Amadeo estuvo marcado por la inestabilidad política, la reactivación del carlismo, la guerra de independencia cubana y el aumento de la actividad del movimiento obrero.
La abdicación de Amadeo
La situación de inestabilidad llevó a Amadeo a abdicar en 1873.
La Primera República (1873-1874)
Ante la ausencia de un monarca, se proclamó la Primera República en 1873.
El enfrentamiento entre centralistas y federalistas
El principal problema que encontró la República fue el enfrentamiento entre los centralistas y los federalistas.
La revolución cantonal
La proclamación del estado federal por parte de los federalistas provocó una revolución cantonal, que obligó al presidente Figueras a dimitir.
La guerra de Cuba
La guerra de independencia cubana continuó durante la Primera República.
El fin de la Primera República
La inestabilidad política y la guerra de Cuba llevaron al fin de la Primera República en 1874.
La Restauración Borbónica (1875-1931)
El sistema de la Restauración
La Restauración Borbónica se basó en un sistema de turnismo entre dos partidos: el Partido Liberal Conservador, liderado por Cánovas del Castillo, y el Partido Liberal Fusionista, liderado por Práxedes Mateo Sagasta.
El reinado de Alfonso XII (1875-1885)
El reinado de Alfonso XII se caracterizó por el progresivo afianzamiento del régimen, gracias al agotamiento político, la mejora de las condiciones de vida, el fin de la guerra carlista y cubana, y la popularidad del rey.
La regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902)
Tras la muerte de Alfonso XII, su viuda, María Cristina de Habsburgo, se convirtió en regente de su hijo, Alfonso XIII.
El pacto de El Pardo
Se consolidó el turnismo como la mejor garantía para la preservación del régimen.
El Bienio Reformista (1931-1933)
La Segunda República (1931-1936)
En 1931, se proclamó la Segunda República, tras la victoria de las fuerzas republicanas en las elecciones municipales.
Las reformas de la Segunda República
La Segunda República llevó a cabo una serie de reformas, entre las que destacan la reforma militar, la reforma agraria, la reforma educativa y la reforma religiosa.
La reforma militar
Se obligó a los militares a prestar juramento de fidelidad a la República, se creó la Guardia de Asalto y se redujo el número de oficiales.
La reforma agraria
.y se creó el instituto de reforma agraria.